SYM necesitaba dar otro aire al modelo GTS 250 y para este año quiso ofrecer un modelo acorde con las necesidades europeas y que fuera capaz de ser una alternativa real al Yamaha X-Max 250 y el KYMCO Super Dink 300, modelos que gozan de una buena penetración en el mercado.
Para ello estéticamente se ha trabajado en el frontal. El faro en hilera del anterior modelo desaparece y pasa a tener ahora una doble óptica más atractiva y que se acompaña con unos intermitentes y faros antiniebla integrados en la carrocería. Sí, faros antiniebla incluidos de serie. Las líneas generales son elegantes y propias de un GT de gran cilindrada y se ha cuidado tanto la posición del conductor como la del pasajero, que ahora dispone de un cómodo respaldo.
Pero si por algo se caracteriza este SYM GTS 300 i EVO es por la cantidad de soluciones prácticas que incorpora. Entre ellas destacan la toma de corriente de 12 voltios -para por ejemplo recargar el móvil-, una cómoda doble guantera delantera, desconector de encendido bajo el asiento cuya función es evitar que en caso de robo hagan un "puente", estribos del pasajero desplegables con resorte, retrovisores fácilmente plegables para facilitar la circulación entre coches... Eso sí hay que tener cuidado porque muchas veces al ir a abrir el hueco del asiento desde el clausón se abre el tapón de la gasolina (manías adquiridas de otros modelos), ya que la apertura remota del asiento se encuentra en un botón de la piña derecha.
Buen motor
El propulsor que emplea este SIM GTS 300i es el mismo que el del Citycom 300. Es una evolución del 250 cc de la marca taiwanesa pero aumentado a 263 cc lo que le otorga una mejor respuesta en bajos y permite que el motor vaya más holgado en cuanto establecemos una velocidad de crucero. Sus 21 caballos son suficientes para mantener los 130 km/h sin problemas y si lo estiramos un poquito puedes ver más de 140 km/h en el marcador. Aun exigiéndole en la prueba el consumo a penas llega a los 4,5 litros a los 100 km, por lo que también marca un tanto a su favor en cuanto a autonomía (con un depósito recorromos 267 km). Pese a su peso, en ciudad es ágil y se mueve con soltura, aunque si hay algo en lo que no despunta es en la frenada. El sistema combinado resulta algo brusco y no equilibrado en cuanto a reparto de frenada delante-detrás, y si queremos que frene con fuerza hay que apretar con ímpetu ambas manetas.
Las suspensiones son algo blandas y si vas con pasajero rodando ligero es posible que tengas algún "bamboleo" en curva. En cualquier caso es previsible y controlable en todo momento. El hueco del asiento es amplio. Si bien no es el más grande de la categoría, puede almacenar un casco integral y uno tipo jet.
La gama de colores en la que está disponible va acorde con su estética de GT, es decir sobrios y elegantes. Puede encontrarse en gris, negro y blanco por un precio de 3.842 euros.