Harley-Davidson LiveWire 2019, prueba, ficha técnica y primeras impresiones

Harley-Davidson ha pasado de construir motos basadas en sus diseños de la primera parte del siglo XX a situarse en la avanzadilla tecnológica del XXI, con su nueva LiveWire propulsada por un motor eléctrico, y todo ello sin pasos intermedios.

Pepe Burgaleta. Fotos: Alessio Barbanti, Arnau Puig.

Harley-Davidson LiveWire 2019, prueba, ficha técnica y primeras impresiones
Harley-Davidson LiveWire 2019, prueba, ficha técnica y primeras impresiones

Harley-Davidson se ha posicionado como una firma sin término medio, al menos en lo que respecta a una parte de la tecnología de sus motocicletas. Los americanos llevan anclados al motor de dos cilindros en V de 45° con distribución por varillas desde sus primeros motores con válvulas en cabeza en la primera mitad del siglo pasado, y ahora saltan directamente a lo que parece que será una de las principales opciones de un futuro en el que las emisiones de gases nocivos de los vehículos privados van a estar más que prohibidas. La nueva LiveWire es una moto que se ha cocinado de manera lenta y que llega al momento de su puesta de largo en el mercado en plenitud de forma.

Preguntas y respuestas

Para casi todos el futuro pasa por la electrificación del transporte individual. Estos vehículos son una fuente inagotable de alabanzas y críticas, tienen sus bondades y también sus defectos. Dejando a un lado otras consideraciones, el gran problema de una moto eléctrica es su combinación de pobre autonomía y largo tiempo de recarga. La firma certifica una autonomía de 235 km en ciudad y algo más de 150 en terreno mixto con paradas. Esto último lo podemos certificar porque en esta primera prueba con algo de ciudad y mucha carretera de curvas, combinando varios modos de conducción y sin ser especialmente cuidadosos con las aperturas del acelerador, ese fue el rango.

Harley-Davidson LiveWire, prueba, ficha técnica y primeras impresiones

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Algo a lo que tendremos que acostumbrarnos es a cambiar algunos de nuestros conceptos tradicionales. Vamos a hablar de capacidades de batería, no de tamaño de depósitos de gasolina. Si el combustible lo medimos en volumen, la carga de la batería se mide en kWh, que es la máxima intensidad de corriente que puede descargar a lo largo de toda una hora. En el caso de la LiveWire son 15,5 kW/h.

Un motor eléctrico es mucho más sencillo que uno convencional de combustión interna, no tiene casi rozamientos ni piezas en movimiento alternativo que provoquen vibraciones. La regulación de estos motores se produce controlando la energía eléctrica que entra en el sistema, y en el siglo XXI los controladores electrónicos permiten un mundo de posibilidades. Además, un motor eléctrico responde a la velocidad de la luz a las solicitudes del acelerador, no hay retardo ni diferencia dependiendo del régimen al que se circule.

El único pero es el tiempo de recarga de su batería

La electrónica permite diseñar los modos de conducción de manera que sean muy distintos entre sí, porque además un motor eléctrico como este funciona en las dos direcciones. Cuando le das corriente moverá la rueda trasera, pero cuando es la rueda la que lo empuja, lo que hace es crear corriente eléctrica, a partir del par que le llega frenando la rueda. Esto también puede regularse, de manera que el controlador administra la energía creada en las retenciones, cuanta más se genere, más retención tendrá el motor. Suma a ello la regulación del control de tracción y del sistema ABS y llegarás a la LiveWire, una moto que puedes ajustar en todos sus parámetros hasta el mínimo detalle.

Harley-Davidson LiveWire, prueba, ficha técnica y primeras impresiones

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La nueva Harley-Davidson dispone de cuatro modos preprogramados, sport, road, range y rain, que se adaptan a conducciones deportivas, por carretera, de ahorro de combustible o en lluvia, y además otros tres modos denominados A, B y C, que pueden ser ajustados en todos los parámetros: potencia, respuesta, freno motor, ABS o control de tracción, y con todo detalle.

Pero la LiveWire va más allá en aspectos como la conectividad, ya que dispone de una aplicación con la que se puede conocer el estatus de la moto en ese momento en lo que se refiere a los parámetros en los que se encuentra, la carga de la batería, su localización, alertas de robo y movimientos, notificaciones de servicio, el estado de la recarga, la localización de estaciones de carga, además de conectividad Bluertooth. Con la pantalla digital táctil se puede jugar para visualizar lo que necesites en múltiples configuraciones. Se maneja con las botoneras y joystick de las piñas.

Harley-Davidson LiveWire, prueba, ficha técnica y primeras impresiones

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La velocidad de la luz

En un motor eléctrico podemos tener el mismo par desde el momento mismo del arranque, y eso significa que siempre tendremos una aceleración instantánea y tan intensa como el controlador electrónico decida. En el caso de la LiveWire, el par máximo es de 116 Nm desde el comienzo, aunque realmente no se mantiene durante todo el régimen. La potencia se estabiliza en esos 78 kW desde 7.000 rpm, y luego desciende hasta unos 40 kW, los necesarios para llegar a los 180 km/h a que está limitada la velocidad.

A efectos prácticos esto se manifiesta en una respuesta increíble a las solicitudes del acelerador, una aceleración constante e inmediata, que además se ve acompañada por la ausencia total de vibraciones de un motor, y por el escaso ruido que viene dado por la transmisión, engranajes en la primaria y correa en la secundaria. Respecto a una moto convencional la sensación es de inmediatez, y además como no hay caja de cambios, llevarla es sencillo al máximo. Cada modo de conducción te ofrece un carácter diferente, con más respuesta, pero también diferencias importantes en la retención del motor, que puede ir de casi inexistente a ser notable. Como no tienes embrague, si eliges un modo con mucha regeneración de energía y retención, hay que aprender a gestionar las maniobras a muy baja velocidad, en las que pierdes la inercia que tienes en una moto convencional.

