Triumph Street Triple R

Presentación de la versión R de la Triumph Street Triple. La Isla de Man ha dejado por un momento de ser el escenario del Tourist Trophy para acoger la puesta de largo de la nueva Street Triple R. Una versión que hace todavía más competitiva a la naked media de Triumph.

Sergio Romero / Fotos: Triumph

Triumph Street Triple R
Triumph Street Triple R

La marca de Hinckley acertó de lleno con el diseño de la Street Triple, dado que la naked de 675 cc ha sabido unir la deportividad con la polivalencia y la facilidad de conducción. Esta moto está pensada por un lado para los que se inician en las "motos grandes" y por otro para los que quieren un carácter más marcado.

El tricilíndrico proveniente de la Daytona es el responsable de sus buenas prestaciones y también el chasis de aquella, que le sirve de base. Y es que cuando estaba a punto de finalizar el proyecto Daytona, en Noviembre de 2005, empezó el de la Street Triple. Dos años después, Julio de 2007, la moto empezaba su producción y en ese mismo momento se trabajaba en una versión especial, la R, que acaba de ser descubierta.

La Street Triple a secas tiene unas suspensiones y unos frenos acordes con su categoría y con las exigencias de mantener un precio contenido, dado que el segmento al que está destinada sufre una intensa guerra por la supremacía en las listas de ventas. Aun siendo sencilla, entre comillas, la parte ciclo rinde a buen nivel y la moto es una de las mas completas de su clase. También hay que decir que en conducción deportiva la horquilla podría ser un poco más firme.

Así que ni cortos ni perezosos los ingenieros ingleses han puesto directamente las suspensiones y los frenos de la Daytona 675 en la naked y junto a un nuevo manillar de aluminio se ha creado esta versión R. la nueva Triumph va a suponer un empuje en las ventas al diversificar la oferta, aunque el éxito ya estaba asegurado con la Street Triple que ha sido este año la moto más vendida de la marca.

La Isla
Para que la prensa internacional conociese a la nueva R se eligió un lugar muy especial, la Isla de Man, que ha sido escenario durante 101 años de la carrera en carretera más dura del mundo. Volver a ver los lugares míticos, sentir la pasión de los locales y recorrer los 60 km del Circuito de la Montaña es siempre un placer. Pero todo ese aire legendario que se respira allí suele estar frío y húmedo, y como no podía ser de de otra manera en el Mar de Irlanda la lluvia cayó con fuerza. Así que el suelo seco y mojado se alternó en nuestra prueba.

En la puerta del pub de Creg-Ny-Baa, que se encuentra donde la Montaña baja hacia Douglas, nos subimos por primera vez en la moto. En parado no se notan cambios con respecto a la versión normal, y es que la ergonomía se mantiene prácticamente inalterada, a pesar de contar con un nuevo manillar de aluminio. Bueno, el asiento está 5 mm más alto, pero no es una gran variación. Así que quedas bien integrado, llegas con los dos pies al suelo y además los estribos están lo suficientemente elevados como para no rozar en suelo. El cuadro de relojes queda bajo pero en una posición muy visible y además ofrece numerosos datos interesantes, como velocidad máxima, media, consumo instantáneo y total y aviso de sobrerrégimen, con una llamativa luz azul.

En los primeros metros sobre la moto, que aquí discurrieron por curvas tan famosas con el Kate's Cottage y Windy Corner, sale a relucir una agilidad soberbia y una gran estabilidad. En este punto ha ganado y ahora la dirección es un poco más precisa. Pero lo que más destaca es la mayor potencia del equipo de frenos. Gracias a la bomba y a las pinzas el tacto y la potencia de frenado han mejorado considerablemente. Ahora la frenada es más contundente pero es muy dosificable, como pudimos comprobar en la vuelta al circuito en la que no dejó de llover. A pesar de rodar en unas condiciones de poco agarre siempre puedes apretar la maneta de freno con confianza. También encontramos un gran equilibrio en las nuevas suspensiones, y que los muelles e hidráulicos están a medio camino entre los de la Street y los de la Daytona.

Se ha ganado firmeza y eso en conducción deportiva hace a la moto mucho más eficaz y además no se ha perdido en comodidad. Esa era la intención del equipo de desarrollo y después de recorrer la zona que va desde el final de la recta de Sulby hasta el pueblo de Ramsey, donde el asfalto está muy bacheado, lo podemos corroborar. La ligereza juega a su favor, se mantiene en esta versión el peso (167 kg declarados), y en tramos virados se mueve con una rapidez pasmosa. Además las suspensiones transmiten a la perfección las reacciones de los Dunlop Sportmax Qualifier y al ser totalmente regulables es muy sencillo adecuarlas al gusto de cada uno. En cualquier caso en manos del usuario podemos encontrar tres reglajes aconsejados, blando, medio y duro, para elegir según el tipo de conducción.

Lleno
El tricilíndrico no ha recibido cambios pero tampoco los necesitaba y es que es un prodigio en aceleración, gracias a una curva de par constante y con buenos valores. En primera si aceleras bruscamente la moto levanta el morro como si fuera de mayor cilindrada. Además llega con rapidez y sin perder hasta el corte de encendido casi a 13.000 rpm. Un motor excitante, unos frenos potentes y suspensiones de primera, todo esto lo puedes encontrar en la Street Triple R sólo por 950 euros más que en la versión básica.