Turno de la pequeña de la familia «verde» de cross, la Kawasaki KX250F ’17, para heredar las novedades vistas hace un año en la Kawasaki KX450F ’16. Situación de trasvase de tecnología de cross grande a la pequeña, aunque que no tanto por compartir las mismas piezas, sino por la estrategia de los cambios aplicados, presentes tanto en el motor como en el bastidor.
Motor renovado en la Kawasaki KX250F 2017
En la mecánica, primeramente, se ha modificado su ubicación en el chasis, estando ahora más erguida –ahora, a 7º con respecto a la vertical, antes, a14º-. Con ello, se ha favorecido una posición más recta y directa de la admisión, con distinto diseño en la caja del filtro y la tobera de salida, lo cual también ha llevado a realizar cambios en los conductos de admisión de la culata.
Dentro del motor también encontramos un pistón de nueva factura, más ligero y con distinto perfil en la cabeza. Muchas horas de desarrollo se han destinado también al nuevo cilindro, en el que se ha aplicado un nuevo recubrimiento interior que reduce las pérdidas de potencia por fricción -ganancia de 1,3 caballos de potencia máxima, según la marca-. Pero además, se ha seguido la estrategia ya vista en la Kawasaki KX450F el año pasado, consistente en instalar el cilindro sobre los cárteres con cierto «offset» con respecto a la situación del cigüeñal -variación de 3 milímetros, hacia delante-.
Ésta es una interesante solución nueva en las motos de campo, pero ya vista en motos de carretera y en la automoción. Con dicho «offset» se reduce el cabeceo del pistón en el cilindro, lo que habitualmente provoca el desgaste mayor en la parte frontal de ambas piezas. Así se consigue que la biela transmita el movimiento del cigüeñal al pistón en un ángulo diferente, reduciendo las fricciones con el cilindro, lo que favorece un menor calentamiento, desgaste y pérdidas de potencia. Otras mejoras motrices afectan al propio cigüeñal -reequilibrado-, la inyección -cuerpo más ligero y compacto, y nuevo útil de programación-, el selector del cambio y los cojinetes de la cabeza de la biela –ahora, planos, en lugar de por agujas-.
Bastidor más estrecho y ligero en la Kawasaki KX250F 2017
En la ciclística, el chasis presenta unas vigas principales 6 mm. más estrechas, así como un rediseño en la pipa, la cuna, los refuerzos laterales, la zona de las estriberas y el soporte del amortiguador, todo con el fin de aligerar peso y aumentar la agilidad. Una filosofía similar a la vista en la Kawasaki KX450F el año pasado, y que en la práctica se tradujo en una agilidad y precisión en curva muy mejorada. También se ha aligerado el basculante, que así mismo es más flexible, y se renovado la carrocería, en busca de un conjunto más estrecho y plano. Esto incluye un depósito de gasolina que es 20 milímetros más plano en la parte superior, pero que no ha implicado una reducción de su capacidad, sino todo lo contrario, pues ahora en la Kawasaki KX250F 2017 caben hasta 6,4 litros –antes, 6,1 litros-. No hay novedades en los frenos, mientras que en las suspensiones se mantiene el mismo material Showa de la temporada pasada -horquilla SFF de 2ª generación con barras de 48 milímetros-, aunque con distinta puesta a punto –muelles e hidráulicos-, tanto delante como detrás. La llegada a los concesionarios de la Kawasaki KX250F 2017 se espera a partir del mes de agosto, a un precio todavía sin definir.