Comparativa BMW R 1200 GS Adventure vs KTM 1190 Adventure R

BMW acaba de traer su versión Adventure de la R 1200 GS y la mejor manera de conocer su potencial es compararla con su rival más directa, la KTM 1190 Adventure R. Dos motos para vivir la aventura.

Sergio Romero. Fotos: Jaime de Diego. Colabora: Bruno Nogués

Comparativa BMW R 1200 GS Adventure vs KTM 1190 Adventure R
Comparativa BMW R 1200 GS Adventure vs KTM 1190 Adventure R

Prueba una Honda Africa Twin

Durante la última temporada vimos un gran desfile de nuevos modelos dentro de la categoría de las maxitrail, que supuso una verdadera revolución en cuanto a prestaciones y tecnología. Dos de las marcas que han apostado fuerte por esta categoría son BMW y KTM, que además tienen la rivalidad propia de los vecinos, Alemania contra Austria en este caso. BMW creó de alguna manera este concepto de moto con las primeras GS y estas han sido su estandarte durante más de 30 años.

KTM hizo su entrada al asfalto hace también tres décadas pero no ha sido hasta la Adventure, que se presentó en 2003, cuando los austriacos entraron de lleno en las maxitrail. La moto tenía los genes del Dakar, de donde vino el motor bicilíndrico LC8. Esta Adventure ha ido creciendo de cilindrada y evolucionando desde la 950 hasta la 1190 actual, que con 150 CV y toda la electrónica imaginable es una moto de última generación. Como es habitual en la marca hay una versión R, que vio la luz el año pasado, y que se distingue por el mayor recorrido de suspensiones y las llantas de 21” y 18”.

BMW también ha tenido junto a la GS una Adventure, que al igual que en el caso de su rival se diferencia de la estándar por las llantas, las suspensiones y algunos detalles de la carrocería. Y esta es la novedad de este año, que toma la base de la última y revolucionaria R 1200 GS, que en 2013 llegó con el bóxer refrigerado por agua y toda la gestión electrónica del momento. Nuestras protagonistas comparten orientación e incluso nombre ya que una es la R 1200 GS Adventure y la otra la 1190 Adventure R.

Unas motos pensadas para ir un poco más allá, para esos viajeros más aventureros. Desafortunadamente no tenemos tiempo para hacer un viaje largo que nos llevase por lugares lejanos, pero aun así hemos hecho todos los kilómetros que hemos podido en diferentes escenarios para conocer sus posibilidades.

Primera cita

La primera cita es muchas veces la más difícil y aquí se ha dado el caso, ya que antes de comenzar tu viaje, excursión o trayecto habitual te tienes que enfrentar a motos que pesan cerca un de un cuarto de tonelada y en las que el asiento está lejos del suelo. Así que tendrás que afinar tu técnica o poseer de serie unas piernas muy largas, ya que este extra no te lo ofrece ninguna marca... Bromas aparte, las dos requieren algo de pericia, pero tampoco hay que ser que un acróbata para manejarlas y cualquiera con un mínimo de experiencia las puede llevar ya sea en ciudad o en carretera.

Si bien es cierto que la nueva BMW GS Adventure es un poco más accesible en este aspecto, ya que su asiento aunque parece más alto es mucho más mullido y blando, de modo que se acopla a ti y llegas al suelo mejor que en la KTM. Tiene tres posiciones disponibles, pero solo los verdaderamente altos lo utilizaran en la más elevada. En la moto naranja, negra y blanca (los colores que distinguen a las versiones R en KTM), se puede ajustar la posición del manillar y la de los estribos, pero no la del asiento. Esta gira menos y eso tampoco le ayuda al doblar a baja velocidad, pero tiene una gran ventaja sobre la moto alemana, que es su peso. Con todos los llenos alcanza los 240 kg de peso, 30 kg menos que la BMW y eso como veremos a continuación se nota en todos los aspectos.

La posición está lograda en ambas pero son muy diferentes entre sí, dado que la R 1200 GS Adventure es una moto muy voluminosa y amplia, que integra muy bien al piloto detrás de su gran depósito. Este le da cierta ventaja en cuanto a capacidad y autonomía media, siete litros y 128 km. El manillar es muy ancho pero deja tu cuerpo en una posición natural y junto con el excelente asiento que hemos mencionado ofrecen una gran comodidad para el piloto. El único punto que al principio te llama la atención es lo estrecha que es la zona de los estribos, que te obliga a buscar las palancas más de lo normal y dejan tus pies en una posición algo retrasada. Como es tradición, la KTM ubica a su piloto más sobre la moto, que además da la sensación de ser mucho más estrecha. La postura que adoptas sobre ella también es natural y solo echas en falta un asiento un poco más blando, ya que hereda el tacto y el acabado de las motos más de rally.

Si las miras con detalle ves que son motos muy cuidadas, pero la BMW lo está especialmente y se aprecia en los acabados de las piñas, de la carrocería y su ergonomía de mandos. Las instrumentaciones son tremendamente completas y te mantienen al tanto de todo lo que un buen viajero necesita saber. Las diferencias están en que la KTM ofrece más pantallas y algún dato extra, todo como equipamiento de serie, pero la BMW da la información en un cuadro muy fácil de leer y de manejar.

