Suspensiones electrónicas

La Kawasaki Ninja ZX-10R en su versión SE introduce el nuevo e interesante sistema de suspensiones electrónicas KECS, que la sitúa a la vanguardia de las ayudas a la conducción.

MOTOCICLISMO para Kawasaki

Suspensiones electrónicas
Suspensiones electrónicas

Las suspensiones electrónicas empezaron a desarrollarse en el Campeonato del Mundo de Velocidad a principios de los años 90, de la mano de Wayne Rayne. En esas primeras pruebas la interacción entre el sistema mecánico de regulación y la electrónica no estaba tan conseguida y el piloto no tenía el feeling necesario para ir rápido, así que no prosperó en los años posteriores. La prohibición de estos sistemas en la era MotoGP ha hecho que hayamos tenido que esperar unos años para su llegada a la calle, de hecho hace poco más de una década que llegaron de manera rudimentaria a en motos de producción de serie. El avance y la popularización de la electrónica han hecho que en las últimas generaciones las motos de calle sean cada vez más complejas. Kawasaki es un ejemplo de esta evolución, ya que ido trabajando en todos los sistemas electrónicos de ayuda la conducción. Para este 2018 su buque insignia, la Ninja ZX-10R, llega en versión SE e introduce el control electrónico de la suspensión de Kawasaki (KECS). El trabajo en esta moto ha estado directamente ligado con el Mundial de Superbike, un campeonato que han ganado los tres últimos años de manera consecutiva.

Kawasaki KECS

El nuevo sistema KECS regula de manera electrónica las suspensiones de la Ninja ZX-10R y para ello se compone de un equipo de suspensiones Showa controladas desde una centralita ECU específica. Ésta se comunica con la propia centralita de la moto y con la unidad de medición inercial (IMU). La IMU es la primera analizar el comportamiento de la moto en seis ejes y manda esa información a la centralita junto con la información de los sensores de las suspensiones. Estos sensores se encuentran en la horquilla y en el amortiguador, y envían información a la ECU sobre el recorrido utilizado y la velocidad de trabajo cada milisegundo, mientras que la IMU también envía las señales de aceleración y deceleración cada 10 milisegundos. Una vez procesados los datos, la centralita de las suspensiones manda una señal a los solenoides, que son válvulas electrohidráulicas, para que ajusten el circuito hidráulico de las suspensiones. Este rapidísimo sistema permite que la amortiguación trabaje de manera semiactiva y se ajusta a la conducción en tiempo real. Todo ese proceso de análisis y ajuste es casi instantáneo de modo que el piloto no percibe los cambios, tan solo que la suspensión trabaja de manera adecuada para cada situación. Y al ser más rápido que otros sistemas se puede utilizar tanto en carretera como en conducción deportiva en circuito. Toda esta electrónica necesita unos componentes mecánicos de calidad para que conseguir las máximas prestaciones y Kawasaki ha utilizado el equipo Showa de la ZX-10RR, la horquilla Balance Free Front Fork y el amortiguador BFRC lite. Para su ajuste el piloto pueden elegir entre tres modos: carretera, pista y manual. En el de carretera la suspensiones tienen un tarado más suave para la conducción del día a día, mientras que en pista se endurecen para dar el máximo rendimiento en circuito. El modo manual permite una regulación en 15 niveles de la regulación de compresión y la de extensión a través de la instrumentación, para que el piloto experimentado encuentre la puesta a punto según sus necesidades. Con este sistema Kawasaki avanza todavía más en las ayudas a la conducción y pone a la Ninja ZX-10R SE en el máximo nivel tecnológico.