El Bellavita fue presentado hace justo un año, en el Salón de Milán de 2011, en dos cilindradas: 125 y 300 cc. Mientras esperamos a que llegue a España el primero -se espera que lo haga en diciembre- ya hemos podido probar el más potente. Al verlo es inevitable pensar en una Vespa GTS, Taiwan Golden Bee no es la primera, ni será la última, marca que se inspira en el mítico scooter para desarrollar uno de sus modelos. Su silueta y el culo de avispa le delatan, también detalles como el monobrazo delantero o la plataforma para apoyar los pies dividida en dos alturas. La posición de conducción no deja lugar a dudas. Los 4.089 euros de su precio le hacen ser más asequible que la famosa marca italiana. No es ningún regalo, y menos al tratarse de una marca que acostumbra a ajustar mucho más sus precios, pero después de varios días de pruebas y comprobando ciertas calidades, lo cierto es que esa cantidad está justificada. Además el precio de lanzamiento es de 3.499 euros, lo que le hace ahora un poco más atractivo, ¿verdad?
Todo en él está enfocado a que sea un scooter efectivo y práctico en ciudad: es pequeño, ágil, poco voluminoso y no dispone de pantalla o cualquier accesorio que proteja aerodinámicamente. Pero su potente motor de 300 cc y 23 CV declarados, le hace ser muy rápido en cuanto a aceleración y arrancada, desarrolla además una velocidad punta lo suficientemente alta (129 km/h reales, en un velocímetro algo exagerado) como para poder circular fuera de la urbe de forma eficiente. El tacto es sorprendentemente agradable al abrir gas, está exento de vibraciones y la rumorosidad en marcha es baja. El consumo también juega a su favor, los 3,99 litros a los 100 km registrados en uso mixto ciudad/carretera, son más que razonables. Sus indiscutibles dotes urbanas están representadas por una cómoda posición, el asiento está a una altura razonable del suelo y la manejabilidad es total. Maniobrar en parado es una acción sencilla con el Bellavita, además cuenta con caballete y pata lateral a la hora de estacionar.
Sus principales carencias residen en su parte ciclo. El monobrazo oscilante del tren delantero cuenta con poco recorrido y nula progresividad, es frecuente hacer tope en frenadas fuertes. Aunque la estabilidad es aceptable en marcha, a la hora de efectuar los giros la dirección no ofrece demasiada confianza en un primer momento. Una falta de precisión a la que te vas acostumbrando según vas a haciendo kilómetros, hasta el punto de que no llega a suponer un problema. Tiene frenada combinada, es decir, la maneta izquierda actúa sobre ambas ruedas haciendo algo más de presión en la trasera. La frenada no es demasiado potente pero tampoco es un scooter que lo requiera, el funcionamiento es correcto. También el del freno delantero individual.
Por prestaciones es perfectamente apto para llevar pasajero, por ergonomía no tanto. El asiento es pequeño en la parte trasera y tiene una ligera caída, lo que unido a unos estribos abatibles no demasiado bien situados hacen que nuestro acompañante no viaje demasiado cómodo.
En resumen hablamos de un scooter retro con buenos acabados y un motor brillante. No es mejor que una Vespa pero se queda bastante cerca, aunque lejos si atendemos al precio al que ahora se ofrece en promoción. Como decía aquel periodista deportivo: «Porque la vida puede ser maravillosa».