Aunque todavía están lejos del impacto que tuvo en los años 70 u 80, el flat track americano se recupera poco a poco y lo hace en parte gracias a la participación oficial de marcas históricas que han llevado a las pistas de tierra sus rivalidades. Indian se metió de lleno con la FTR750 en 2017 para batirse en duelo con Harley-Davidson, entre otros. Y aunque todavía hay grandes ausencias, ya cuentan con la participación de uno de los grandes fabricantes nipones, Yamaha.
La marca de los diapasones disponía de una mecánica más que apta para la labor desde que presentaran el propulsor crossplane de 689cc de la Yamaha MT07. Keith McCarty, ex-piloto de motocross y jefe del departamento de competición de Yamaha en Estados Unidos, vio en la presentación de este modelo la oportunidad de correr en el American Flat Track con una moto oficial y recuperar así la presencia de la compañía en un campeonato donde pudieron trabajar junto a Kenny Roberts en los 70 con la XS750.
Yamaha MT-07 DT, la MT del flat track
Primero se encargaron de desarrollar un prototipo que, como no podía ser de otra manera, vistieron con los colores clásicos de Yamaha. Con este punto de partida, Yamaha ha trabajado en crear una moto de carreras en la que resulta difícil encontrar las semejanzas con la MT-07 original. Sólo las siglas CP2 del motor, la forma del depósito y el protector del radiador recuerdan lo que en origen fue una naked de categoría media.
Lo que nos encontramos en su lugar es una máquina que ha mezclado la estética del motocross de los 70, el flat track moderno y los colores Yamaha más actuales con algunos toques de la naked. El resultado ha dado en el clavo.
La Yamaha MT-07 DT (por Dirt Track) se estrenó hace días en Daytona en la primera prueba del calendario del AFT con Jack Johnson ingeniandoselas para subir hasta la tercera plaza y regalando a Yamaha su primer podio con la MT-07 DT. ¿Conseguirán replicar el avance de Indian con la FTR750? Como aficionado, uno sólo puede desear que así sea para que en Japón se atrevan, como Indian con la increíble FTR1200, a poner en el mercado una flat track con la mecánica de la MT, ya utilizada en la nueva Ténéré, en la Tracer o en las XS de corte vintage.
Pongan o no en producción un modelo para carretera, Yamaha tiene por delante un enorme desafío en los circuitos de Estados Unidos y JD Beach, campeón de la Red Bull Rookies Cup de 2008 y campeón del Superprestigio 2017, es uno de sus pilares. Pluricampeón en la categoría Supersport del MotoAmerica (2010, 2015 y 2018), este año tiene la oportunidad de conquistar el AFT y la categoría SBK estadounidense, donde se enfrenta a los Toni Elías, Josh Herrin, Cameron Beaubier y compañía con una Yamaha YZF-R1, bajo la misma estructura Estenson.
Beach estuvo muy cerca en Daytona de transformar en victoria su debut con la bicilíndrica pero una caída en las semi le dejó fuera de combate. No lo tendrá nada fácil Beach para hacerse con una doble corona, todavía tiene pendiente estrenar su casillero de victorias en ambas categorías.