Zontes R310, prueba y primeras impresiones

Si hay algo que no se le puede negar a esta integrante del grupo de motos naked para el carné A2, es su enorme atractivo.

Bego Calvo. Fotos: Juan Sanz

Zontes R310, prueba
Zontes R310, prueba

Se trata de algo subjetivo, pero te guste o no, pasar desapercibido rodando con ella por ciudad es misión imposible. Por algo será. Es inevitable que te miren con ella. Pese a que el sonido de un motor monocilíndrico no llame mucho la atención, especialmente si eres "políticamente correcto", en el caso de esta Zontes parece aportar su granito de arena en el encanto de la R310. La doble salida lateral de escape no obedece a la de un bicilíndrico, pero ahí la tienes, clavando las miradas de propios y extraños; a la parte posterior le sucede algo parecido, con las dos tiras de LED que hacen agachar los cuellos para fijarse bien en ellos...En fin, que pensaba que las chicas en moto, al no ser tan numerosas como los chicos, acaparaban más miradas en los semáforo que el resto, pero estoy convencida de que en este caso todo el mérito se lo adjudica la Zontes. Comprobado y contrastado.

Zontes R310, prueba y primeras impresiones

Zontes R310, prueba y primeras impresiones

ESTÉTICA Y MUCHO MÁS

La R310 se hace valer de una llave electrónica de proximidad para arrancar. Debemos estar en su perímetro de alcance para que moto y llave "se reconozcan". Aquí encontramos un pequeño fallo, y es que la dirección, una vez cortas la corriente al motor desde la piña izquierda tras estacionar, queda bloqueada una vez la giras a tope hacia la izquierda. Si no lo haces, un indicador sonoro a modo de "bip" te avisará de está libre de movimiento; ahora bien, si te marchas y alguien pretende cambiar la moto de posición, girando la dirección a tope, quedará fija y finalmente bloqueada. Curioso antirrobo... que también funciona aunque seas tú mismo, con la llave en el bolsillo, el que pretenda mover la moto con el contacto apagado. Se lo toma muy en serio.

Zontes R310, prueba y primeras impresiones

Zontes R310, prueba y primeras impresiones

Como te digo, todo es electrónico, tanto el arranque como el bloqueo del manillar mencionados, el acceso a la boca de llenado de gasolina (tiene tras la tapa un tapón a rosca que queda pendiendo de una espiral de goma) o incluso el desmontaje del asiento de doble altura. Cada detalle se encuentra "monitorizado" por los mandos que encontramos en las dos piñas de la Zontes y que, además, se ven provistas de iluminación para que encuentres lo que buscas aunque la luz ambiente sea pobre o nula. ¡Gran detallazo!

ZONTES R 310, PODEROSA A LA VISTA Y EN MARCHA

A los mandos, el asiento no resulta del todo alto, siendo capaz de llegar al suelo perfectamente con los dos pies, algo que en mi caso no es demasiado frecuente. Lo que sí queda elevado de verdad es el manillar, pero tampoco resulta negativo excepto cuando pasas por filas de coches atascados. De hecho, a los mandos no notas nada forzado, ni brazos, ni muñecas ni rodillas. Todo queda más o menos accesible, en su lugar, sin exagerar nada ni echar en falta más espacio o menor recorrido en los mandos.

Zontes R310, prueba y primeras impresiones

Zontes R310, prueba y primeras impresiones

En marcha esta sensación se ve refrendada con una gran soltura y facilidad de conducción. Y es que la Zontes es muy cómoda en prácticamente todos los aspectos que puedas imaginar, con una horquilla de ajuste medio, ni dura ni blanda, aunque tal vez el amortiguador sí resulta un tanto firme, al menos con mis 53 kilos de peso.

La Zontes frena bien, aunque exige que te apliques sobre su maneta derecha

En general, una de las primeras cosas que llama la atención es que la R310 se muestra como una moto más grande y capaz que cualquier otra monocilíndrica de su especie y cilindrada. Por ejemplo, las recuperaciones son excelentes teniendo en cuenta que se trata de un “mono" de poco más de 300 centímetros cúbicos. No da tirones abajo y la salida desde poco después del ralentí es no solo más inmediata de lo que esperaba, sino también más “limpia" y progresiva de lo que supuse antes de subirme a ella.

