Triumph Tiger Explorer. Prueba a fondo

Con un elegante diseño y muy bien dotada a todos los niveles, la nueva Triumph Tiger Explorer viene a saciar tu hambre de aventura.

Oscar Pena. Fotos: Juan Sanz

Triumph Tiger Explorer. Prueba a fondo
Triumph Tiger Explorer. Prueba a fondo

Triumph se introduce en un nuevo segmento con la Tiger Explorer. Partiendo de una hoja en blanco, los ingenieros de la firma británica han desarrollado un producto excelente que colmará las expectativas de los más aventureros.

Esta «gran» moto lo tiene todo en realidad: un confort digno de una gran turismo, una capacidad de carga sobresaliente con su amplia parrilla trasera, y un equipamiento de alto nivel, donde el ABS, el control de tracción, la transmisión por cardan o un generador de carga para sus múltiples conectores eléctricos no están exentos.

También disfruta de unos acabados de primera, con todos sus componentes de aspecto y terminación impecables. Además de un fantástico comportamiento dinámico aderezado por un motor muy equilibrado que ofrece, sobre todo, suavidad de marcha, elevada fiabilidad y bajo consumo.

Con todos estos argumentos no me extrañaría que te entren ganas de ir al concesionario a reservar una ahora mismo, y de hecho te animaría a ello. Pero también a que esperes unos minutitos y sigas leyendo sobre sus características...

Salta a la vista que la Explorer es una moto con porte y personalidad. Más aún cuando te subes a ella y la observas de cerca. Se nota que ha sido muy bien pensada y diseñada para satisfacer las necesidades de un cliente exigente, que además de una moto de «largo alcance», quiere un producto que podríamos catalogar sin temor a equivocarnos como «premium».

No en vano su precio así lo requiere (15.295 € con ABS y un elevado equipamiento de serie). Del mismo modo se lo exigen sus rivales más directas. Motos como la BMW R 1200 GS, por poner un ejemplo, que es la indiscutible líder de su segmento y goza de una fama y cualidades difíciles de batir.

Así las cosas y ante el cúmulo de aciertos presentes en la Triumph Explorer, cabría preguntarnos unas cuestiones que encuentran en algunos aspectos mejorables la respuesta. Por ejemplo: ¿qué le falta?. Creo que un poquito de más brío en la parte alta del cuentavueltas, entre 8.000 y 10.000 rpm,  no le vendría mal al inédito tricilíndrico.

También que no se produjeran justo ahí algunas vibraciones que contrastan con un tacto exquisito, una suavidad de marcha ejemplar, un sonido de escape deportivo y sugerente, y una excelente respuesta al puño del «gas». Sea como fuere, por el carácter «tranquilo» y equilibrado del conjunto, estoy seguro que la mayoría de los futuros propietarios no utilizarán ese rango de revoluciones salvo en puntuales ocasiones.

¿Y qué le sobra? Sobre todo un poco de peso. Se percibe bastante manejable en marcha a cualquier velocidad, e incluso ágil entre el tráfico dentro de sus posibilidades, gracias entre otras cosas a las virtudes de su parte ciclo en la que el chasis formado por tubos de acero cobra especial protagonismo. Pero en parado hay que saber mover sus 250 kg verificados en vacío. Casi 25 más que la mencionada R 1200 GS, y seis más que la Yamaha Super Ténére 1200.

Iniciar el camino es un placer, a sabiendas de poder disfrutar de una moto muy completa. La protección aerodinámica es de primera y su pantalla regulable protege muy bien sin generar rebufos. La ergonomía es natural, la posición de conducción regulable, tanto en lo que respecta al manillar como a la altura del asiento, y el tacto y mullido del mismo son excelentes. Este es, además, estrecho en la justa medida para poder llegar bien con los dos pies al suelo, y como el chasis también lo es, abrazas con las piernas todo el conjunto.

El manillar es ancho y te permite hacer buena palanca en cambios de dirección, y además gira mucho, lo que ayuda en maniobras a baja velocidad. La progresividad y tacto de embrague y frenos también colaboran notablemente en estas ocasiones. Su llanta de 19” contribuye a la sensación de agilidad, sin que por ello se pierda la precisión de la dirección o el aplomo del tren delantero. De hecho, solo rodando a muy alta velocidad en curva se aligera un poco, o en fuertes apuradas cabecea ligeramente.

Ajustando el reglaje de su horquilla estas sensaciones mejoran, aunque de todas formas son más producto del peso del conjunto que otra cosa. Además, no podemos olvidar que tanto los neumáticos como el recorrido de las suspensiones están pensado para rodar también «fuera carretera».

Detrás el amortiguador es regulable en precarga mediante un mando remoto, casi imprescindible hoy día, y también trabaja envidiablemente. El ABS (desconectable) es más discreto. La frenada es muy correcta y dosificable, pero en mi humilde opinión el ABS actúa demasiado pronto en ambos trenes, especialmente delante. Y es que en una frenada contundente puedes llegar a notar su activación a través de los pulsos de la maneta de freno.

Fiel a su filosofía, Triumph dota a la Explorer de un nuevo tricilíndrico de 1.215 cc que destaca por sus buenas dosis de potencia y par. Pero hay más. Pensando en largos viajes, se han establecido unos periodos de mantenimiento de nada menos que 15.000 km, y además el consumo es realmente contenido teniendo en cuenta su elevada cilindrada. 6,5 litros a los 100 km de media en nuestra prueba, a ritmo medio-alto, es una cifra muy atractiva.

También pensando en su filosofía, la Explorer incorpora control de crucero de serie, con una transmisión secundaria por cardan exenta de mantenimiento, y con un potente generador de 950 W que permite conexiones simultáneas de múltiples accesorios eléctricos (puños calefactables, asiento calefactable, luces antiniebla o el baúl trasero con enchufe auxiliar). Esto aparte de la toma de corriente situada cerca del botón de encendido, ideal para conectar el GPS o prendas térmicas.

Por su parte, el control de tracción regulable en dos posiciones es muy útil a la hora de acelerar sobre firme irregular o asfalto muy deslizante a modo de salvaguarda. En seco durante la prueba nosotros no lo hicimos actuar.

Así las cosas, Triumph ha acertado a la primera con su Explorer y entra en su segmento con grandes argumentos. Eso sí, ahora falta que guste tanto a los potenciales clientes como para que se animen a comprarla.

¿Estás interesado en alguna oferta sobre esta moto? Ya está disponible en toda la red de Concesionarios Oficiales Triumph hasta el próximo 30 de noviembre.