Desafío Ninja H2 SX en la Rider 1000

Nos embarcamos en la Rider 1000 con Lionel Ribera, el ganador del concurso y dos Kawasaki Ninja H2 SX, un desafío por todo lo alto en el que hemos vivido todo tipo de experiencias y recorrido en carreteras únicas

MOTOCICLISMO

Desafío Ninja H2 SX en la Rider 1000
Desafío Ninja H2 SX en la Rider 1000

El desafío estaba lanzado: hacer la Rider 1000 con la Kawasaki Ninja H2 SX. Lo que supone hacer 1.000 km de curvas con una moto de 200 CV sobrealimentada por compresor. Para llevar a cabo este reto hicimos un concurso entre nuestros lectores, que ganó Lionel Rivera, un usuario de una naked media con bastante experiencia, así que ya teníamos las motos y el equipo.

Conocía la Ninja H2 SX de su presentación internacional en Portugal, donde incluso pudimos exprimir su infinito motor en la recta del circuito de Estoril. Así que ya sabía de lo que es capaz una de las últimas creaciones de Kawasaki y de camino a Barcelona, donde nos encontraríamos los miembros del equipo y recogeríamos las motos, no podía evitar pensar si era un cóctel demasiado explosivo… Sin duda era un reto, de eso no había la menor duda.

Desafío Ninja H2 SX en la Rider 1000

Desafío Ninja H2 SX en la Rider 1000

Toma de contacto con la Rider 1000

Los retos que te generan duda sobre si podrás completarlos son los que luego te dan más satisfacción, por eso la Rider 1000 se ha convertido en un evento multitudinario, que este año ha tenido más de 2.500 inscritos que buscan ponerse a prueba y disfrutar de la moto durante un día muy largo en el que se puede elegir entre tres rutas, de 300, 500 y 1.000 kilómetros.

Aunque todo el que escuchaba nuestro proyecto ponía cara de circunstancia, una vez llegamos a Manresa, de donde parte y donde también termina la Rider 1000, también pudimos ver algunas expresiones faciales al ver nuestras motos, aunque en este caso eran de sorpresa. Las dos H2 SX en versión SE, que se diferencia por su mayor equipamiento, y que llama la atención cuando la ves en directo.

Desafío Ninja H2 SX en la Rider 1000

Desafío Ninja H2 SX en la Rider 1000

El equipo ya está listo y Lionel también tiene todo lo que necesita para esta aventura, equipo de cordura Kawasaki, casco HJC de la gama Marvel, The Punisher concretamente, una mochila Oggio para llevar a mano las cosas más necesarias y la Ninja H2 SX… Además se nos unen Ricard y Xavi, que se han animado en esta aventura.

La Rider 1000 te da los puntos de control por los que tienes que pasar pero no una ruta determinada, así que cada uno puede elegir en parte el recorrido que hace, pero tiene que cumplir con dichos controles para recibir la acreditación de haberla terminado.

Hay un gran trabajo de preparación si quieres adaptar la ruta a tus gustos y al tipo de moto que utilizas, pero en nuestro caso Ricard se lo curró y nos hizo una ruta que nos llevaba por los puertos de montaña más bonitos evitando algún tramo en el que no había asfalto, no era cuestión de abusar del control de tracción.

La electrónica ha sido una de las cosas que ha descubierto Lionel en esta prueba, porque las H2 han nacido con una gran gestión electrónica que permiten controlar su motor con compresor. En la práctica no es tan difícil, así que hicimos un rápido “breafing" para ver cómo se cambian los modos de **motor, el control de tracción, la información y el modo de visualización de la instrumentación y el control de velocidad. ** Con todo listo repasamos la ruta, cena rápida y a dormir que nos tocaba levantarnos a las cinco de la mañana.

En marcha con la Kawasaki Ninja H2 SX

A primera hora de la mañana el ambiente en el parking es de camaradería total y la fila de motos va avanzando para pasar el primer control y cruzar la línea de salida, donde el speaker anima al personal. Arrancamos con esa premura que te da el hecho de tener 1.000 km por delante.

Hemos decidido poner el modo low, en el que la moto da 100 CV y tiene una respuesta muy dócil del acelerador, porque corre más que suficiente pero te permite abrir el acelerador con facilidad. Parece que no pero cuando tienes que abrirlo y cerrarlo miles de veces es mejor ahorrar energía en ello y el modo low te hace sentir como en una moto turística y dócil. Lionel queda sorprendido por cómo un motor que en modo full te obliga a agarrarte como si estuvieses subido a una bala de cañón puede ser tan sencilla de manejar.

