Aprilia ha recuperado para su gama un concepto que tuvo mucho éxito en los años 90 y en los 2000, el de las supersport, unas deportivas de clase media y alrededor de 100 CV que servían para todo, desde utilizarla como moto de diario, para hacer una ruta el fin de semana, un viaje largo o incluso para correr una carrera. Esta filosofía de moto, que ya ha empieza a volver de la mano de algunas marcas para dar alternativa a las potentes y especializadas Superbike, se ha plasmado en un modelo totalmente nuevo. Sus señas de identidad son un motor bicilíndrico en paralelo de 660 cc que declara 100 CV -hay versión de 95 CV para poder limitarla al A2-, y un conjunto muy ligero, con un chasis doble viga que utiliza el motor como elemento estructural. La esencia de la marca se aprecia en su carrocería que le da esa estética de carreras que siempre la ha caracterizado. Vista de frente es una moto que llama la atención por su agresivo frontal y por el carenado de doble pared, que también tiene un efecto aerodinámico como el que se busca en las motos de carreras, para mejorar la estabilidad a alta velocidad, la protección aerodinámica y la refrigeración del motor. La marca italiana la ha dotado además de un completo equipamiento y de una moderna electrónica, así que el cóctel es muy interesante. Según tu experiencia te puede parecer un “divertido juguete” o una tu primera gran moto, pero en cualquiera de los casos no te va a dejar impasible.
Aprilia RS 660: Primer contacto
Es una moto de aspecto deportivo pero al mismo tiempo es accesible, porque cuando te subes te encuentras con un asiento cómodo, una postura natural, gracias a unos semimanillares por encima de la tija y unos estribos que no fuerzan la posición. Además, es compacta y ligera, de manera que no te cuesta nada hacerte con ella. Te acoge de buen grado y desde los primeros metros sabes que va a ser una moto fácil de llevar. Si hay una cosa que en general se ha cumplido en las Aprilia que he probado en los últimos 25 años es que sus chasis están muy bien diseñados. Cada marca suele tener en su ADN ciertas características que la definen y el comportamiento del chasis ha marcado a las motos de Noale tanto en la calle como en la competición, donde han ganado 54 títulos mundiales. Y ese “know how” de cómo hacer motos se mantiene generación tras generación, da igual el tipo de moto que sea o el diseño del chasis sabes que una Aprilia va a tener un comportamiento noble.

En marcha esa sensación de ligereza de la que hablaba al principio vuelve a ser protagonista y mientras más se retuerce la carretera más disfrutas de su conducción, puedes entrar en las curvas sin apenas tener que trabajar sobre los manillares, te deja llevar una conducción fluida. Hay veces que una moto te hace sentir por la potencia de su motor y otras que es por su comportamiento dinámico, como es este caso. Normalmente las motos que tienen más de 150 CV te obligan a realizar una conducción más exigente cuando quieres sacarles el máximo partido, pero la RS 660 no te pone en aprietos aunque intentes sacarle el cien por cien. Las suspensiones se componen de una horquilla invertida KYB con barras de 41 mm y regulable en tres vías que funciona muy bien, tal y como viene de serie cubre un gran rango de utilización, ya seas un piloto novel o uno más experimentado, además tiene una buena capacidad de absorción. Es cierto que los más agresivos o los que rueden con ella en circuito tendrán que ajustarla para que sea un poco más resistente en los apoyos más fuertes y se ralenticen un poco sus reacciones.
Detrás se monta un amortiguador directo que tiene un comportamiento correcto pero que está un paso por detrás de la horquilla y se notan unas reacciones menos precisas, especialmente cuando pasas por baches a alta velocidad. Lo bueno es que el chasis, realizado en dos piezas atornilladas en la pipa de dirección y utiliza el motor como elemento estructural, consigue que todo funcione en un gran equilibrio. Un trabajo al que le ayuda que solo pese 169 kg en vacío y 181 kg en lleno verificados, unas cifras muy bajas.
El basculante, anclado al cárter, también tiene unas formas llamativas y colabora a que esa combinación de estabilidad y agilidad sea posible, además cuenta con una terminación en brillo muy vistosa, que tiene en su contra que dependiendo de dónde ponga el pie derecho su dueño se puede marcar antes de lo deseado. Es una moto corta entre ejes, menos de 1.400 mm, así que la combinación es magnífica y recuerda de alguna manera a aquellas Aprilia RS250 de calle tan divertidas de finales de los '90. Sus llamativas decoraciones también son un guiño a esa época, cuando los colores de las motos eran explosivos. Integrado en su frontal tan particular hay un grupo óptico con soluciones interesantes, como los intermitentes integrados en los faros DRL, el sensor de luminosidad que enciende automáticamente las luces de cruce y las luces adicionales que se encienden cuando se inclina para iluminar el interior de la curva.

