Ducati Hypermotard SP. Prueba

Ducati nos deleita con una cautivadora Hypermotard SP. Una moto visceral que se sitúa en la cúspide de la pirámide evolutiva, y que está dispuesta a saciar tu hambre de carretera y curvas

Texto: Óscar Pena. FOTOS: Juan Sanz

Ducati Hypermotard SP. Prueba
Ducati Hypermotard SP. Prueba

La renovada saga Hypermotard cuenta con un miembro muy especial en la familia. A las conocidas versiones básica e Hyperstrada (dirigida a un uso más polivalente), se suma la SP, que como viene siendo habitual en la firma de Bolonia, se caracteriza por ofrecer un enfoque y comportamiento más deportivo y extremo, a través de certeros cambios en su equipamiento. Con ellos, la bicilíndrica con motor Testastretta a 11º de 821 cc y bastidor tubular de acero, cobra una nueva dimensión, y se transforma en una montura tan personal como efectiva.

La Hypermotard SP recuerda por su imagen y por sus características a las motos de corte supermotard. Más incluso que la versión estándar. Para ello recurre a una estética minimalista y a una configuración de suspensiones muy particular que es a la postre su principal rasgo de identidad. Destaca la enorme altura libre al suelo proporcionada por el gran recorrido de sus exclusivas suspensiones, con 185 mm y 175 mm,hm delante y detrás respectivamente. La horquilla es invertida y presurizada Marzocchi de gran calidad (con 50 mm de diámetro de barras), y el amortiguador está firmado por la prestigiosa marca sueca Öhlins. Ambos son regulables en tres vías, y por encima de cualquier otra consideración, se caracterizan por su excepcional comportamiento, claramente por encima en términos de eficacia que los equipos montados en las versiones estándar e Hyperstrada. Con un tacto realmente muy progresivo y firme, confieren al piloto gran seguridad en cualquier maniobra, especialmente en carretera y a ritmo deportivo, que es después de todo para lo que ha sido desarrollada la Hypermotard SP. Ya sea en fuertes deceleraciones o en medio de la trazada, te ayudan a percibir cada irregularidad del terreno, y lo sobrepasan con absoluta nobleza, y todo eso a pesar de la complejidad que suponen sus largos recorridos. Por otro lado, y gracias a la ya comentada altura libre de la Hypermotard SP, muy difícilmente te limitará por inclinación en conducción deportiva. Algo que sí hacen las otras versiones de la saga, cuyos estribos rozan relativamente pronto contra el suelo.

En el lado menos positivo de la ecuación, el plano y firme asiento de la Hypermotard SP es realmente elevado (890 mm de altura con respecto al suelo), lo que resta manejabilidad al conjunto en parado y a baja velocidad, y dificulta sensiblemente el acceso tanto al conductor como al pasajero. En ambiente urbano este detalle le resta polivalencia y maniobrabilidad. En cualquier caso, si es algo que por tu altura o destreza te perjudica especialmente, siempre puedes instalar el asiento rebajado que opcionalmente comercializa Ducati y que a buen seguro mitigará sensiblemente este inconveniente.

Aparte de las particulares suspensiones, la Hypermotard SP, que busca por encima de todo la máxima diversión, se distinguepor la utilización de ligeras llantas Marchesini forjadas calzadas con unos súper deportivos y eficaces Pirelli Diablo Supercorsa SP (los mismos que utilizan las superbike de la marca), y por la exclusiva decoración tricolor, que de un vistazo te traslada al departamento Ducati Corse, y te anima a estrujar el puño derecho cada vez que tomas sus mandos. Pero hay mucho más. Monta un espectacular basculante monobrazo, un manillar de sección variable en aluminio, componentes en fibra de carbono (guardabarros delantero, y tapas de distribución), y la preinstalación de un sistema antirrobo, puños calefactables y navegador. Como no podía ser de otro modo, también viene equipada con lo mejorcito en cuestión electrónica de la fábrica de Borgo Panigale: desde el acelerador «Ride by Wire», a los tres modos de potencia, pasando por sus ultra efectivos sistemas de control de tracción y ABS...

