Zontes está en plena expansión en nuestro país y ya tiene un catálogo que se acerca a la treintena de modelos copando la mayor parte de los segmentos y cilindradas. Creada por el gigante Tayo Motorcycle en los albores del siglo XXI, enseguida dejó claro que lo suyo no eran los estereotipos de marca asiática de bajo coste.
De hecho, si algo caracteriza a este tipo de jóvenes marcas chinas es su agilidad a la hora de adaptarse a las necesidades del cliente, con un tiempo de reacción menor que el de las marcas tradicionales y apoyadas en muchos casos por el feedback que les dan sus concesionarios e importadores. Y aquí entra en juego el potente Grupo Onex, con el que penetró en España en 2018 y que tiene en su cartera otras firmas como Voge y Royal Enfield.

Los crossover están de moda y Zontes pone en el mercado un scooter cuyo diseño que nos recuerda al padre de todos estos aventureros, el Honda X-ADV, con el que evidentemente no compite de tú a tú, por la diferencia de cilindrada, pero en el que se inspira visualmente. Y con esa estética pretende plantar cara al hermano pequeño, el Honda AVD350, que es el rey absoluto de su categoría. Y que se no se despiste el gigante nipón, porque con apenas unas semanas en el mercado ya se ha situado segundo en la tabla de matriculaciones en 2025 dentro de este segmento de los todocaminos de media cilindrada.
Pack adventure
La imponente figura del Zontes 368G gana en las distancias cortas, con un nivel de acabados propios de una marca premium. En la presentación tuvimos la ocasión de ver las entrañas del scooter y todo el cableado, tornillería y chasis también está muy bien trabajado. Aunque de verdad, lo que más llama la atención es la cantidad de equipamiento que tiene de serie.

Atención a la ‘checklist’ y a ver si no me dejo nada: Llave keyless, pantalla TFT de 8’’, conectividad y función ‘mirroring’ para replicar algunas de las apps de tu smartphone, seis entradas de USB (tres tipo A y tres C), dos mapas de inyección (Eco y Sport), puños calefactable con cinco niveles de intensidad, sensor de presión de neumáticos y algo a lo que ya nos tiene acostumbrado Zontes, la cámara dual HD delantera y trasera, con sensor de visión nocturna y que graba cada vez que se enciende el scooter, pudiendo descargar los vídeos al móvil a través de la app de la marca.
Hasta ahí, un paquete completísimo para cualquier scooter de alta gama. Pero falta lo mejor, lo que le convierte en el crossover más puro de su categoría: Horquilla invertida con doble tija regulables en compresión y extensión, doble amortiguador también regulable en precarga y extensión, rueda delantera de 17’’, con llantas de radios tubeless y neumáticos mixtos, manillar cónico regulable en inclinación, parabrisas regulable en altura, cubremanos, protector de cárter, defensas anticaídas, faros antiniebla, estriberas para rodar en posición off road, además de ABS y control de tracción desconectables para su uso en pista. Un completo pack ‘Adventure’ incluido de serie que parece irreal por el precio de venta al público y cuyo único extra sería el baúl trasero.

Tres en uno
Desde el inicio te he contado que el Zontes 368G es un crossover en apariencia y en equipamiento, pero no se queda solo ahí. Con ese inmenso diámetro de llanta delantera también juega con alguna de las ventajas de los scooter de rueda alta, como son la estabilidad y la absorción de irregularidades en el asfalto.
Y si te paras a pensar en el tamaño general, con 1.560 mm de distancia entre ejes y 203 kg de peso lleno, la capacidad del depósito (17,5 l) y su autonomía (más de 400 km), el confort en marcha y la capacidad de carga, resumida en que hay espacio para dos cascos integrales bajo el asiento, además de una generosa guantera en el escudo, podría rivalizar perfectamente con los mejores GT.

