Peugeot Citystar 200

La ciudad se le queda pequeña al Peugeot Citystar 200, que sorprende por sus buenas prestaciones, propias de un GT, y su gran agilidad.

Pablo Bueno. Fotos: Lluís Llurba

Peugeot Citystar 200
Peugeot Citystar 200

Sorprendente. es el primer adjetivo que te viene a la mente cuando arrancas el Citystar 200 y emprendes la marcha. Sus contenidas dimensiones, plataforma plana, pantalla baja y ruedas de 13 pulgadas te hacen pensar que estás subido a un scooter ciudadano con algo más de chicha. Pero solo tienes que salir a vías rápidas o autovías para darte cuenta de que este scooter es algo más. Sí, es cierto que no ofrece la comodidad, protección y equipamiento de un GT puro, como sería el Peugeot Satelis, pero es muy cómodo, amplio y 10 kilos más ligero que éste. Lo que a la postre se traduce en agilidad. La gran baza de este scooter es su enorme plataforma plana, que deja espacio más que de sobra para tus pies y las bolsas de la compra. Las rodillas quedan bastante separadas del escudo, incluso para pilotos de cierta estatura. Y esto de ser un scooter ideal para altos, es precisamente su mayor inconveniente: su asiento se sitúa a 795 mm del suelo, mientras que el Suzuki Burgman 200, su principal competidor, lo tiene a 705 mm, una de las claves de su éxito entre el público femenino. El Citystar compensa esto estrechando el asiento y la carrocería a la altura de las piernas del conductor (además de con la práctica y cómoda plataforma plana), para que los usuarios lleguen al suelo sin problemas con los dos pies.

En abril de 2011 Peugeot nos invitó a la presentación del Citystar 125 en la perla turística de la Costa Azul francesa: Saint Tropez. Esa fue la primera vez que tuve contacto con este GT compacto, puesto que el guía que nos asignaron para la ruta por carretera tenía un 200. De vuelta al hotel, lo primero que hice fue pedir a los responsables de Peugeot que me dejaran probar el doscientos porque me pareció espectacular lo mucho que corría y lo bien que se tenía en manos de nuestro guía. Si ya entonces me pareció un descubrimiento (era una versión preserie), después de todas las mejoras y ya en su versión definitiva, me reafirmo en lo que dije en su día. Es una revelación. Un scooter a medio camino entre los ciudadanos y los ruteros, con lo mejor de ambos mundos, puesto en el mercado a un precio asequible, apropiado para el momento que estamos viviendo. Ha llovido mucho desde entonces...
¿Por qué ha tardado tanto en llegar? Según Peugeot, porque coincidió con el nacimiento del proyecto más importante para Peugeot en los últimos años y que ha acaparado todos sus recursos: el Metropolis 400, que no solo supone diseñar un modelo nuevo de tres ruedas, sino el desarrollo tecnológico de un nuevo motor propio (historicamente, Peugeot ha montado motores Piaggio en sus modelos de más de 125).

Los scooter Peugeot suelen tener una estética bastante seria, dirigida a sus clientes de automóviles, para lograr sinergias entre ambos mundos. Sin embargo, la inspiración a la hora de diseñar el Citystar fue uno de los modelos más importantes de la historia de la firma del león: el Elystar que se comercializó en España en 125 cc (y 150) entre 2002 y 2006 y que Peugeot mantiene todavía en catálogo en su versión de 50 cc. El Elystar pasará a la historia por ser el primer scooter de 125 en montar sistema ABS de serie en sus frenos.
De esa inspiración nace una de las señas de identidad del Citystar, la parrilla delantera en el centro del frontal que dirige el aire al radiador encargado de refrigerar su motor. Hasta que el Metrópolis 400 llegue a las tiendas, este LFE 200 (Low-Friction Eficiency) es el motor de mayor cilindrada comercializado por Peugeot. Toma la base del 125 que comparten Satelis y Citystar, pero cambiando sus cotas internas para llegar a los 190 cc. Esos 65 cc de más lo convierten en un scooter totalmente distinto, puesto que, si bien mantiene la agilidad en ciudad del 125, desarrolla prestaciones similares a las de un scooter de 250 cc. Los datos de aceleración desde parado son buenos, pero mejor es la estirada final, que roza los 130 km/h reales, lo que permite circular con margen de seguridad por autovías y circunvalaciones.
El velocímetro se queda justo, pues el Citystar 200 parece no cortar nunca encendido y llegas a los 157 km/h indicados en bajadas pronunciadas. Gas a fondo en carretera abierta se echa en falta una mayor protección aerodinámica, pero lo cierto es que el viento te llega directo a los hombros y la cabeza sin turbulencias que puedan molestar o dificultar la conducción.
Peugeot ha situado el precio del Citystar 200 en 3.299 euros y ofrece en promoción cuatro packs de equipamiento. Dos de 49 euros (respaldo de pasajero y soporte para «smartphone» o deflectores laterales) y dos de 99 euros (baúl con respaldo y soporte para móvil o respaldo, manta para el frío y funda cubre moto).