Aprilia se ha revelado contra los elementos ofreciendo al gran público una moto excepcional que se supera a sí misma. Como buena referente entre las superbike, no debía ser nada fácil fabricar una RSV4 Factory mejor que la anterior, pero los técnicos de Noale lo han logrado con esta nueva RSV4 APRC Factory. Y no lo han hecho remodelando el motor o actuando sobre la parte ciclo, que apenas reciben mejoras (ver recuadro «Evolución constante»). Lo han conseguido trabajando intensamente en la electrónica, un hecho que afortunadamente se está generalizando en los diferentes fabricantes y que hoy día marca la diferencia entre lo bueno y lo mejor. Y qué mejor lugar para comprobar las cualidades de esta remodelada superbike que el circuito de Jerez en un perfecto día otoñal...
APRC
Aprilia Performance Ride Control son las siglas que marcan las distancias. Bajo su auspicio encontramos tres elementos que facilitan la vida al piloto en conducción deportiva, tanto en carretera como en circuito, y que además se ajustan con precisión en función del nivel de pilotaje, las condiciones climatológicas y el desgaste de los neumáticos. Así, en primera instancia tenemos un inédito control de tracción, regulable en ocho posiciones y que aporta a los ya conocidos de otros fabricantes dos importantes novedades: se puede regular sobre la marcha con unas prácticas y sencillas levas localizadas en la piña izquierda; y es válido para cualquier neumático independientemente de la medida o el fabricante, pues cuenta con un sistema de autocalibración. Los cuatro primeros niveles son muy intrusivos en circuito, mientras que los siguientes se van reduciendo a medida que vas más rápido. En la práctica y si tienes un buen nivel de pilotaje el 1 es el acertado, permitiéndote «flotar» sobre el asfalto con más gas de lo que sería habitual completamente inclinado y con toda seguridad. Las zonas rápidas las haces todavía más rápido, mientras que en las lentas y en momentos muy puntuales puedes tener la sensación de que te frena mínimamente al actuar, pero sin duda merece la pena.
La segunda novedad es el sistema anticaballito AWC (Aprilia Wheeling Control), con tres niveles de regulación, que evita ponerte por montera la RSV4 en fuertes aceleraciones. Actúa muy suavemente y sólo a la salida de los ángulos más cerrados. La posición tres es muy intrusiva, demasiado si buscas tus mejores tiempos en pista, aunque te da mucha seguridad y en carretera seguro que es la acertada. Mientras que con la dos y especialmente la uno puedes rodar al límite aprovechando todas las prestaciones sin que tengas la impresión de que te resta décimas a la salida de los virajes.
El tercer «gadget» exclusivo de la RSV4 APRC Factory es ALC (Aprilia Launch Control), o control de salida, gracias al cual puedes acelerar «gas a fondo» y tu sólo tienes que jugar con el embrague para conseguir una buena salida. Esto es algo menos útil en la vida diaria, pero ahí está por si quieres correr con ella y te aseguras una arrancada fulgurante al estilo Pedrosa.
Conjunto conocido
El comportamiento general de la RSV4 no cambia. Mantiene su excepcional manejabilidad y ligereza, con una excelente ergonomía y un tamaño muy contenido más cercano al de una supersport que una superbike. Y por supuesto conserva el excelente equipamiento anterior, con multitud de posibilidades de regulación en chasis y suspensiones, además de los mejores componentes, y con todo el carácter de su motor V4 completamente diferente al de sus rivales.