Triumph Tiger Explorer XC. Prueba

Esta nueva versión XC va un paso más allá sobre la conocida Tiger Explorer 1200 y aumenta sus capacidades como todoterreno. Triumph amplía con ella una gama trail ya de por sí muy interesante.

Texto: Sergio Romero. Fotos: Juan Sanz

Triumph Tiger Explorer XC. Prueba
Triumph Tiger Explorer XC. Prueba

La Tiger Explorer se erigió como la alternativa a la BMW R 1200 GS y como una de las trail más interesantes el año pasado, cuando entró en el mercado. Esta temporada la marca inglesa ha ido un poco más allá y ha puesto en escena una versión ligeramente más adaptada al off road. Las maxitrail actuales se han convertido en motos destinadas principalmente a hacer turismo por carretera y su carácter asfáltico se ha potenciado en las últimas versiones que cada marca ha ido presentando. De ahí que los de Hinckley hayan pensado en esta nueva XC, para los que se quedaron con ganas de sacar, un poco más, su moto de la carretera. Las diferencias se encuentran en las llantas de radios, aunque con neumáticos sin cámara, el cubrecárter, las defensas del motor, los cubremanos, las luces de niebla y la pintura verde caqui. Este equipamiento le da ese toque más aventurero y se une al ya de por sí completo que trae la versión normal. Lo mejor, ante una moto de estas características, es darse una vuelta lo más completa posible, con autopista, carreteras de todo tipo y pistas de tierra. Pues eso hemos hecho.

Una salida digna a sus mandos es un viaje en toda regla, así que conviene ir bien equipado y llevar algo de equipaje. Si vas solo, no hay ningún problema ya que puedes fijar con mucha facilidad el equipaje a la parrilla portabultos (hay multitud de ganchos donde enganchar correas o pulpos). Si vas con dos personas tampoco es muy complicado, aunque lo mejor es hacerse con las maletas que se ofrecen entre los accesorios originales. Una vez cargada y antes de salir puedes ajustar fácilmente algunos detalles, como la precarga trasera con el mando remoto, por si llevas mucho peso extra, o la altura del asiento, para lo que solo hay que darle la vuelta al asiento y modificar con la mano la posición de las varillas de anclaje. También puedes navegar un poco por la instrumentación para dejar a cero todos los parciales, algo importante ya que luego, en marcha, puedes ver el consumo medio, instantáneo, la velocidad media, el tiempo transcurrido, la temperatura, además de los datos habituales, incluyendo la marcha engranada. Este cuadro está muy bien resuelto y es que hay veces que por querer dar mucha información se convierte en un caos visual. En cambio, aquí todos los datos se leen con facilidad y lo mejor es que se maneja muy bien desde los dos pulsadores que hay en la piña izquierda. Al subirte percibes ya que su gran masa requiere cierto esfuerzo o técnica para realizar las maniobras habituales del garaje, aunque con el asiento en su posición más baja no es tan difícil llegar al suelo. Lo del peso es algo inherente a las grandes maxitrail, de modo que es un peaje que hay que pagar para entrar en esta categoría. Esta XC, con los accesorios que trae de serie, pesa cinco kg más que la versión básica, de modo que se sitúa en 271 kg con todos los llenos. Es más pesada que muchas de sus rivales directas, pero en el momento en que metes primera e inicias la marcha ese peso queda muy bien equilibrado y puedes moverte a muy baja velocidad sin tener que hacer grandes esfuerzos. Además, te encuentras en una posición muy natural y su enorme capacidad de giro te facilitan mucho la vida. A esa facilidad de manejo, para una moto de su tamaño, ayuda en gran medida el exquisito tacto de su gran tricilíndrico en línea desde poco más allá de ralentí. Es, como sucede con la mayoría de los motores de la marca, muy lineal, aunque aquí esa cualidad se lleva al máximo exponente. El cambio también es agradable y las reacciones del cardan pasan totalmente desapercibidas. Así que poco a poco te va enamorando.

Los Pueblos Negros de Guadalajara, Majaelrayo, Campillo de Ranas y El Espinar, eran nuestro destino, así que para llegar hasta ellos recorrimos un buen trecho de autopista. Necesitas un largo rato para que te de tiempo a probar todo. Lo primero que descubres al empezar a devorar kilómetros es lo bien que funciona el control de crucero, dado que es muy preciso y se puede regular en saltos de un km/h. Todo lo haces con sencillez desde la piña derecha. Los grandes viajeros agradecerán el sistema. Luego cuando el tricilíndrico rueda con esa suavidad casi eléctrica, que hace que te olvides de él, empiezas a pensar en lo cómodo que vas. Caída de brazos y piernas muy natural y buena protección aerodinámica, que puedes regular manualmente con dos palomillas que hay en los laterales de la pantalla. Tiene suficiente margen de regulación como para conseguir que la mayoría del cuerpo quede a su resguardo o dejar que llegue más aire al tronco, cuando se baja del todo. El asiento tiene un mullido muy bueno, aunque puestos a pedir podría ser un poco más ancho en su parte más cercana al depósito, aunque en ese caso sería más difícil llegar al suelo. De cualquier manera viajas muy a gusto. Si te aburres puedes ver el consumo instantáneo o el medio. Es curioso que en los dos consumos realizados en la prueba (medio y a 120 km/h) el ordenador de a bordo siempre ha indicado entre 0,2 y 0,3 litros más del consumo real, cuando lo habitual suele ser lo contrario. Si aprietas un poco el ritmo mantiene muy bien el tipo, en cuanto a estabilidad en curvas rápidas se refiere.

