Yamaha X-City 125

Ciudadano de primera. La esperada versión 125 del scooter de rueda alta Yamaha X-City ya está a la venta en España. Hemos tenido la oportunidad de probarla y podemos asegurar que el nuevo scooter de Yamaha es un ciudadano de primera clase.

Yamaha X-City 125
Yamaha X-City 125

Javier Fueyo
Acción: Roberto Ruiz

Yamaha sigue marcando la pauta en el segmento del scooter. Con su X-City, el primer scooter de rueda alta de su historia reciente, la marca japonesa quiere romper moldes en este mercado. Recientemente, hizo su acto de presentación en la versión 250 y ahora, con la llegada del verano, llega la “variante pequeña”, la tan de moda “octavo de litro”.

Las diferencias externas entre el Yamaha X-City 125 y su hermano mayor apenas son perceptibles, un adhesivo lateral que exhibe a qué cilindrada pertenece es lo único que nos saca de dudas. Sin embargo, las distancias entre uno y otro trascienden el ámbito puramente mecánico. Y es que este X-City 125 tiene una filosofía radicalmente opuesta a la del Yamaha X-City 250, del que ya publicamos una extensa prueba en Motociclismo.es. Está dirigido a un comprador joven, muy joven, perteneciente a esa generación de conductores nacida de la nueva normativa de convalidación del carné de conducir.

Por esta razón, Yamaha ha querido potenciar características que ya revelaron su importancia en otros scooters de la marca y, en especial, en el X-Max, con quien comparte no sólo rasgos estéticos sino formas de entender la conducción, por ejemplo, la comodidad y la suavidad de marcha, rasgos estos sustentados por la incorporación del mismo bloque mecánico

Así, el motor del Yamaha X-City 125 es el mismo que anima al X-Max, con la única excepción de una relación de transmisión final diferente fruto del mayor diámetro de la rueda trasera (15” en lugar de 14”).

Al igual que en el X-Max debemos destacar la suavidad de la inyección electrónica, que proporciona, además, una aceptable aceleración a bajo régimen, una conducta más lineal a revoluciones medias y, sobre todo, un gran estirón final en la zona alta del cuentavueltas, lo cual facilita al conductor trayectos sin sufrimiento por vías rápidas y circunvalaciones de las grandes ciudades. Un scooter urbano con todas las de la ley.

A ello, debemos añadir una capacidad para moverse sensacional, gracias al reducido peso del bloque motor.

Eso sí, ciertos detalles relacionados con la funcionalidad ensombrecen un poco el resultado final de un conjunto que, de no ser por ellos, deberíamos calificar de sobresaliente. Así, no dispone de un amortiguador que sujete el asiento, una vez abierto, de forma vertical, algo que, en parado, con la dirección bloqueada, supone un auténtico problema, dado que el asiento levantado toca el manillar y tiende a cerrarse. De este modo, debemos, por un lado, con una mano, sujetar el asiento y, por el otro, con la otra, sacar o guardar el objeto en el hueco, un hueco que, por otra parte, no tiene gran capacidad de carga.

De todos modos, la escasa capacidad de carga y la dificultad de manejo del hueco bajo el sillín no deberían menoscabar las virtudes de un Yamaha X-City 125, que quiere penetrar con fuerza en este joven pero disputado mercado. Por acabados, imagen, confort de marcha, instrumentación y motor tiene un lugar predominante entre los scooter de rueda alta. Aunque para ello hay que desembolsar, como mínimo, 3.799 euros, una tarifa bastante más elevada que la mayoría de sus rivales. Y es que la calidad tiene un precio.