Para comprobar todas estas características, la marca nos preparó una ruta que fusionaba muy bien todo tipo de escenarios, desde el entramado urbano de Valencia capital, saliendo por sus circunvalaciones y pudiendo exprimir el motor en autovía. Y terminando por el interior montañoso de la provincia, rodando en carreteras de curvas primero, para exprimir el chasis y la parte ciclo en general, y pisando un tramo de pista con cierta dificultad de unos 5 km.
Ciudad, carretera, curvas y pista
Probablemente, la mayoría del uso que hagas de un scooter como éste será como la primera parte de la ruta, mezclando ciudad con extrarradio. Una combinación ganadora para el Zontes 368G. Es un scooter voluminoso, aunque la altura del asiento al suelo no es tan elevada (790 mm), la anchura del asiento puede generar algún reparo para las tallas más bajas. Lo cierto es que, en marcha, parece que su tamaño se contiene y se vuelve ágil y manejable en ciudad, y sus suspensiones absorben las trampas del entramado urbano.

En tráfico abierto, la postura de conducción es cómoda, con el manillar muy ancho de su herencia más campera y puedes combinar hasta tres posiciones para colocar los pies (en la plataforma, el contraescudo y los estribos off road). La pantalla es muy protectora e incluso en su posición más alta no flanea. El motor tiene una buena pegada inicial y mejores recuperaciones, estirando hasta llegar a ver los 160 km/h de marcador sin llegar a vibrar.
Llegamos a la parte más comprometida, la zona montañosa. Rodamos con neumáticos CST mixtos y, claro está, tampoco son los de mayor agarre. No estaría de más poner un segundo disco en el tren delantero, aunque la frenada cumple sin más y el ABS por momento se vuelve un poco intrusivo.

En el momento en que pisamos lo marrón, lo desconectamos como hacemos con el TCS y te das cuenta de que te puedes divertir con el Zontes 368G en un tramo con piedras sueltas y alguna que otra rodera traicionera. Ahí se nota ese plus que tiene en las suspensiones y el hecho de que tengas los estribos específicos para off road hace que lleves una posición mucho más natural de pie sobre el scooter.
Conclusión
El Zontes 368G es un scooter muy bien parido, hablando mal y pronto. Que ofrece tanto y tan bien, con un precio tan ajustado (5.592 euros), que es difícil que no suponga una revolución en el mercado. Dentro de su segmento apuesta claramente por ese componente más aventurero. Ya sé que no es una moto de enduro y que probablemente el uso que hagas de un scooter así sobre tierra será residual, pero como siempre digo cuando me preguntan por este fenómeno de los crossover, no se trata tanto de lo que vaya a hacer, sino de tener la capacidad de poder hacerlo.

FICHA TÉCNICA
Precio: 5.592 €; Motor: 1 cil. Refr. líquida; Distribución: SOHC 4V; Diámetro x carrera: 79,0 x 75,0 mm; Cilindrada: 367,6 cc; Compresión: 11,8:1; Potencia máx. dec.: 28,9 kW (38,8 CV) a 7.500 rpm; Par máx. dec.: 40 Nm a 6.000 rpm; Modos de conducción: 2 (Sport y Eco); Ayudas electrónicas: TC; Embrague: Centrífugo; Cambio: Variador centrífugo; Transmisión sec.: Correa; Chasis: Multitubular en acero; Basculante: Motor portante; Suspensión del.: Horquilla invertida; Diámetro barras/Recorrido: 41 mm / 154 mm; Reglajes: Compresión y extensión; Suspensión tras./Recorrido: Doble amortiguador / 114 mm; Reglajes: Precarga y extensión; Freno del.: Un disco de 300 mm; Pinzas: 4 pistones; Freno tras.: Un disco de 240 mm; Pinza: Un pistón; ABS Tipo / Desconec.: Estándar / Sí; Rueda del.: 110/70-17"; Rueda tras.: 150/70-14"; Cap. Depósito: 17,5 l; Peso lleno: 203 kg; Dist. entre ejes: 1.560 mm; Altura asiento: 790 mm.