Zontes R310, prueba y primeras impresiones

Zontes R310, prueba y primeras impresiones

Pronto te da la confianza necesaria para rodar con soltura y desparpajo por ciudad, permitiendo colocarte justo donde quieres mientras aprovechas cada marcha hasta medio régimen. En ese momento te mueves con la Zontes a una velocidad suficiente como para darte la agilidad que necesitas para encontrar la primera línea del próximo semáforo, o adelantarte a girar primero en la calle que estás buscando dejando atrás los coches más lentos o torpes. ¡Qué te voy a contar del tráfico urbano! Lo mejor de esta Zontes es que te lleva de un lado a otro divirtiéndote con el cambio, con una primera de tacto extraño al insertarla, ya que ofrece más recorrido del necesario, como si bajara más sin que lo requiera al haberse insertado ya la primera relación. Pero no es más que parte del encanto de una moto que te pide ir subiendo de marchas con par suficiente entre una y otra sin que busques la línea roja. Eso sí, si lo haces así, fundirás cualquier radar que encuentres en tu camino.

Zontes R310, prueba y primeras impresiones

Zontes R310, prueba y primeras impresiones

ZONTES R 310, URBANA Y VIAJERA

Es lógico pensar en que la vida de esta moto pasará en tus manos moviéndote de un lado a otro de tu cuidad, pero yo desde luego no evitaría hacerme alguna que otra escapadita por carretera. Dicho y hecho. Con la Zontes resulta complicado aburrirte. De hecho y como te digo, si juegas a estirar marchas acabarás rodando bastante más rápido de lo permitido, con un sonido de motor que te hará mirar hacia delante, y no con la vista clavada en el curioso velocímetro digital; vamos, que tienes que tener muy claro hacia dónde apuntas, sobre todo si vas a divertirte a tu carretera favorita de curvas. Hasta aquí, y si vas a circular por tramos amplios y rectos, echarás en falta el carenado de la versión X 310, pero una vez metida en ángulos y variantes, cualquier protección queda en un segundo plano para aprovechar más y mejor la potencia del motor, el correcto escalonamiento del cambio y la frenada, algo justa eso sí, sobre todo si eres de los que tiran de maneta con uno o dos dedos. La bomba de la Zontes y el único disco delantero requieren potencia, pero de tu mano, a la hora de apretar. Falta un pelo de progresividad, pero el mordiente necesario lo conseguirás a poco que te apliques con ella.

Si realmente lo tuyo es la aventura, tienes la versión X 310, disfrutarás al máximo con ella

No es difícil moverte sobre su asiento de un lado a otro pese a que, a simple vista, parece que el piloto queda encajonado entre este y el depósito. Pero no, los cambios de dirección, si te gusta desplazar el cuerpo hacia dentro del viraje, los favorecerás al máximo, metiéndola en la trazada casi con el pensamiento. Los neumáticos, aunque no son de una marca de reconocido prestigio, cumplen de forma correcta con su cometido, sin sustos ni tacto extraño. Una sorpresa más que no me convencía del todo, al menos a priori. Y la verdad es que los necesita, porque el “mono" de la R 310 corre de verdad, lo suficiente como para que la moto necesite pisar con garantías. Lo consigue.

CONCLUSIÓN

Zontes R310, prueba y primeras impresiones

Zontes R310, prueba y primeras impresiones

Quien haya sufrido malas experiencias con motos muy asequibles, es lógico que no le queden ganas para repetir algo parecido, y si estás viendo en esta Zontes una moto de esas características, olvídalo. Lo único que sí está relacionado es el precio, porque esta R310 no es especialmente cara, pero tampoco es un regalo. De hecho, creo que además de una estética rompedora, la gran virtud de esta monocilíndrica es lo bien que va en relación con su precio de venta. Esta moto te lleva de sorpresa en sorpresa. Interesante…