Suzuki encuentra en las motos deportivas su "leitmotiv", y es por ello que pese al enorme declive de este segmento en los últimos tiempos no ha dudado en desarrollar una novedosa Suzuki GSX-R 600 que supere ampliamente a su predecesora. Y es que la moto que hemos probado bajo unas condiciones climatológicas sensacionales en el circuito de Almería nos ha sorprendido y mucho, ofreciendo una calidad de rodadura, unos componentes, y un comportamiento dinámico que hará las delicias de sus futuros propietarios. Y por ende, se convertirá en una clara aspirante al reinado de las supersport.
Reinventar la Suzuki GSX-R 600
La filosofía a la hora de reinventar la Suzuki GSX-R 600 parece haber sido "como la anterior, pero cambiando todo de ella". El aire de la saga permanece, pero el carenado es otro en todas y cada una de sus piezas. Es más ligero y mucho más corto, y sin embargo la posición a los mandos y su habitabilidad no varían. Un acierto, pues sin duda la Suzuki es la moto más cómoda de su categoría gracias a su descansada posición de conducción y gran protección aerodinámica. Ahora ésta es todavía mejor, como superior es el confort debido a la disminución del ruido de admisión al acelerar (incluso circulando a bajas revoluciones antes parecía que el motor fuera explotado al máximo), o a la posibilidad de regular los estribos en dos alturas, lo que permite ajustarlos a diferentes tallas de piloto y estilos de conducción.
El buen tacto del embrague y el cambio, el bajo índice de vibraciones y el excelente comportamiento de su bomba de freno radial (suave en el primer tramo para evitar sustos en frenadas de emergencia en ciudad y con un mordiente desconocido en ninguna supersport japonesa después), corroboran estas buenas impresiones pensando en un uso ciudadano y en rodar por carretera. Incluso las mejoras efectuadas en el motor, con un mejor empuje a bajo y medio régimen de giro, parecen encaminarse en esta dirección… Pero no señores, la optimización del propulsor, en combinación con la drástica pérdida de peso del conjunto (ver recuadro), y la mejora notable de la parte ciclo con profundas revisiones de chasis, horquilla y frenos, van dirigidas a mejorar su comportamiento en circuito, un ambiente en el que la GSX-R 600 obtiene matricula de honor.
Relación peso-potencia de la Suzuki GSX-R 600
La Suzuki GSX-R 600 pasa de la peor a la mejor supersport japonesa en este parámetro (a falta de confirmarlo cuando tengamos una unidad de prueba en la redacción para enero), y esto se refleja claramente en la pista. Se aprecia su ligereza y facilidad para cambiar de dirección, así como la excelente velocidad de entrada en curva. Es una moto intuitiva, segura, que se dirige donde apunta tu mente y que pisa francamente bien, algo en lo que tiene mucho que ver la nueva horquilla Showa BPF. A la moto de Hamamatsu ésta le sienta de maravilla, algo que no ocurre del todo en otros modelos de la competencia a los que parece no adaptarse tan bien, al menos al gusto de un servidor. Suave, progresiva y con una capacidad de regulación excelente, te permite unas licencias deportivas de primer nivel. Como también lo hacen sus poderosas pinzas radiales Brembo, que te proporcionan toda la potencia y progresividad que quieras. Por fin se equipan en en una supersport japonesa, y por fin también no desfallecen los frenos a las pocas vueltas de rodar con el cuchillo entre los dientes. Más vale tarde que nunca, diría el refranero.
Por otro lado, la distancia entre ejes se ha reducido sensiblemente con el nuevo chasis 15 mm más corto, algo que no ha traído inestabilidad o nerviosismo de dirección. Todo lo contrario, la GSX-R 600 es súper estable dentro de las curvas en máxima inclinación y por muy a saco que salgas de las mismas la dirección permanece sin descomponerse y sin obligarte a cortar gas incluso pisando los pianos (caso de ser poco agresivos como los del trazado andaluz). La geometría escogida por los diseñadores y el buen trabajo de los amortiguadores trasero y de dirección electrónico contribuyen a este buen hacer.
Poderoso motor de la Suzuki GSX-R 600
El motos de la Suzuki GSX-R 600, un cuatro cilindros en línea, no experimenta grandes cambios, pero sí se aprecia un mejor comportamiento gracias al nuevo diagrama de distribución de los árboles de levas, los pistones más ligeros y la ECU más evolucionada. Además se anuncia una reducción del consumo de combustible de un 10 por ciento, un dato siempre interesante. También lo es la caja de cambios con nuevas relaciones (la primera es más larga que antes, y el resto excepto la quinta son más cortas), que sin duda le sientan de maravilla rodado en circuito, pues te permiten enlazar velocidades con una soltura y rapidez fantásticas.
Rodando al máximo la sensación de empuje es constante y bastante contundente desde muy abajo y hasta las 13.500 rpm aproximadamente. De ahí y hasta las 15.500 rpm, momento en el que llega el corte de encendido, parece que le falta un poco de «chicha»… Lógicamente, al ser un pequeño «seiscientos» si favoreces el medio régimen, es a costa de sacrificar la potencia cerca de la línea roja.
Grandes expectativas
Sin duda alguna la primera toma de contacto de la Suzuki GSX-R 600 nos hace pensar en la llega al mercado de una gran supersport, y el sabor de boca que me ha dejado no puede ser más dulce. Está un paso por delante de su predecesora en todos los aspectos, y seguro que rivalizará con sus competidoras para alzarse con la victoria en nuestras comparativas, y en hacerse con el hueco más preciado en tu garaje.
Vídeo de la Suzuki GSX-R 600 2011