Probamos la Harley-Davidson Livewire eléctrica

Harley-Davidson tiene bastante avanzado el prototipo de su custom con motor eléctrico, de hecho realizó una presentación para ser probada.

Óscar Pena. Fotos: Harley-Davidson

Probamos la Harley-Davidson Livewire eléctrica
Probamos la Harley-Davidson Livewire eléctrica

Ya hemos tenido la ocasión de subirnos a la Harley-Davidson Livewire por primera vez en el complejo automovilístico de Millbrook Venues, a las afueras de Londres, con ocasión del «projectlivewire european tour» que la marca de Milwaukee está realizando por todo el mundo para promocionar y obtener opiniones de su revolucionario modelo. Una prueba que a la postre ha sido corta pero intensa, y al tiempo que pasada por agua...

A sus mandos los emblemas de la marca te inundan, y a pesar de no hacer el más mínimo ruido, ni transmitir un atisbo de vibración, sabe invadirte del espíritu de la marca. ¿Cómo? Con su diseño de líneas deportivas al estilo de las Harley más agresivas, sus mandos, iguales a los de los modelos por motor de combustión, y su ergonomía, que te hace sentir parte integral del conjunto.

Al rodar llama positivamente la atención el poderío de su propulsor, superior al de cualquier Harley-Davidson en términos de aceleración, la extraordinaria suavidad y progresividad de su acelerador, el agradable tacto y potencia de sus frenos y el amplio giro de su manillar. También su estabilidad y solidez de dirección. Hay que acostumbrarse a no utilizar la caja de cambios, ni el embrague, y al importante efecto freno motor cuando «cortas gas».

No es particularmente ligera por sus baterías, ni ágil, como otras motos eléctricas similares, pero es muy noble y  predecible. Es una apuesta de futuro. Un ejemplo de transgresión. Harley-Davidson es un coloso, y si ya tiene en la calle mostrándonos su Livewire, otra vía con la que expandirse aparte de sus modelos animados por motores de combustión.