Benelli BN 302 S, prueba, fotos y primeras impresiones

Benelli avanza de la mano de la todopoderosa economía china, caminando por la senda correcta. La BN 302 S así lo testifica.

Bego Calvo. Fotos: Diego Rojo

Benelli BN 302 S, prueba, fotos y primeras impresiones
Benelli BN 302 S, prueba, fotos y primeras impresiones

Benelli está logrando un catálogo de lo más interesante con pequeños grandes pasos comerciales llamados Leoncino, TRK o BN. Los inicios ciertamente dubitativos han quedado atrás y ahora la emblemática marca transalpina se deja llevar por capital chino para plantar cara a la competencia, con unos productos cada vez más y mejor presentados, pero sobre todo, con una relación calidad precio difícil de batir, lo que no es poco en los tiempos que corren. Sin embargo, en esta 302 S aparecen ciertos detalles que nos devuelven a una realidad en la que nadie da, como se suele decir, "duros a peseta".

BENELLI BN 302 S, GRAN MOTOR

Pero vayamos por partes. Es de ley comenzar por lo más destacado de esta pequeña gran naked, y no es otra cosa que su motor. El bicilíndrico en línea es capaz de rendir a un muy buen nivel gracias, en parte, a un cambio bien escalonado y a una sorprendente capacidad de estirar hasta la zona más alta del cuentavueltas, encontrando potencia útil hasta el momento del corte de encendido en cada marcha. A todo ello tienes que sumarle lo acertado de su ergonomía. La posición a los mandos es muy equilibrada, con manos altas gracias a unas torretas que elevan el manillar incluso más de lo que a algunos les gusta por aquello de adoptar una posición deportiva, aunque ruede en una naked, pero que a un piloto de talla pequeña como yo le viene perfecta para notar que todo se encuentra bajo control. En este asunto particular destaca también la reducida altura del asiento al suelo. Da confianza absoluta y las maniobras, junto con un giro generoso de la dirección, son en la mayoría de los casos de muy sencilla ejecución. Aquí el tacto del embrague también colabora, así como la dulzura del motor en la zona baja.

El tacto del motor, la ergonomía, el giro de la dirección o la altura del asiento, dan confianza absoluta

Un detalle que me ha sorprendido con los poco más de 3.000 kilómetros de la unidad de pruebas, es el tacto y funcionamiento general de las suspensiones. Los ajustes de serie son muy acertados para una conducción tanto relajada como deportiva, aunque tal vez las sensaciones no serían las mismas si montara otras gomas que no fueran los Pirelli Angel que equipa de serie. Una garantía hagas lo que hagas.

Benelli BN 302 S, prueba, fotos y primeras impresiones

Sorprende en la Benelli BN 302 S su motor, dócil o divertido a tu elección.

BENELLI BN 302 S, DISEÑO "CONOCIDO"

Si hay algo que funciona, ¿para qué cambiarlo? Será eso lo que habrán pensado en el departamento de diseño de Benelli a la hora de "dibujar" sus líneas. Ese frontal, el amortiguador lateral, el chasis de entramado de tubos o la continuación de estructura doble en el basculante... ¿A qué te recuerda? Y si ya nos fijamos en la óptica delantera, no me negarás cierto parecido a una saga de origen centroeuropeo, vestida con colores tan llamativos como el verde pistacho de esta italiana. La verdad es que todo le sienta bien, muy bien diría yo. La combinación de soluciones y trazos de diseño que ya han funcionado en el mercado de la mano de otros fabricantes, encuentran en la BN 302 S la prolongación de su éxito. Ahora bien, incluso en puntos destacados como la instrumentación se ha fallado por el ahorro de un puñado de monedas... De fácil lectura durante el día y con la opción de cambiar a negativo si de repente entras en un túnel, sin embargo es imposible consultarla con la luz del sol incidiendo de forma más o menos directa sobre él. Me recuerda a las primeras pantallas en color de aquellos Nokia tan pequeñitos como compactos de batería casi eterna. No falta de nada en cuanto a información, pero la lectura debería ser correcta en todo tipo de condiciones.

Con soluciones ya vistas en motos de la competencia, la BN 302 S encuentra en ellas la prolongación de su éxito

Como dije al principio, una de las principales muestras de músculo de esta Benelli la encontramos en su motor. Dulce abajo, se beneficia de un cambio muy cerrado en las cinco primeras velocidades que mitiga la falta de potencia a medio régimen en comparación con sus rivales de origen nipón, siendo la sexta una "overdrive" tal vez algo exagerada. Míralo por el lado positivo: los consumos en carretera serán todavía más contenidos por ello. En ciudad destaca lo bien que te permite salir de cada semáforo, con una primera muy cortita y una segunda que te lleva a meter enseguida la tercera que, prácticamente, funciona como "monomarcha" circulando entre un tráfico fluido, ni rápido ni lento. Otro aspecto que debería mejorar lo encontramos en la frenada, lo que no significa que no trabaje. La cuestión es que requiere una fuerza importante para detener la 302 S en caso de emergencia. Al menos puedes apoyarte en el trasero, bastante progresivo y dulce en su funcionamiento. Una muestra más de los "pros" y "contras" de una naked, en definitiva, interesante en la siempre crítica relación calidad precio.

BENELLI BN 302 S, CONCLUSIÓN

Gracias a una estética francamente atrevida y llamativa, un motor bicilíndrico extraordinario y una relación calidad precio de lo más interesante, esta Benelli debería conquistar tu joven corazón de A2. Es muy fácil de pilotar en ciudad y si sales a carretera con ella, encontrarás puntas de velocidad absolutamente prohibitivas. Las suspensiones acompañan a una buena pareja de neumáticos, mientras que los frenos suponen ese "talón de Aquiles" que debería mejorar en futuras ediciones, junto con otros detalles de juventud. En general, y teniendo en cuenta el público generalista al que va dirigida, encontramos en la BN 302 S una naked cómoda y servicial en la práctica totalidad de usos que se te ocurran.

Benelli BN 302 S, prueba, fotos y primeras impresiones

La Benelli BN 302 S se beneficia de una relación calidad precio muy interesante.