La Ducati Hypermotard SP está envuelta por un halo de explosividad y eficacia, que supera ostensiblemente a las anteriores versiones, tanto la 796 como las 1100 y 1100 EVO. Para ello, curiosamente y en contra de lo que pueda parecer, se ha reducido la agresividad de su bastidor, y se ha dotado a su nuevo motor Testastretta a 11º y 821 cc de una finura y tacto desconocidos en sus predecesoras. De este modo gana enteros en casi cualquier ambiente, eso sí, manteniendo la personalidad y características propias del modelo, que no son pocas. Su propulsor rinde unos deseados 103 CV de potencia máxima verificados. Suficientes para disfrutar plenamente de sus cualidades dinámicas. Además, estos se combinan con un peso total ciertamente contenido, que se sitúa en 195 kg con todos los llenos, y con una eficaz caja de cambios cuyo desarrollo se percibe realmente acertado en todas sus velocidades. El modo
de entregarlos es realmente progresivo desde muy bajas vueltas y hasta el corte de encendido, entre otras cosas, gracias a su moderna electrónica. Destacan su acelerador «Ride by Wire» que ofrece una respuesta inmediata y un control muy preciso sobre el puño derecho; y los tres modos de potencia (Race, Sport y Wet), a las que van asociados tres diferentes niveles de control de tracción personalizables (de 1 a 8), y tres niveles de actuación del ABS de última generación. Todo ello es fácilmente regulable desde la piña izquierda, y te anima a ir incrementado el ritmo en cada tramo gracias a la seguridad que aporta. Y es que son realmente excitantes las sensaciones de confianza y control que proporciona a la salida de las curvas.

Otras cuestiones por las que destaca el nuevo propulsor de 821 cc con refrigeración líquida son el excelente trabajo de su embrague antibloqueo APTC (Adler Power Torque Plate Clutch), el bajo consumo de combustible (5,7 litros a los 100 km de media en la prueba), o los amplios periodos entre mantenimientos (cambio de aceite y filtros cada 15.000 km, y reglaje de válvulas cada 30.000 km). En el lado opuesto, el embrague activado por cable no tiene mucho recorrido, y como en el resto de la saga, en un momento de despiste puede ponerte en un compromiso. En una maniobra a baja velocidad o una salida desde parado que requiera de la dosificación de la maneta izquierda, por poner algún ejemplo.

El moderno propulsor se localiza en un chasis tubular de acero que rememora las mejores sensaciones de los bastidores de la fábrica boloñesa. Así, rigidez, estabilidad o deportividad son adjetivos que no le son ajenos. Sin embargo, en comparación con las anteriores versiones de la Hypermotard, esta moto es más noble y fácil de pilotar en cualquier tesitura. También es más segura y precisa cuando ruedas cerca de los límites. En autopista es tremendamente estable a cualquier velocidad, y tu ritmo solo se ve mermado por los límites establecidos, por la fatiga que supone el circular con total ausencia de protección aerodinámica, o por la peculiar posición de conducción. Es por ello que esta no sea precisamente la mejor Ducati para viajar. Más bien todo lo contrario. Sin embargo, cuando tomas una carretera virada las tornas cambian, y la Hypermotard SP se transforma en un arma temible. Su ergonomía está en total sintonía con su filosofía. A sus mandos circulas erguido y bastante cerca del manillar, con los estribos también en una ubicación ciertamente adelantada. El asiento, por su parte, es bastante plano en la parte delantera, con un pequeño relieve detrás que ayuda a frenar tu cuerpo en las aceleraciones más contundentes. Por otro lado, la SP sobresale por su agilidad, siendo los rápidos cambios de dirección, o las pequeñas improvisaciones en medio de la trazada, un juego de niños para ella. También acepta con absoluta naturalidad y solvencia las carreteras de firme irregular, y jugando con sus efectivas y sensibles suspensiones, puedes adaptarla a casi cualquier terreno.

Por su parte, el tren delantero transmite en fuertes deceleraciones una tremenda seguridad, y eso a pesar de circular a una considerable altura. Tanta como para ver por encima de algunas furgonetas, para hacernos una idea. Con una potencia de frenada excelente y un tacto y dosificación muy agradable (más que en sus hermanas de saga gracias a la mayor solidez de su horquilla), es muy estable al frenar en línea recta, para luego dirigirte con total precisión al interior de los virajes más cerrados, o mantener rapidísimos pasos por curva en las de radio más amplio. La tracción a la salida de los virajes es igualmente notable cuando aprovechas bien sus múltiples asistencias electrónicas, para mantenerse luego alineada y estable, sin latigazos en la dirección como en anteriores versiones, cuando efectúas una conducción muy agresiva.