Aprilia RS 660: Herencia RSV4
La mayoría de los motores que Aprilia ha puesto en producción en los últimos años han sido en V, ya fuese de dos o cuatro cilindros, a excepción de los pequeños monocilíndricos. Así que el hecho de que este nuevo modelo monte un bicilíndrico en paralelo es interesante y remarca el compromiso del equipo de desarrollo por ofrecer algo nuevo. El motor ha sido diseñado tomando como base los cilindros delanteros de la RSV4, con la que también comparte el diámetro de los cilindros y el trabajo fluidodinámico de la culata, y se ha buscado que el bloque sea compacto y que tenga un tacto similar al de un motor en “V” con el cigüeñal calado a 270º. En la práctica te encuentras un motor muy agradable, de carácter dócil y que funciona muy “redondo” a bajo régimen. En la zona media hay más pegada, pero no es una moto que sea especialmente directa de manera que nunca te pone en aprietos y si quieres sacarle el máximo partido puedes llevarlo hasta 11.000 rpm y utilizar el cambio semiautomático para no perder tiempo en las operaciones de cambio. Las sensaciones de aceleración son buenas ya que el ligero conjunto hace que le cundan esos 100 CV, y se aprecia el trabajo que ha hecho Aprilia para conseguir una buena relación peso/potencia. Aunque si la comparamos con el siguiente escalón de deportivas, que rinden más de 150 CV, no tiene una pegada tan impactante. A cambio le puedes sacar partido en muchos escenarios y no necesitas un circuito para poder abrir el acelerador a tope.
Dispone de una electrónica de última generación, que ofrece cinco completos modos de gestión, tres para la carretera y dos para circuito, de los que puedes configurar totalmente dos. Las posibilidades de reglaje que ofrece son muy elevadas, ya que la electrónica es incluso más moderna que la utilizada en la RSV4 y el paquete APRC gestiona el control de tracción, el antiwheelie, el freno motor, el mapa de la inyección y el cornering ABS. Por si esto fuera poco también tiene control de velocidad. Es cierto que con 100 CV no necesitas grandes ayudas electrónicas, ya que con buenas condiciones de agarre es difícil hacer deslizar el neumático trasero, además con la suave y progresiva entrega de potencia no estresa nada el tren trasero. Pero si fuerzas demasiado puedes ver cómo se encienden las luces de aviso del sistema en la parte superior de la pantalla TFT a color. Y también es útil cuando hay poco agarre o elementos deslizantes en la ciudad. El manejo de esta completa electrónica no es muy complicado, ya que con un pulsador de la piña derecha accedes directamente a un menú donde puedes configurar los mencionados parámetros de los mapas, mientras que para el resto de opciones tienes que navegar con la gran piña izquierda, que aunque no es muy vistosa es fácil de usar.

