Turismo: Costa Brava en moto

Buscamos hoy la inspiración en lugares que se la brindaron, en tiempos pasados, a personalidades tan brillantes como Dalí o Lorca. Paisajes que adornan un recorrido repleto de sensaciones con el Mediterráneo muy presente, así como zonas de gran atractivo para disfrutar en moto. Vamos a descubrirlo.

Luis López. Fotos: Jaime de Diego

Turismo: Costa Brava en moto
Turismo: Costa Brava en moto

Es tiempo de disfrutar de uno de los lugares más atractivos para montar en moto de todo el territorio catalán. La Costa Brava ofrece al visitante un amplio compendio de sensaciones variopintas entre mar, montaña y pueblos encantadores donde volver al pasado resulta tan fácil como pasear por sus calles. Solo tienes que dejarte llevar y descubrir cada rincón de la ruta con el sosiego que demanda la extraordinaria belleza del entorno.

En el Parque Natural del Cabo de Creus tenemos un buen ejemplo, y para prueba, las imágenes que puedes ver en la apertura de este reportaje. Después de salvar el mar, el astro rey se dispone a hacerlo con el faro, fechado en 1853, así como las montañas que serpentean la costa de este parque. Un amanecer que merece la pena vivir en primera persona, al mismo tiempo que rodamos por carreteras tan reviradas como estrechas y solitarias a primeras horas del día. Nuestra compañera de fatigas, en este caso la Honda NC700X, sigue fielmente la trazada de un asfalto salpicado por tierra y piedras sueltas.

Ya a plena luz del día, nos encaminamos hacia Cadaqués circulando por un sinfín de curvas para dirigirnos hacia la tierra que vio nacer como persona y artista a Salvador Dalí, piedra angular del Surrealismo español y anfitrión de la cultura española a lo largo de su prolífica vida. Sus blancas fachadas parecen querer jugar con la luz y la vida que le ofrece el mar, con su actividad pesquera como auténtica protagonista. Hasta en detalles como el piso, Cadaqués ofrece una mirada diferente a cualquier otro pueblo, digamos, semejante: el antiguo pavimento que conserva el casco antiguo, denominado rastel, se elaboraba a mano con piedras arrancadas a orillas del mar, donde previamente fueron moldeadas por la erosión de las olas. Se podría decir que la calle del Call es la más característica con este firme, donde su forma de espiga pretende absorber el agua para que los viandantes no resbalen…

Antes de dejar Cadaqués, y aunque debas pedir cita previa, es recomendable visitar el Museo Dalí, donde el genio del Surrealismo demostró dar rienda suelta a su inagotable genio entre 1904 y 1989 no solo como pintor, sino también como escritor, director de cine, diseñador de ropa, joyas, mobiliario y… en fin, artista polifacético como pocos.

Dicen que la crisis no ha pasado por allí y que, probablemente, no lo haga jamás. Tras poner rumbo sur desde el Cabo de Creus nos dirigimos, tras pasar por el coqueto pueblo de Roses, a una de las maravillas de Cataluña, auténtico paraíso del veraneante y lugar de relax inigualable de los más adinerados del lugar… y parte del extranjero. A Empuriabrava la llaman la Venecia Española, no sin falta de razón, por muchos motivos. Sus calles flirtean con el sosiego de las aguas aderezadas con lujosas embarcaciones aparcadas a las puertas de prominentes mansiones, o dentro de sus garajes, nos abren los ojos a otro tipo de vida. Sin embargo, admirar su belleza se encuentra al alcance de todos los que por allí nos acercamos. Esto, de momento, es gratis.

La NC no tarda en recuperar el rumbo desde Castelló d’Empúries hacia Sant Pere Pescador, o lo que es igual, al Parque Natural de los Aiguamolls de l’Empordá. En breve nos toparemos con las afamadas ruinas de Empúries, en la que es sin duda otra de las paradas obligadas de la ruta.

La GI 632 nos conduce a través de Montgrí a Torroella y, ya circulando por la C 31, nos acercamos a la bella población de Pals, donde encontramos uno de los ejemplos más significativos de ciudad medieval. Destaca la iglesia de Sant Pere del año 944, así como su peculiar campanario, más conocido como la «torre de las horas», construida entorno a los siglos XI y XII. Llama también la atención la muralla que sirvió para fortificar la zona más alta del núcleo urbano primitivo, donde apenas se conservan cuatro de las torres que lo defendían.

