Aprilia SRV 850. Primera prueba

Sobre la base del Gilera GP800, y con una exhaustiva y muy deportiva personalización, Aprilia lanza el que ahora es el scooter más potente jamás fabricado, el SRV 850.

Andrés G. Dorado. Fotos: Milagro

Aprilia SRV 850. Primera prueba
Aprilia SRV 850. Primera prueba

Una vez más las marcas del Grupo Piaggio interaccionan entre sí para dar como resultado el megascooter más potente y rápido del mundo. La base la pone Gilera con el GP800 y la personalización corre a cargo de Aprilia, que ha usado el frontal de la superbike RSV4 y la óptica trasera de la Dorsoduro, entre otros muchos detalles estéticos, para «deportivizar» a este megascooter.

Se han revisado chasis y suspensiones, así como la electrónica del V-Twin. Ahora además cuenta con un nuevo sistema con doble sonda lambda que reduce emisiones y contiene algo el consumo. Con todo, se ha conseguido reducir un poco el peso, un caballo más de potencia y algo más de par, con lo que desbanca a su pariente cercano como el scooter más potente de la historia y prácticamente al mismo precio.

El motor es, sin duda, el mayor atractivo del SRV. La aceleración es brutal tal y como pasa en su «primo hermano» GP800 que, para orientarte, ofrece una velocidad punta real de 188 km/h y acelera de 0-100 km/h en 6,8 segundos.

El problema viene al llegar a la curva ya que cuesta mucho que entre, desarrolla mucha inercia y la transferencia de pesos al frenar en ocasiones descompone a la horquilla. Una vez dentro de la curva la estabilidad y el aplomo es total, además no flanea en curvas rápidas.

Los frenos, con un tacto demasiado esponjoso, cumplen como pueden; se espera que más adelante se lance una versión con ABS. La postura es cómoda, además el respaldo del conductor es regulable.