La Hypermotard SP tiene un precio que circunda lo exclusivo, al situarse en 13.807 €. Con todo, ofrece, como hemos visto, unas cualidades muy concretas que difícilmente puedes encontrar en el mercado. Además, su equipamiento es realmente completo, y comprende desde una evolucionadísima electrónica a una parte ciclo de gran calidad, pasando por un nuevo propulsor Testastretta a 11º de 821 cc que destaca por su suavidad y potencia. A todo esto hay que sumar muchos detalles de equipamiento ya comentados, y otros que hemos pasado por alto, como por ejemplo los cubremanos con intermitentes integrados, que es otro de sus rasgos característicos; o unos espejos retrovisores de líneas muy deportivas que ofrecen una aceptable visibilidad de lo que ocurre a nuestras espaldas. Opcionalmente, el catálogo de accesorios de Ducati para la Hypermotard SP es realmente muy extenso y completo. Comprende entre otras cosas protecciones en carbono para el motor y la parte ciclo, un baúl superiors y maletas laterales semirrígidas, bolsa sobre depósito, una pequeña pantalla delantera, diversos tipos de asientos (uno rebajado para reducir la distancia al suelo y otro más confortable), un caballete central, caballetes deportivos para llevarla al circuito, diversos sistemas de escape, un kit de navegación y antirrobo, etc...

La Ducati Hypermotard SP es una moto muy especial, que se sitúa en el lado más extremo de una particular forma de disfrutar de las dos ruedas. Es excitante, visceral, se comporta de forma sobresaliente y se inspira en el formato establecido para las motos de supermotard. En consecuencia tiene el aspecto exterior de una off road, aunque «de diseño» italiano, y equipa unas suspensiones de larguísimo recorrido y excelente calidad, inusuales en las motos convencionales de carretera. A esto se suma muy acertadamente un rígido bastidor tubular y un propulsor perfectamente adaptado al medio, que con más de 100 CV de potencia máxima y una electrónica de primer nivel (con control de tracción, ABS, modos de motor, etc.), te transportan al particular mundo de la Hypermotard. Quizá no sea la moto ideal para todos los ambientes y ni mucho menos para todos los días, pero sin duda en carretera y circuitos «cortos», es la perfecta aliada para divertirse a tope.

MOTOR

  • Tipo 4T, 2 cil. en V a 90º,
  • refrigeración líquida
  • Distribución DOHC, 8 válvulas
  • Diám. x carrera 88 x 67,5 mm
  • Cilindrada 821 cc
  • Compresión 12,8:1
  • Pot. máx. decl. 110 CV (81 kW) a 9.250 rpm
  • Par máx. decl. 9,1 kgm (89 Nm) a 7.750 rpm
  • Alimentación/Toberas Inyección electrónica

TRANSMISIÓN

  • Embrague/Mando Multidisco en aceite/Por cable
  • Cambio 6 relaciones
  • Trans. secund. Cadena

CHASIS

  • Tipo Multitubular de acero
  • Basculante Monobrazo de aluminio
  • Avance 104 mm
  • Lanzamiento 25,5º

SUSPENSIONES

  • Delantera Horquilla invertida Marzocchi
  • Barras 50 mm
  • Recorrido 185 mm
  • Reglajes 3 vías
  • Trasera Monoamortiguador progresivo Öhlins
  • Recorrido 175 mm
  • Reglajes 3 vías

FRENOS

  • Delantero 2 discos de 320 mm
  • Pinza 4 pistones anclaje radial
  • Trasero Disco de 245 mm
  • Pinza 2 pistones

RUEDAS

  • Delantera. Llanta 120/70-17". 3,5"
  • Trasera. Llanta 180/55-17". 5,5"

CIFRAS DECLARADAS

  • Peso lleno 194 kg
  • Depósito 16 litros
  • Dist. entre ejes 1.505 mm
  • Altura asiento 890 mm