Abandonamos Pals y nos dirigimos hacia el interior en busca de la Bisbal d’Empordá para bajar, por les Gavarres, hacia Calonge circulando por la GI 660 mientras atravesamos el alto de la Ganga. Palamós nos devuelve a la cercanía de la costa con la intención de disfrutar, poco después, de uno de los tramos más afamados entre los motoristas del lugar…

Tras Playa de Aro nos disponemos a rodar por la GI 682 en busca de sensaciones fuertes, con un precioso acantilado y el mar a nuestra izquierda entre mil y una curvas redondas, cerradas, ciegas, enlazadas… Aquí las tienes todas, si bien el asfalto no se encuentra precisamente en la mejor de sus formas. Hubo un tiempo en el que sí, y precisamente por ello se ganó la fama de «territorio motorista» por excelencia. La llegada al Cabo de Tossa nos devuelve a la vorágine del turismo, las calles empedradas y empinadas, así como las playas de arena fina. Todo un imán para los amantes del sol, donde también se encontrarán en su salsa visitando pueblos como Lloret o Blanes, las siguientes localidades que nos encontraremos rodando por la misma carretera, siempre próximos a la costa.

Pero sin duda, y más a estas alturas del año en las que todavía lo desapacible del tiempo no nos da tregua a disfrutar de la costa como debiera, el próximo reclamo y fin de ruta lo encontramos en la ciudad de Barcelona. Aquí llegaremos, cómo no, por la costa del Masnou y Badalona hasta toparnos con la Barceloneta. Ya con la noche como testigo, las luces de nuevas edificaciones a pie de playa nos llaman la atención, siendo el prolegómeno de una más pormenorizada visita a los múltiples puntos de interés que encierra la capital catalana. ¿Un pequeño consejo? Date una vuelta por el viejo trazado de Montjüic y descubre el encanto de un circuito sin igual. Un embrujo que nunca volverá, pero que perdurará en el tiempo y en el corazón de muchos motoristas que vivieron la magia del Parque.

  • Cadaqués, Dalí y Lorca: Estos parajes de la costa catalana fueron el escenario de un encuentro trascendental entre dos artistas clave del pasado siglo: Salvador Dalí y Federico García Lorca. El escritor andaluz fue invitado por el excéntrico pintor catalán para concentrar esfuerzos, compartir vivencias y desarrollar, entre otras corrientes de principios de siglo, el peculiar Surrealismo, cada uno en su correspondiente ámbito de acción. Un legado cultural que todavía hoy sigue muy presente en el acervo popular de este pueblo costero.
  • Ruinas de Empuriabrava: Dignas de ser visitadas, las ruinas greco romanas de Empuriabrava ofrecen al visitante una imagen de la vida en este enclave singular durante una de las épocas más florecientes de la civilización occidental. Así, el nombre de Empúries deriva del griego «Emporion» o «centro de compras», lo que indica que este lugar fue de especial importancia al ser cruce de caminos y encuentro de comerciantes, además de puerto natural en el que se aportaba protección en el amarre de las naves comerciales.
  • Pals medieval: No necesitarás pagar 2,40 euros de entrada, como en las ruinas de Empúries, para visitar el pueblo medieval de Pals. Situado en la cima del Puig Aspre, se divisan excelentes vistas del «Empurdanet» o «Ampurdán pequeño». Con una población de menos de 3.000 habitantes, Pals es un auténtico trasiego de turistas que caminan por sus empinadas calles para retrotraerse al pasado medieval. En ellas se entremezclan diferentes estilos: románico, gótico y barroco, fruto de las sucesivas reconstrucciones que ha sufrido a lo largo de los tiempos.
  • Turismo de calidad: De acuerdo, no es época de pensar en el típico turismo de sol y playa, pero sin duda he de recomendarte las costas de Lloret de Mar y Blanes para los meses estivales que están por venir. De ser dos pintorescos pueblecitos costeros de pescadores han pasado, en pocas décadas, a apostar por el turismo de vacaciones en grupo, ya sean familiares o amigos. Para ello encontrarás decenas de complejos prácticamente a pie de playa, o bien a muy pocos metros de preciosas calas rocosas. Una opción de verdadero interés si tus planes de vacaciones encajan en estas localizaciones.

FICHA DE LA RUTA

Denominación: Costa Brava
Origen: Cabo de Creus
Destino: Barcelona
Recorrido: 234 km