Objetivo 100.000: Kawasaki ZX-10R

En 2002 compré una CBR900RR Fireblade, le hice unos 75.000 km y la tuve hasta el 2006. En un principio iba a comprar una CBR1000RR, pero al final me decidí por una Kawasaki ZX-10R Ninja y después del tiempo pasado pienso que fue la decisión más acertada.

Jesús Javier Serrano Pérez

Objetivo 100.000: Kawasaki ZX-10R
Objetivo 100.000: Kawasaki ZX-10R

Mi nombre es Jesús Javier, aunque todo el mundo me conoce como «Chuchín». Desde siempre me han gustado las motos, pero los últimos 14 años debido al cambio de mi profesión, al poder disponer de más tiempo, es cuando realmente he podido disfrutar de ellas.

Comencé mi andadura en el mundo de las motos hacia el año ‘98 con una Honda SLR 600. Le hice unos 45.000 km, la mayor parte de ellos por pistas y con ella sufrí la única caída que he tenido. También he tenido motos de enduro, con las que he compartido la afición con mi hijo, lo que realmente me gusta son las deportivas. Así, en el año 2002 compré una CBR900RR Fireblade y le hice unos 75.000 km y la tuve hasta el 2006. Con esta moto disfrute verdaderamente de lo que es la conducción deportiva, saliendo de ruta con ella todos los fines de semana durante prácticamente todo el año. A pesar de su rueda delantera, estaba muy contento con ella, y por eso en un principio estaba interesado en comprar una Honda CBR1000RR, pero al final me decidí por la Kawasaki ZX-10 R Ninja.

Al montarme por primera vez en la Kawasaki noté un cambio total y en ese momento me di cuenta de que el cambio había sido una decisión acertada. El manejo en comparación con la moto anterior era mucho más sencillo y la respuesta del motor era mucho más elástica. La frenada también era muy buena pero notaba algo que no me gustaba. Decidí llevarla a mi taller de confianza (Moto Tr3s) en Tudela, detectamos un fallo y Kawasaki cambió todo el sistema de frenado delantero excepto los discos. La verdad es que la marca se portó muy bien. Solucionado este problema pude disfrutar realmente del mordiente de la frenada de la moto.

 

Con esta moto prácticamente he recorrido toda Europa, he ido con ella a los GGPP de Assen, Brno, Le Mans, Estoril y por supuesto a todos los de casa. Fue durante el viaje de ida a Brno donde batí mi récord sobre una moto, 15 horas, parando lo justo para repostar y comer un bocata. Desde Tudela hasta un pequeño pueblo de Alemania cerca de la ciudad de Munich, 1.800 km. También en estos viajes he podido disfrutar de mi moto en las famosas Autobahn. Fue ahí donde por primera vez llegué al límite de velocidad de la moto. Lo que menos quería en ese momento era mirar el marcador. Fue breve pero intenso. Poder decir que has llegado a la velocidad punta de una 1000 no es fácil. También he realizado con ella tandas en Alcarras, Alcañiz, Los Arcos y Pau (Francia). En circuito es una moto que se disfruta mucho gracias a su enorme potencia y su fuerte frenada.

Pero en realidad lo que me gusta es salir los fines de semana a hacer rutas por carretera con los amigos. Las solemos hacer por las Navarra, País Vasco, La Rioja, Castilla–León y Aragón, disfrutando de su gastronomía. Nos gustan las carreteras secundarias, con muchas curvas y, si pueden ser, con puertos. También solemos acudir a concentraciones moteras de esta zona, como la «Pellejo», de Ribaforada a la que no faltamos. Está muy bien organizada y acuden muchos moteros sobre todo de la parte norte de España.

La verdad es que la moto me ha puesto muy fácil poder llegar a la mágica cifra de los 100.000 kilómetros. Eso sí, la he cuidado muchísimo, siempre duerme en garaje, además, antes de salir de ruta siempre la reviso. Siempre dejo que coja temperatura antes de ponerla en movimiento, y gracias a esto nunca he tenido ningún problema mecánico. Y nada más llegar a casa, siempre dejo la moto lista para la siguiente y la tapo con una funda. Como dice el refrán: «Recoges lo que siembras».

Hace mucho tiempo que me gustaría cambiarla, pero la verdad es que con lo bien que me ha ido y que me va con ella, me es muy difícil separarme de ella, así que lo que realmente me gustaría sería poder llegar a los 200.000 km sin tener ningún problema, como hasta ahora.

Eso sí, cuando me decida a cambiarla, estoy prácticamente seguro de que me volveré a comprar otra Kawasaki. Lo único que me ha frenado hasta ahora, además de lo comentado anteriormente, es que no me gustan los tubos de escape por el lateral; a mí me gustan más por debajo del asiento, pero casi ninguna marca las fabrica así. No sé cómo las marcas no se animan a poner los tubos de escape como en las motos de MotoGP, uno lateral y abajo y otro por debajo del colín, una cuestión que hemos tratado en muchas reuniones de moteros y todos piensan que tendría aceptación. Por último, me gustaría dar las gracias a Kawasaki por fabricar este modelo, que tan espléndido resultado me está dando.

  • Profesión: Autónomo, agricultura y alquiler de inmuebles.
  • Lugar de residencia: Fontellas, Navarra.
  • Mejor ruta: Tudela, Uncastillo, Sos del Rey Católico, Yesa, Aibar, Olite, Tudela.
  • Kilómetros actuales: 100.337 km.
  • Consumo medio: 7 l/100 km.
  • Lo que más me gusta: Aceleración y entrega de potencia.
  • Lo que mejoraría: Me gustaría de que llevase control de tracción.
  • Próximo obejtivo: Me gustaría hacerle 50.000 km más.