El nuevo Suzuki Sixteen ha llegado este año para hacerle una fuerte competencia al Scoopy. Sus características, diseño y comportamiento son muy similares, así como su equipamiento. A su favor cuenta con un precio más contenido, un cuadro de instrumentos con un par de testigos más (como el de cambio de aceite o el reloj y odómetro digitales), y una pequeña guantera tras el escudo con llave. Se trata de un interesante scooter 125.
Por el contrario, va animado por un motor refrigerado por agua que para mantener el ritmo de sus rivales consume algo más de combustible. Dinámicamente es un scooter con un gran equilibrio a todos los niveles. Se mueve con mucha soltura, es estable a máxima velocidad y sus suspensiones trabajan correctamente. Además, junto con el Scoopy, es el único que dispone de frenada integral, algo que ayuda en el día a día y evita que uses las dos levas de freno para cada maniobra y sólo con la izquierda suele ser suficiente.
El pequeña cupulita frontal ayuda a desviar algo el viento y la plataforma plana y el asiento amplio favorecen su utilización por conductores de diferentes tallas.
Nos gusta
- Manejabilidad
- Aspecto moderno
Puede mejorar
- Algunos detalles demasiado sencillos
Detalles interesantes
- Frenada integral