Ducati Hyperstrada

Con el concepto Strada, la firma de Borgo Panigale introduce los elementos necesarios para convertir en turística la moto más radical. En este caso le ha tocado a la Hypermotard, que con estos cambios pasa a ser la Hyperstrada.

Texto: Keko Ochoa. Fotos: Ducati

Ducati Hyperstrada
Ducati Hyperstrada

La presentación de la Hyperstrada tuvo lugar a finales de mayo en la región italiana de La Toscana, un marco inmejorable para la puesta en escena de esta rápida y divertida Ducati, no sólo por su incomparable belleza, donde parece que hayamos hecho un viaje en el tiempo, sino por lo revirado y divertido de sus carreteras.
En el pasado número de La Moto, mi compañero Víctor Gancedo ya os contó cómo va la Hypermotard, así que no voy a insistir en ello, pues es prácticamente la misma moto. Lo único que cambia es el alternador, un poco más potente, pero por lo demás, en cuanto a motor, son iguales. En lo que se refiere a la parte ciclo, la diferencia está en un recorrido de las suspensiones, 20 mm más corto, y un amortiguador trasero con botella separada. La Hyperstrada es una moto potente, agresiva y divertida como pocas, pero con todos los complementos necesarios para ampliar su radio de acción.

Lo primero que salta a la vista son las maletas laterales semirrígidas de 26 litros cada una, ligeras y con unas prácticas asas para que te las puedas llevar una vez aparcada la moto. Como opción puedes ampliar la capacidad de carga con un top-case de 31 litros que se asienta sobre un soporte que hace las veces de asas para el pasajero, una pequeña pantalla que cumple con su objetivo de protegernos del viento, aunque hay una opcional más alta y ancha, y un asiento más cómodo debido a un acolchado más grueso. A estas características hay que añadirle un manillar elevado 20 mm para hacer más cómoda la posición de conducción y no acusar así el paso de los kilómetros, el caballete central, un cubrecárter que protege los bajos del motor y una aleta delantera nueva. Como buena touring que se precie, cuenta con dos tomas de 12V y para suministrar ese extra de energía, el alternador es algo más potente. Por último, podemos ajustar la precarga del amortiguador trasero, mediante un pomo, para modificarla según viajemos solos o con acompañante.
La foto de familia antes de subir a las motos era de lo más variopinta, periodistas de todas las tallas, desde el 1,60 m hasta los casi 2,00 m de altura de nuestro colega austriaco Bahuer. Tenía curiosidad por saber la opinión de unos y otros sobre la posición de conducción a los mandos de la Hyperstrada. La parada a comer, después de haber rodado unos cuantos kilómetros, me sirvió para pulsar las opiniones de unos y otros al respecto. El más bajito de todos ellos solo puso la objeción de la altura al suelo. Llegaba algo justo con las puntas de los pies y eso no le daba demasiada confianza a la hora de parar en semáforos y sitios con el firme irregular. Claro que en Ducati se han acordado de los más bajitos, ofreciendo una versión «baja» con un recorrido de suspensiones de 130 mm tanto delante como detrás, lo que reduce la altura de la moto en 20 mm. Si a esto le añadimos la posibilidad de montar un asiento más bajo, disponible como opción, podemos reducirla otros 20 mm más, y se acabaron los problemas. Solo una pega, en la versión estándar rozamos unas cuantas veces con el caballete en el asfalto al ir inclinados y pasar por algún bache, con lo que en la versión más bajita habrá que tener especial cuidado.

El acelerador Ride-by-Wire permite la elección de tres modos de conducción, Sport, Touring y Urban. En los dos primeros el motor entrega toda la potencia pero con distinta respuesta al acelerador, más directa en el modo Sport que en el Touring. En ambos casos son 110 CV los que manan del bicilíndrico. Mientras que en el modo Urban son 75 CV y dosificados de forma más suave. En función del modo elegido, vienen asignados por defecto los parámetros de actuación del ABS y del DTC, pero aquí viene lo bueno, pueden ser cambiados a gusto del usuario. Existen dos niveles de ABS, más la opción de desconectarlo, y ocho niveles de control de tracción. Con ellos podemos jugar dejando, por ejemplo, el modo Sport sin ABS y el DTC al mínimo, algo bastante útil si nos metiésemos en circuito. Y el resto de modos a nuestro gusto. Por último, el ABS no solo tiene en cuenta el límite de adherencia de las ruedas en frenada, sino que también actúa en caso de excesiva transferencia de peso al tren delantero, evitando que se levante la rueda trasera y podamos hacer un inesperado caballito invertido.
En definitiva, Ducati ha dotado a esta moto de las características necesarias para que puedas seguir pasándotelo igual de bien en carreteras de curvas, sin ser un problema el que éstas se encuentren lejos. De hecho, cuanto más lejos estén, mejor, así disfrutarás por partida doble.