Peugeot Django 125. Prueba

Peugeot entra en el segmento de los scooter retro con el nuevo Django 125, que además de resultar atractivo estéticamente cuenta con diferentes niveles de equipamiento.

Sergio Romero. Fotos: Peugeot

Peugeot Django 125. Prueba
Peugeot Django 125. Prueba

El mundo retro se ha extendido con éxito, en esta época de tendencias que vivimos, a diferentes segmentos de nuestro mercado y los  scooter son uno de ellos. Peugeot no ha querido quedarse atrás así que acaba de presentar el nuevo Django, que aunque por nombre lo parezca no tiene nada que ver con el «film» de Tarantino.

En esta categoría ya hay media docena de modelos de otras marcas y crece a un ritmo mejor que el del mercado, de manera que ha despertado un gran interés en el Viejo Continente donde la clase media alta intenta proyectar una imagen determinada a través del vehículo que conduce. El nuevo modelo recupera una larga tradición de la marca francesa en el mundo de la moto, que a veces puede pasar desapercibida por su fuerte presencia en el sector del automóvil. Esta historia se remonta a la primera moto que fabricaron en 1898, pasando por modelos como el S55 de 1955 o su primer scooter con carrocería de plástico en 1982. De hecho, hace 60 años ponían en escena el scooter S57 del que el nuevo Django hereda sus líneas maestras. La idea es combinar esta filosofía con la tecnología del momento, lo retro y lo actual, como se puede apreciar en la utilización de unas distintivas luces de LED, delante y detrás, que ponen un contraste muy interesante y le dan buena visibilidad al vehículo.

Cuatro opciones

Peugeot ha planteado varias opciones sobre el mismo modelo para así llegar a un mayor público. Vamos a ver primero los niveles de acabado y luego las distintas motorizaciones disponibles. Para entrar en la gama está el acabado Heritage, que en 125 cc tiene un precio de 2.899 euros y es la más sencilla. Se diferencia por tonos neutros y por sus acabados más sencillos, aunque ya dispone de cromados y embellecedores de aluminio en la carrocería.

El siguiente acabado se denomina Evasión y es bicolor, dispone de una pequeña cúpula, parrilla portabultos cromada, neumáticos con flanco blanco y retrovisores ovalados. Su precio es de 3.199 euros. Un punto destacable en esta versión y en las dos siguientes es que ya se incluye de serie el sistema SBC (Syncro Braking Concept), que es una frenada combinada, que manda presión a las pinzas de ambos trenes al apretar la maneta izquierda.

La tercera posibilidad es el Sport, que tiene un diseño más llamativo y que incluye un asiento monoplaza que se puede sustituir por uno de dos, ambos de serie. Está disponible en dos colores, es la versión que aparece en las fotos del reportaje, y su precio es también 3.199 euros.

La versión más equipada se denomina Allure y se distingue por su acabado bicolor, la cúpula y el baúl superior de serie. Su precio se sitúa en 3.399 euros.

Pero si alguno no encuentra en todas estas opciones su scooter o quiere ir un paso más allá en la personalización, Peugeot ofrece el Django_ID, un configurador que a través de la web te permite hacer la moto a tu gusto. Algo muy interesante ya que puedes elegir entre 22 colores y todos los accesorios de los diferentes acabados para hacer la moto a tu gusto. Aunque también lo hemos visto en Rieju y hay marcas como Nike que llevan tiempo utilizándolo no deja de ser una gran herramienta. Los scooter pedidos a través de este sistema tardan entre un mes y medio y dos en llegar al concesionario.

En marcha

Además de las opciones que hemos descrito el Django está disponible en tres cilindradas, 50 cc con motores de dos y cuatro tiempos, 125 cc y 150 cc, aunque este último es bajo pedido. Peugeot siguen apostando por los ciclomotores y sorprende con la opción de elegir entre 2T y 4T, pero su principal objetivo, como es obvio, es el 125. Utiliza un motor SYM, que ya hemos visto en otros modelos de su gama, de refrigeración por aire, carburación y dos válvulas, que declara 10,2 CV y un consumo de 2,9 litros a los 100 km. En marcha es suave y tiene una respuesta muy agradable, además de suficiente potencia para desenvolverse por ciudad y vías interurbanas con soltura.

Dinámicamente está marcado por sus llantas de 12 pulgadas y por su bajo asiento 770 mm, aunque es un poco ancho en su parte frontal. Lo bueno es que una vez subes los pies en la plataforma plana ofrece una gran superficie para sentarse cómodamente. De modo que cualquiera lo manejará con mucha facilidad.Las suspensiones son correctas, aunque detrás, como es habitual, los baches se notan un poco más. Para rematar su frenada combinada es muy efectiva y segura.