Esta marca viene de la mano del conocido importador Jets Marivent, especialista en motos de agua y quads antes de esta aventura sobre dos ruedas, y ya tuvimos ocasión de probar uno de sus modelos del octavo de litro económicos unos meses atrás, aunque con los que están cosechando más éxitos es con los modelos «retro» de estilo custom y bastante aceptación.
Casi por sorpresa nos llegó a la redacción la noticia de la existencia de este nuevo scooter 250, con motor refrigerado por agua, y pocos días después teníamos la unidad de pruebas a nuestra disposición. Al tratarse de una de las primeras unidades fabricadas veremos que tiene algunos detalles sorprendentes, que entendemos se corregirán para unidades más definitivas.
Acostumbrados a ver modelos procedentes de oriente «inspirados» en alguno de los conocidos por aquí, sorprende que a simple vista el 250 Max parece la unión no de uno, sino de dos modelos populares: la parte trasera recuerda por fuerza a la del Piaggio Xevo o X8, mientras que la delantera, con esa pantalla tan bajita, al Honda Forza 250. Lo de la trasera no es sólo estético: Goes ha dotado a su 250 de un hueco bajo el asiento de doble acceso, en el que podemos depositar objetos ya sea levantando el asiento o abriendo una compuerta trasera a modo de maletero... ¿a que te «suena»? La mala noticia es que la parte delantera de este hueco es ancha pero muy poco profunda y no cabrá ni un casco abierto (homologado), la peor noticia es que detrás sí cabría un casco, pero la articulación que sujeta la tapa abierta impide el acceso y no hemos encontrado un integral que pudiera pasar por ahí para legar al fondo. Un error garrafal de diseño, corregible con otro sistema de apertura quizás. Tampoco es posible meter el casco desde debajo del asiento hacia atrás.
A los mandos del 250 Max la postura es muy correcta y aún siendo altos no hemos tenido problema en ese sentido: este scooter tiene buen tamaño, aunque esa pantalla tan baja no nos protegerá del viento. Las arrancadas son algo bruscas, pero nuestro embrague podría no estar en su mejor forma (también sonaba sospechoso). Una vez en marcha, el motor se siente muy suave y agradable, sorprendentemente suave, pero buena parte de esta suavidad viene de unos silent-blocks de anclaje al chasis algo blandos que afectan a la estabilidad.
En este sentido debemos alertar del uso de neumáticos inapropiados, de código «J» (hasta 100 km/h) en un scooter capaz de alcanzar y superar los 115 km/h reales, tal como hemos medido: la falta de estabilidad que apreciamos podría también venir en parte de eso y suponemos que las unidades definitivas llevarán neumáticos apropiados. El velocímetro marca las cifras en rojo a partir de 80 km/h, sí, pero...
Los frenos, un disco por eje, tienen potencia de sobras aunque la bomba de nuestro trasero estaba agarrotada dando un tacto muy «todo o nada», y la horquilla tampoco aguantaba demasiado bien las frenadas fuertes delante.
Estamos ante unos de los 250 más baratos del mercado, sino el más barato, y lo cierto es que por tamaño y apariencia cumple muy bien: puliendo estos pequeños detalles, cosa que debería conseguirse en la serie definitiva, será una alternativa interesante para quien deba trasladarse por vías rápidas fuera del centro urbano. Y muestra una clara evolución de la marca a nivel de acabados, ya que las uniones de plásticos o accionamiento de cerraduras no tienen pegas: a poco que «se pongan las pilas» habrá que tener muy en cuenta a Goes en el futuro próximo.
Goes G 250 Max
El Goes G 250 Max es el scooter de mayor cilindrada del fabricante francés. Un nuevo jugador. El hasta ahora fabricante de quads Goes nos desveló sus primeros scooter 125 la pasada primavera: ahora da un paso más y fruto de la evolución aquí tienes el G250 Max.