Desafío Ninja H2 SX en la Rider 1000

Desafío Ninja H2 SX en la Rider 1000

Las carreteras empiezan a estar plagadas de pequeños grupos de motos que van en busca de sellar el primer control al tiempo que el sol bajo ilumina el campo en plena explosión de la primavera. Al salir dudamos en un par de cruces pero solo hay que seguir la estela de los que nos preceden para recuperar la dirección correcta.

Es curioso ver la gran variedad de motos que hay y aunque las trail son mayoría encontramos a algún valiente con una moto de 80 cc de los años 90 y a otros con el mono de cuero a lomos de modelos deportivos.

Rumbo norte ascendemos por puertos muy revirados y estrechos hasta llegar a la Alta Garrotxa, cerca de la frontera con Francia. En esa parada el cuerpo nos pide algo de comer, suerte que llevamos en las maletas el pack de desayuno que nos han dado en el hotel y cargamos un poco las pilas. Lionel ya ha enlazado unos cientos de curvas y ha conectado con su moto.

En su cara se empieza a ver la satisfacción que da esa conexión hombre-moto, que suele llegar cuando conoces bien las reacciones de tu montura. Al ritmo fluido que exige esta prueba la Kawa se mueve bien y la postura, un poco más sport que turismo, te da buen tacto del tren delantero entrando en curva. Desde ese punto volvemos hacia el sur por un trazado más rápido y menos exigente para la moto y el piloto, aunque nunca te puedes relajar y menos perder tiempo si quieres llegar a una hora decente.

Lo bueno es que no es una carrera y eso hace que el carácter turístico reine entre los participantes, si viene alguien más rápido le dejas pasar y un grupo te ve llegar se van haciendo a un lado para que adelantes.

Desafío Ninja H2 SX en la Rider 1000

Desafío Ninja H2 SX en la Rider 1000

Una gran explanada reúne varias carpas donde se dan cita los que llegan de la Rider 500 y los que están volviendo de la 1000, con lo que el ambiente está muy animado. Como ya sucediese el día anterior más de uno se acerca a ver la Ninja y pregunta: ¿Es la del turbo? Su sistema de sobrealimentación por compresor llama la atención y también los 200 CV que declara este motor, pero como les vamos contando es un motor amable, sobre todo en modo low y que cualquiera puede disfrutar, se lo cuenta el propio Lionel. Un bocata rápido y un poco de charla para comentar la jugada nos dan fuerzas para la segunda parte, llevamos algo menos de 400 km, así que todavía nos queda un rato.

Vuelvo a recordarle a nuestro invitado que use el cambio semiautomático, que aquí te permite subir y también bajar de marcha sin usar el embrague. Parece menos importante pero al cabo de un día entero cambiando de marcha es un ahorro increíble el hecho de no tener que accionar el embrague en cada operación, pero también es verdad que cuesta dejar atrás las viejas costumbres, como embragar.

La Rider 1000 en el Pirineo

La digestión la hacemos con una serie interminable de curvas que nos lleva a la Sierra del Cadí, con la impresionante silueta del Pedraforca que nos observa desde la altura. Hasta allí vamos prácticamente solos, por tramos de buen asfalto en los que nuestras motos pisan con firmeza y nos divertimos como niños enlazando curva tras curva.

La bajada hacia la Seu d’Urgell es dura porque hay frenar mucho para los lentos garrotes y sobre todo por el estado del asfalto, que tiene baches por todos sitios. A estas alturas ya empezamos a notar el paso de los kilómetros, una sensación que se junta con el sopor vespertino. Suerte que en esas carreteras y con esta moto en tus manos no te puedes dormir…

Desafío Ninja H2 SX en la Rider 1000

Desafío Ninja H2 SX en la Rider 1000

Seguimos subiendo y bajando, recorriendo carreteras espectaculares y compartiendo una jornada que parece interminable. El cansancio se nota, así que la mejor combinación que se nos ocurre es una bebida energética con un ibuprofeno y más gas. La bajada del Pireno hacia Manresa ya nos pilla en modo “hay que llegar" y cuando superamos los 700 km tenemos la sensación de haber “aprovechado el día" y todavía nos queda…

Hay algún punto de control que nos cuesta encontrar y el sol hace un rato que ha dejado de iluminar la carretera. Pero seguimos avanzando con la mirada puesta en Solsona, el último punto antes de llegar a la meta. Después de más de 17 horas en moto llegamos a Manresa, en un ambiente de fiesta en el que todo el mundo está satisfecho por un día de moto de los buenos. Misión cumplida el equipo ha traído las motos enteras y Lionel ha disfrutado de esta experiencia única.

Desafío Ninja H2 SX en la Rider 1000

Desafío Ninja H2 SX en la Rider 1000