No hay unas diferencias enormes entre los modos pero tienes capacidad para adaptar la moto a tus gustos y el trabajo de la electrónica está a un gran nivel, algo que se traduce en una gran seguridad, ya que tanto el control de tracción como el ABS en curva van a impedir que la moto deslice o se descontrole por mucho que lo intentes. El ABS también está a la última, con asistencia durante la inclinación, tres niveles de regulación y además se puede desconectar el trasero. Los frenos tienen un equipo Brembo, con pinzas radiales de cuatro pistones y bomba también radial, que tiene buen tacto y la potencia correcta para sacarle el máximo partido. En las frenadas ayuda también el cambio “quick shift” y el sistema antibloqueo de embrague. Así que en general es una moto segura y accesible para usuarios de diferentes niveles de conducción, puede ser la primera deportiva para los que ya tienen algo de experiencia y también una moto de carreras los pilotos de la categoría Lightweight de las road races. Ya hay otras marcas que también han tomado este camino, como Ducati y Honda, así que estamos volviendo al concepto inicial de las supersport y a ver de nuevo deportivas accesibles.
Aprilia RS 660: Usuario
En las motos de la generación actual se emplea más tiempo configurando las diferentes posibilidades de la electrónica que la mecánica, así que hemos pasado de carburar y regular suspensiones con el destornillador a navegar en completos menús. Aquí se hace a través de la piña izquierda que cuenta con cuatro pulsadores muy bien ubicados, con los que configuras la moto, la instrumentación y los modos de motor. De los cinco disponibles hay tres para carretera, Commute, Dinámico, Individual, y dos para circuito, Challenge y Time Attack. Tanto Individual como Time Attack son completamente configurables, de modo que con solo pulsar el botón de la piña derecha accedes a un menú donde se despliegan todos sus parámetros, mapa de motor, control de tracción, antiwheelie, freno motor y ABS, y ajustarlos a tu gusto.
La instrumentación digital TFT en color cuenta con dos posibilidades de visualización para los diversos parámetros, en las pantallas denominadas Road y Track. En ambos casos hay retroiluminación automática según la luz ambiental, gracias a la presencia de un sensor crepuscular.

Aprilia RS 660: Nuestras prestaciones
La respuesta del bicilíndrico en la vida real queda plasmada en la gráfica de la curva de potencia, ya que se ve cómo sube de manera progresiva y con una entrega constante durante toda la gama. Los valores de par también son constantes en toda la gama y hay buena dosis de par desde 6.000 rpm hasta el corte de encendido a 11.500 rpm.

Aprilia RS 660: Conclusión
Aprilia se une a la categoría de las deportivas de clase media, que se inspiran en el concepto de las supersport, con la RS 660. Y lo ha hecho utilizando una base completamente nueva que tiene un carácter deportivo pero que es válida para todos los públicos. Después de probarla en diferentes días, condiciones y carreteras ha quedado claro que es una moto divertida, con la que te puedes concentrar en disfrutar de la conducción, sientes que la dominas a ella y no ella a ti. Y que además sirve para todo lo que se ocurra, ir al trabajo, hacer curvas, viajar o rodar en pista. Ofrece unas buenas prestaciones, un equipamiento muy completo y una electrónica a la última, que te da tanto seguridad como posibilidades de ajuste. Todo esto aderezado con una carrocería muy llamativa con carenados de doble pared.
Para los que vengan de motos de más de 150 CV el motor puede quedarse un poco corto, especialmente si se utiliza en circuito, pero para un gran número de usuarios tiene la potencia justa. También es interesante que su precio es muy competitivo teniendo en cuenta todo lo que ofrece. Tendrá las rivales más directas en la Ducati Supersport 950, más cara y con mayor cilindrada y en la Honda CBR650R, algo más barata pero con un motor de cuatro cilindros en lugar de dos, como sucede con las italianas. Su llegada supone un soplo de aire fresco en la categoría de estas deportivas que ofrecen otra alternativa y pueden servir de paso intermedio para muchos usuarios.
