Turismo: Matarraña y Els Ports

Realizamos hoy un viaje en moto por carreteras que abarcan tres comunidades autónomas: Aragón, Cataluña y Valencia. Descubrimos así la comarca de Matarraña y las zonas naturales del Parque Els Ports. Paisajes, historia y tramos interminables de curvas nos esperan.

Luis López

Turismo: Matarraña y Els Ports
Turismo: Matarraña y Els Ports

Nuestro viaje en moto llega hoy a la comarca de Matarraña visitando uno de los pueblos más representativos de la misma. Calaceite nos servirá de punto de partida y llegada disfrutando de sus dos hoteles rurales situados en el casco antiguo, cada cual con su encanto y embrujo, El Cresol y Marqués de Sitjar. Ahora bien, lejos de buscar reposo, lo que necesitamos es descubrir toda la zona a los mandos de nuestra F 800 GS Adventure… ¡Qué gran apellido para la ruta que estamos a punto de descubrir! Pongámonos ya en marcha y aprovechemos los primeros rayos de la mañana, donde el mercurio apenas rebasa los 20 grados de temperatura en pleno verano.

Ponemos rumbo por la A-1413 hacia Cretas, si bien no llegaremos hasta allí, porque justo cuando comenzamos a emocionarnos con lo revirado del trazado sobre buen asfalto, cambiamos de tercio girando a nuestra izquierda en dirección Arens de Lledó. Aquí el fi rme se torna irregular y la anchura de la vía se reduce. Nos rodean campos rebosantes de olivos y multitud de caminos en los que, en cualquier momento, aparecerá un tractor afanado en las tareas diarias del campo. Un terreno perfecto para nuestra compañera de fatigas que se come las irregularidades al ritmo que quieras rodar. Justo en Arens nos encontramos con la primera frontera que salvar, perfectamente dibujada por el río Algars. Aquí la presencia de la lengua catalana es total y ya no nos abandonará en la práctica totalidad del camino, independientemente si pisamos

Parque Natural dels Ports

En la T-334 encontramos Horta de Sant Joan, ya a las puertas del Parque Natural dels Ports, que rodearemos en nuestra ruta por Prat de Comte al norte. Encontramos a partir de aquí un conglomerado de sierras agrupadas en el paraje natural mencionado. Puertos, sierras, montañas, parajes hermosos desde cada vez más altura y curvas con asfalto de todo tipo salpican el recorrido. Estamos ahora enfrente de la sierra de Cardó, a los pies de la C-12, momento en el que recuperamos la idea de que nos encontramos solos en el mundo… ¡Hay más tráfi co ahí fuera! Y ese es el que nos encontramos en la carretera hacia Tortosa, acompañados del caudaloso Ebro a nuestra izquierda.

La azarosa vida de Tortosa nos sobrecoge después de tanta tranquilidad y quietud hasta este punto del recorrido. Salvamos el puente sobre el Ebro para visitar el casco antiguo de la ciudad, donde las calles comerciales se visten de brillantes suelos para facilitar un agradable paseo y descubrir los vestigios que la historia ha ido depositando durante siglos en todo su perímetro.

Pero pronto volveremos a echar de menos las carreteras poco transitadas y la quietud del campo entre las sierras que nos rodean, por lo que dejamos atrás Tortosa para buscar en el mapa la localidad de Roquetes, punto desde el cual iniciamos la ascensión al Mont Caro. La carretera que nos conducirá a Alfara de Carles servirá de guía hacia Caro, si bien todavía nos quedarán 20 kilómetros hasta la cima en un trazado repleto de curvas dobles, ciegas, rasantes y desprovista de guardarraíles. Las vistas del Parque Natural son extraordinarias incluso antes de coronar, donde el Mediterráneo dibuja la línea del horizonte hacia un lado y el corazón de Els Ports al otro. No es extraño encontrarnos con un precioso mar de nubes que difi cultará de forma transitoria la visión en algunas curvas, varias de primera velocidad tanto en subida como bajando… ¡Hay que trabajar con el cambio! Diversión y un entorno espectacular rivalizan en protagonismo. Toda una experiencia para degustar con el reloj guardado en una de las maletas de la Adventure.

Monasterio de Benifassa en moto

La aportación al espíritu motociclista es tan intensa que merece la pena una subida y bajada por el mismo recorrido; este "ida y vuelta" nos servirá, entre otros detalles, para continuar la ruta por la TV-3421 hacia Mas de Barberans circunvalando la Reserva. Las vistas a nuestra derecha de La Portella del Pinell, a casi 1.100 metros de altitud, nos acompañan hasta cambiar de autonomía. Entramos así en la Comunidad Valenciana con la visita a uno de los remansos de paz más idílicos de la zona: el Monasterio de Benifassà. Su espectacular entrada rodeada de inmensos cipreses sobrecoge al visitante.

Pero si esperabas que aquí finalizaba la ensalada de curvas, estás equivocado. La Sierra de Sant Cristòfol nos lleva en volandas hacia Herbés, circulando por la CV-110 y muy próximos a recuperar tierras aragonesas, lo que sucederá tras salvar el Barranco de Escalona, entrando en la Sierra de Encanada. Más adelante, la carretera se ensancha y gana enteros, al menos en estado de fi rme y anchura, poco antes de llegar a Fuentespalda por la A-1414. En realidad, si hubiéramos querido rodar por mejores firmes y carriles más anchos, la N-232 nos habría llevado en volandas desde Morella hasta Monroyo y Valderrobres, pero ya metidos en harina, ¿por qué no seguir disfrutando de la proximidad de Els Ports? Junto con Beceite, Valderrobres rivaliza en importancia dentro de la comarca de Matarraña, con lugares extraordinarios para el buen yantar, por cierto.

El regreso a Calaceite podremos hacerlo por dos rutas, bien por Torre del Compte hacia la Nacional que une Alcañiz con nuestro destino, o rodando por la A-1413, muy divertida y más solitaria, por Cretas hasta Calaceite. Seguro que necesitarás un buen descanso que esta localidad te brindará con los brazos abiertos.

Establecimiento recomendado: El Cresol y el Hotel del Sitjar

El Cresol y El Hotel del Sitjar nos recuerdan cómo era la vida en estos parajes siglos atrás, donde los aparejos de labranza, prensas para aprovechar el fruto de la uva o simplemente el día a día entre muros de piedra, nos evocan tiempos pasados con aires de melancolía. Lo moderno y lo clásico van de la mano en dos casas rehabilitadas para alojar al cliente con un lujo exquisito en cada detalle. No te pierdas la oportunidad de visitarlo y reserva en Rusticae .

Visita la página Club Soy Motero , y en su sección de rutas encontrarás todo esto y más. Ahora que ha comenzado el buen tiempo, el Club Soy Motero de Mutua Madrileña, te pone aún más fácil disfrutar de la geografía española en la mejor compañía.