Prueba KTM 690 Duke 2016

KTM sigue apostando por el motor monocilíndrico como base para encontrar la mejor alternativa en una moto destinada a ser tu compañera diaria, y ha creado la mejor moto de este tipo que nunca ha existido, la nueva KTM 690 Duke.

Texto: Pepe Burgaleta. Fotos: KTM

Prueba KTM 690 Duke 2016
Prueba KTM 690 Duke 2016

La KTM 690 Duke puede parecer exteriormente que es una moto muy similar a la anterior, pero como ocurre tantas veces, la procesión va por dentro. Sobre un diseño básico que funciona muy bien, se han modificado muchos sistemas y muchas piezas, de manera que todo funcione mejor.

En la moto se han modificado el 25% de las piezas, en el motor, la mitad. Se han mantenido lo que podríamos llamar los «bajos», aunque con modificaciones en el embrague y el cambio, pero de tren alternativo para arriba, todo es nuevo: cigüeñal, biela y pistón, con un cambio de cotas que ha llevado a aumentar el diámetro de cilindro y pistón 3 mm.

Pero lo más importante ha tenido lugar en la culata, que es completamente nueva. Se ha desplazado hacia atrás el árbol de levas, que ahora actúa directamente sobre las válvulas de admisión, y a través de un balancín sobre las de escape, y en la parte delantera se ha colocado un segundo eje de equilibrado.

Además, el escape y la alimentación son nuevos, se la ha dotado de un completísimo sistema electrónico, ajustable desde pulsadores en la piña izquierda y un cuadro TFT en color. En el chasis se han cambiado las tijas, remodelado frenos y suspensiones, el asiento, y un sinfín de detalles en cada rincón de una moto realmente renovada.

Sonrisas y lágrimas

Los motores monocilíndricos son simples, ligeros, permiten envolverse alrededor de un conjunto compacto y manejable, pero también tienen más vibraciones, que los hacen menos confortables, y no responden bien a bajas vueltas. Intentar abundar en sus ventajas y reducir sus inconvenientes es lo que KTM lleva haciendo desde hace más de dos décadas.

El ímprobo trabajo que se ha realizado, ha logrado mejoras evidentes. Las áreas en las que se han focalizado los cambios son la reducción de las vibraciones, la mejora de la respuesta y la implementación electrónica.

Con más de 70 CV alcanza una velocidad por encima de los 200 km/h, prestaciones no faltan. La Duke acelera con contundencia desde abajo, y su acelerador electrónico previene de vacíos provocados por abrir demasiado abajo régimen, y llega hasta el corte a 9.000 rpm, casi mil más que antes con una curva de par sobresaliente, aunque lo que realmente distingue a esta moto es su parte ciclo. Es pequeña, estrecha, lo suficientemente baja, cómoda para dos, y en marcha, una auténtica pluma, que se mueve sin que tengas que esforzarte lo más mínimo.

Sangre roja o azul

La versión estándar de la 690 Duke se complementa con un sobreprecio de 2.000 € con la versión 690 Duke R, que dispone de unas cuantas diferencias. Por una parte el paquete electrónico, disponible en la básica con un suplemento de 299€, aunque sin sensor de inclinación. El conjunto incluye modos de gestión del motor, modos de ABS, control de tracción y regulador de deslizamiento en las reducciones.

Además las suspensiones son regulables y tienen más recorrido, el freno delantero tiene bomba radial y pinza Brembo M50, los estribos están más retrasados y elevados, tiene un escape Akrapovic de titanio que proporciona dos caballos más y un kilo menos, y plantea algunas otras diferencias en piezas concretas. El resultado es, en conducción deportiva, claramente superior, pero elevan el precio de la moto a casi 10.000€.

Una 690 Duke estándar sigue siendo capaz de funcionar de maravilla entre curvas, de dejar atrás a cualquiera en terrenos ratoneros, y de convertirse en ciudad en el arma absoluta. KTM realizó esta primera toma de contacto en Gran Canaria, y la KTM 690 Duke, nos demostró también que no sólo no ha perdido aptitudes deportivas, sino que las ha ganado.

Diferente

En realidad la apuesta de la marca naranja no ha cambiado, la 690 Duke es una moto mejor que la precedente, sin duda, pero sigue teniendo la misma filosofía, la de una moto con muchas caras que va más allá de lo que habitualmente consideramos. No le faltan prestaciones, en su ficha técnica enseña sus ventajas, tiene un alto grado de equipamiento, incluso un cuadro TFT en color, pero siempre será una moto diferente, con la que tienes que comulgar.