KTM 200 Duke

La KTM 200 Duke incorpora un nuevo y eficaz sistema antibloqueo de frenada ABS en su versión 2013. De este modo se completan las excelentes cualidades de esta pequeña «streetfighter» austriaca.

Oscar Pena. Fotos: Juan Sanz

KTM 200 Duke
KTM 200 Duke

La KTM 200 es una mini streetfighter de corte polivalente y muy capaz, que te transmite grandes sensaciones deportivas ya sea en carretera como en ciudad. Comparte todos sus componentes con el modelo de 125 cc (prácticamente hasta el motor), y obviamente aporta unas prestaciones superiores por unos pocos cientos de euros mas. Gracias a esto, el radio de acción se amplía considerablemente, permitiendo a los jóvenes a los que va dirigida desplazamientos de medio alcance con los que disfrutar de entretenidos trayectos por carretera aprovechando su gran potencial. Eso sí, no es menos cierto también que la «ciento veinticinco» puede ser conducida con carné de coche, y la «doscientos» no.

La indisoluble unidad entre los modelos de 125 cc y 200 cc es palpable y salta a la vista. De hecho, la base de partida de la KTM 200 es el monocilíndrico de cuatro tiempos y refrigeración líquida de la versión del «cuarto de litro». Este experimenta una subida de cilindrada de un 60 por ciento, además de incorporar componentes con un diseño acorde a su cilindrada. De este modo, son diferentes los árboles de levas, las válvulas de mayor tamaño, además del pistón y del cilindro, que lógicamente son más grandes. Completando las diferencias, destacan un cigüeñal propio, caja de admisión del aire y escape. Este último, que se mantiene en una posición central (bajo el motor), favorece la centralización de masas y está dividido en tres cámaras e incluye catalizador. Con todo, el motor desarrolla una potencia máxima verificada en nuestro banco de 26 CV a 9.970 rpm (15 CV a 9.870 rpm la 125 cc). Una cifra nada despreciable, lo que unido a su ligereza y manejabilidad, la lanza más allá de los 130 km/h reales por un lado, y la hacen realmente divertida en cualquier ambiente, por otro. Aunque en esto tiene más que ver, como analizaremos un poco más adelante, con la eficacia de su parte ciclo, un aspecto que en KTM saben trabajar con gran acierto sobre sus modelos...
Desde parado, la 200 Duke arranca con gran soltura, lo que te permite una utilización ciudadana muy competente, y a partir de las 7.000-8.000 rpm, y hasta el corte del encendido, es cuando despliega todo su potencial con gran energía. A partir de este concreto régimen de giro del motor también cambia el sonido, y pasa a ser mucho más agudo y deportivo. Al unísono, aumentan las vibraciones que llegan al conductor. Estas pueden hacerse algo incómodas, por lo que salvo que busques exprimir la Duke al máximo, lo normal es subir una velocidad para relajar el esfuerzo realizado sobre el pequeño monocilíndrico. La caja de cambios es precisa y bien escalonada, mientras que el consumo, con apenas 3,4 litros a los 100 km de media en esta prueba, es sobresaliente e ideal para uso cotidiano.

Una moto como la nueva 200 Duke ABS va dirigida a un público joven y dinámico, que quiere encontrar en su montura sensaciones de una deportiva. Y así emular las experiencias transmitidas por sus hermanas mayores, como las 390 y 690 Duke. En su caso, la pequeña 200 no desentona lo más mínimo, y permite una conducción atrevida en zonas viradas, sin comprometer el confort en ciudad o autopista. La rigidez de su chasis multitubular y su geometría son de lo mas acertados, y se dirige de un lado a otro con soberbia facilidad y sensación de seguridad. Sus suspensiones cumplen aceptablemente, aunque la imposibilidad de ajustar la horquilla la limita cuando buscas ir un paso más allá a nivel deportivo. No obstante, son los neumáticos que monta de origen su punto más débil debido a su adherencia limitada en seco y en mojado, siendo lo primero a cambiar caso de invertir en ella una vez ya es de tu propiedad. El nuevo ABS que equipa de serie (también la versión de 125 cc) le sienta de maravilla. Su tacto es agradable y entra en funcionamiento antes de bloquear las ruedas. Detrás es fácil hacerlo saltar lógicamente, pero delante es mucho más complicado, dando así muestras de su buen ajuste para que no te limite en ninguna circunstancia.
Así las cosas, pocas motos encuentras en el mercado con las prestaciones y cualidades de la 200 Duke ABS, una pequeña «streetfighter» de bolsillo, ideal para introducirse en el mundo de las deportivas desnudas.