Una vez dejas atrás la autopista y comienzas a rodar por carreteras secundarias, te sorprende por fácil que resulta su conducción a un ritmo medio. Se mueve bien de curva a curva y el motor, muy lleno, te saca a la perfección de cualquier viraje. Si el asfalto está muy pulido o sucio, como sucedió en un tramo, tienes la ayuda del control de tracción. Éste no es tan rápido como los sistemas más modernos del mercado, de tal forma que cuando estás en plena curva, con cierto grado de inclinación, el neumático desliza un poco hasta que el sistema actúa. No pasa nada, de hecho es divertido cuando te acostumbras y es, como no me canso de escribir, una excelente ayuda a la conducción. A la hora de parar también cuentas con ayuda electrónica, la del ABS, que también deja percibir sus pulsos cuando entra en acción, algo más pronto de lo ideal. En cualquier caso es también un apoyo esencial en la seguridad y se puede desconectar. Por su parte, el equipo de frenos tiene el tacto y la potencia correctas para una trail. Si quieres llevar un ritmo alegre, el motor te acompaña en todo momento, por los mencionados bajos y especialmente por la gran potencia que despliega cuando llega a la zona roja. Sus 120 CV reales en nuestro banco la sitúan entre las mejores de su segmento, pero lo importante, como hemos dicho, es la finura del gran tricilíndrico, que además se apoya en un conseguido acelerador electrónico. También hay que destacar que su curva de par es ejemplar y desde apenas 2.000 rpm se sitúa alrededor de unos excelentes 10 kgm. Eso en parte ayuda a tener esa sensación de lleno en toda la gama y de conexión entre lo que haces con el acelerador y las reacciones del neumático trasero. Y en ningún momento tienes sensación de brusquedad.

Si la carretera que estás siguiendo llega a su fin y se convierte en una pista de tierra, no hay problema porque la XC, aunque no es una especialista, te puede llevar fuera de carretera. Las llantas de radios son la garantía de que no vas a romper si pasas por zonas con muchos baches. Antes de adentrarte por estos terrenos conviene entrar en el menú, desconectar el ABS y poner el control de tracción en la posición 2, que permite mayor deslizamiento de la rueda trasera sin que pierdas el control. Si eres un piloto experimentado en campo, lo puedes quitar directamente que también tienes la opción y controlas con el gas. Teniendo en cuenta su envergadura y peso encuentras ciertas limitaciones cuando el terreno se complica, pero puedes hacer rutas bonitas por parajes perdidos que con una moto de carretera no serías capaz. Las defensas del motor y el cubrecárter son garantías de que no romperás el motor por el impacto de piedras u obstáculos que encuentres, si has tomado el camino más largo y complicado... Las suspensiones tienen un recorrido generoso, el mismo que en la Tiger Explorer a secas, así que las irregularidades del terreno o los baches que encuentras en carretera los absorbe sin problemas. Si fuerzas mucho el ritmo en asfalto en mal estado se quedan algo blandas, de modo que hay bastante transferencia de peso, especialmente en frenadas, y pueden llegar a ser secas sobre los baches más grandes, al trabajar ya en la última parte del recorrido. Pero esto es un caso puntual, ya que el resto del tiempo hacen bien su labor, incluso en pistas con algunas pequeñas roderas. En el tren delantero solo puedes regular la precarga y estaría bien poder apretar un poco los hidráulicos, para cuando pasas a la carretera y quieres sacarle un poco más de rendimiento en conducción deportiva. Pero también hay que decir que el compromiso que tienen con sus reglajes de serie es muy elevado, y no cabe duda de que la gran mayoría de los usuarios no les encontrarán ningún pero.
Al final de día, tienes la sensación de estar descansado por la gran suavidad general de funcionamiento y la comodidad de esta XC. La vuelta a casa, después de estrujar el motor y el chasis en carreteras reviradas, de batallar por pistas pedregosas y recorrer todo tipo de ambientes, se vuelve tranquila. Y puedes disfrutar del paisaje, apreciar los numerosos datos de la instrumentación que resumen tu día y sonreír al ver un consumo medio de 6,1 litros a los 100 km, gracias al que puedes volver a casa sin repostar.

La verdad es que se trata de una maxitrail muy completa y capaz, con la que puedes hacer de todo. Es cierto que no tiene cambios excesivos con respecto a la versión básica y que los más radicales pueden echar de menos un mayor recorrido de suspensiones y y ligereza en una versión XC. Pero lo cierto es que para la mayoría de los usuarios tiene unas cualidades muy buenas. En carretera disfrutas gracias a que sabes que hay unas ayudas electrónicas que pueden solventar tus excesos. Haciendo turismo «vas como un marqués», por como te cuida, mientras que con las llantas de radios tienes la opción de hacer largas excursiones por pistas o terrenos de aventura, podríamos decir. Y puedes ir a trabajar con ella también...