Fieles

Las dos motos han ido evolucionando pero se mantienen fieles al concepto inicial que las caracteriza desde el principio. También es cierto que en estos últimos dos años han sufrido, en ambos casos, una evolución importante en cuanto a motor y especialmente en la electrónica. Cualquier moto moderna y de alta gama que se precie debe tener una gestión electrónica completa y eso ocurre con nuestras protagonistas. De hecho en las maxitrail, que pueden cambiar mucho el escenario de su utilización, la citada electrónica resulta muy práctica para ir adaptando la moto en cada momento al terreno. BMW ha introducido como novedad en este última generación de GS los modos de motor, Dynamic (opcional), Road, Rain y Enduro (opcional), que se asocian a la última evolución de las suspensiones electrónicas (Dyamic ESA), al ABS y al nuevo control de tracción (DTC). Estas dos últimas ayudas llevan ya tiempo en las GS, pero ahora con los modos de motor se ofrece un paquete mucho más completo y efectivo.

La versión R de la Adventure también tiene modos de motor, Sport, Street Rain y Off Road, que se combinan con la actuación del ABS y del control de tracción (MTC), aunque en esta versión no hay posibilidad de montar suspensiones electrónicas, como en la Adventure estándar. Cómo se traduce toda esta gestión en la práctica.

En el caso de la BMW cada vez que tocas el botón, ubicado en la piña izquierda, los cambios son bastante notables si has optado por el Dynamic ESA (opcional), dado que se nota mucho el cambio de dureza de la suspensión. Así que si vas por una pista bastante irregular puedes pasar de ir sobre los baches a absorberlos bastante bien con el modo Enduro, que pone las suspensiones en la posición más blanda. Además, el control de tracción te da mucha más libertad, pero te sigue salvando del desastre, y el ABS te da más margen de deslizamiento en el tren trasero.

Lo mismo le sucede a la KTM, que se adapat perfectamente al campo o la carretera con el cambio de modo, aunque sin que las suspensiones de largo recorrido modifiquen su comportamiento, de hecho con los reglajes de serie son bastante secas en terrenos muy abruptos. Lo bueno es que responden bien a la regulación y puedes jugar fácilmente y sin herramienta con sus hidráulicos.

Dos estilos

Aunque las dos se propulsan mediante bicilíndricos en la práctica son muy diferentes. En el caso del nuevo bóxer se han extraído 115 CV, una salto muy importante con respecto al anterior, aunque lo curioso es que la potencia máxima se mantiene en todos los modos y lo que se varía es su entrega, gracias al control de acelerador electrónico. En el caso de su rival sí que varía la potencia y en Sport llega a 141 CV, un gran salto con respecto a su rival, que se aprecia especialmente cuando la subes de vueltas. La KTM tiene el potencial y la respuesta de una deportiva de hace unos años. Pero también se puede dejar en 95 CV reales si se utiliza en Off Road o Rain.

La ventaja de la moto alemana se encuentra en la zona baja de la gama, ya que ahí es un poco más suave y regular en su entrega. De hecho hasta 7.000 rpm ofrece unos mejores valores que la austriaca, una zona de la gama que se utiliza mucho, pero a partir de ese punto la KTM se escapa. Las dos coinciden en que son muy agradables cuando mantienes velocidades de crucero normales y no emiten grandes vibraciones. El tacto del cambio de la KTM es suave y ahora ha ganado en precisión, mientras que el de esta BMW es mucho mejor que el otras GS o RT que han pasado por nuestro garaje.

Ese carácter más deportivo del Adventure R en cuanto a la respuesta del motor, se da también en la parte ciclo. Los 30 kg menos y la gran compacidad del bicilíndrico en V a 75º de la KTM hacen que sea más fácil de manejar en terrenos complicados, lo que te da pie a ir un poco más allá. Lo curioso es que en carretera, la BMW también se maneja muy bien y se podría decir incluso que la moto gira más de lo que le pides. La masa aquí se camufla con unas suspensiones que a pesar de su recorrido no permiten que el conjunto se balancee apenas. Puedes apretar los potentes frenos fuerte y se detiene con una gran firmeza. Los de su rival son también eficaces pero tienen el funcionamiento tradicional asociado a una horquilla de largo recorrido, en los que hay cierta transferencia de peso al tren delantero.

El ABS, integral parcial en las dos, está muy bien gestionado y como hemos dicho es capaz de ofrecer el mejor rendimiento en cualquier condición de agarre. Las dos cuentan además con amortiguadores de dirección, así que tienen unas partes ciclo muy completas y eficaces. Algunos, los más radicales en cuanto al planteamiento del viaje, necesitarán equipar sus motos para condiciones adversas, pero eso no es problema, dado que tanto BMW como KTM ofrecen una larga y completa lista de accesorios para mejorar la capacidad de carga, protección, ergonomía, etc

Conclusión

La revolución que ha sufrido la BMW R 1200 GS Adventure ha servido para que se convierta en una moto mucha más moderna y efectiva de lo que ya era antes. Como ya sucedía está pensada para viajar con todo tipo de lujo y detalles, y por casi por cualquier terreno. Esa orientación hace que su equipamiento sea muy completo, aunque hay muchos accesorios que siguen siendo opcionales, y que acoja al piloto en un puesto de conducción muy cómodo. En resumen se puede decir que el turismo es su punto fuerte y es ahí donde diverge un poco de su rival, la también nueva KTM 1190 Adventure R. En ella prima la eficacia en su conducción, de modo que es más potente y ligera. A su favor tiene un gran equipamiento de serie y un precio más asequible, que hace que en nuestras puntuaciones supere a su rival. Así que será la filosofía del usuario la que marque la decisión final entre ellas, los que quieran más capacidad turística, autonomía y comodidad deberán decantarse por la moto alemana. Mientras que los que busquen más sensaciones tienen su opción en la también completa KTM. Coinciden las dos en que son capaces, modernas y seguras gracias a la electrónica, pero también voluminosas y pesadas.

Aquí tienes la comparativa de las versiones estándard de la BMW R 1200 GS y la KTM 1190 Adventure