Harley-Davidson LiveWire, prueba, ficha técnica y primeras impresiones

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Chasis deportivo

El bastidor de aluminio está formado simplemente por una pipa de dirección, dos planchas laterales y un subchasis, todo atornillado entre si y al conjunto de la batería. El basculante es también de aluminio, las suspensiones Showa similares a las de cualquier deportiva, y los frenos disponen de pinzas Brembo monobloque y de anclaje radial, aunque en este punto nos encontramos con una paradoja habitual en la marca. ¿Para qué instalar esas pinzas con discos que ni siquiera son flotantes y con la bomba de siempre?

Conjugar al mismo tiempo comportamiento deportivo y Harley-Davidson les puede parecer a muchos incompatible, recuerda la famosa “Hipoteca remunerada", pero el caso de esta moto vuelve a echar al traste toda la historia de la firma americana. No es una moto eficaz en este sentido como pueda ser una deportiva estándar, pero va en camino. El primer problema para ello son los 249 kg que pesa. El comportamiento dinámico de la LiveWire es desde luego mejor que el de cualquiera de sus hermanas, además de unas prestaciones sobresalientes tiene una agilidad en marcha que es más que aceptable, unas suspensiones que se pueden ajustar en un amplio rango y que no se descomponen y unos buenos neumáticos, los Michelin Scorcher Sport que se han diseñado para este modelo. La ergonomía es buena, y aunque el asiento es pequeño y algo duro, lo que es seguro es que no vas a tener que sufrirlo tanto tiempo seguido como en una moto convencional. Un detalle de difícil explicación es el agujero que hay en el guardabarros trasero, que está anclado al basculante. Tiene un orificio que abre el paso al agua y la suciedad que arrastra el neumático, y que ayudado por el rebufo de la parte trasera, la ensucia junto a la espalda de los ocupantes.

Harley-Davidson LiveWire, prueba, ficha técnica y primeras impresiones

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La verdad es que en cualquier ambiente esta moto no plantea suspicacias, desde la ciudad a la autopista. Los modos de conducción se pueden cambiar en marcha y como ya hemos comentado marcan el carácter de una moto que supone un nuevo concepto, no sólo para Harley-Davidson, sino globalmente. Es la primera de muchas, la que marcará un camino que parece imposible no seguir en el futuro, un cambio no ya de rumbo, sino casi de medio para su marca y una nueva forma de entender y disfrutar de la moto, con los pros derivados de su funcionamiento y las contras de sus tiempos de recarga, al menos hasta que no inventen algo que lo evite, y que seguro que llegará.

La recarga: cuestión de paciencia

Uno de los problemas de los vehículos eléctricos es su autonomía, el otro, quizás el mayor, es el tiempo de recarga. En una moto convencional tardas unos segundos en llenar un depósito, en una eléctrica pueden ser muchas horas. De serie, la LiveWire dispone de un cargador de corriente continua o alterna de alto rendimiento con un puerto CCS2 y IEC Type 2 situado en el falso depósito, bajo lo que sería el tapón de llenado convencional, que con una fuente de alimentación adecuada logra un 80% de carga en 40 minutos y la total en una hora. Harley-Davidson permite una carga rápida por cada cuatro lentas para no achicharrar la batería. Se van a implantar unos 250 puntos de recarga por parte de la firma en USA, Canadá y Europa, unos 110 de ellos en el Viejo Continente en una primer oleada.

En España sólo hay de momento dos concesionarios autorizados para vender esta moto, Harley-Davidson Barcelona en la Ciudad Condal y Makinostra en Madrid, y que dispondrán de los dos únicos puntos de recarga con postes de 24 kWh. En España hay en estos momentos unos 160 puntos de recarga de 50 kWh o más, que se espera que lleguen a unos 200 el año que viene, pero está claro que si dependes de un enchufe casero, tienes que programar las tomas. En casa vas a conseguir menos de 2 kWh, habitualmente poco más de uno, así que te tienes que plantear que una carga completa para llenar esos 15,5 kW va a tardar algo menos de 15 horas. Para ese tipo de alimentación, la LiveWire dispone de un segundo cargador portátil de corriente alterna situado bajo el asiento.

Harley-Davidson LiveWire, prueba, ficha técnica y primeras impresiones

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Primeras impresiones

Harley-Davidson ha conseguido crear una moto de una generación que todavía está por llegar. La LiveWire es en lo que respecta a su funcionamiento una moto a la que se pueden hacer pocos reproches. Todo lo que respecta a la propulsión es casi perfecto: respuesta, prestaciones, comodidad y versatilidad al tener varias motos envueltas en un mismo paquete. El motor eléctrico de altas prestaciones crea un nuevo estándar que en este caso se complementa bien con un bastidor que se aleja de lo habitual en la marca. La LiveWire no es una deportiva, pero está más cercana a una de ellas que cualquier otra de la firma americana. Las reservas son las comunes en este nuevo sistema de propulsión dejando el precio aparte, autonomía y tiempo de recarga, seguro que más pronto que tarde dejarán de serlo.

Lo mejor: Motor de respuesta inmediata y sin vibraciones.

Lo peor: Tiempo de recarga y autonomía.

Harley-Davidson LiveWire, prueba, ficha técnica y primeras impresiones

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Ficha técnica Harley-Davidson LiveWire