Ruta en moto entre Castellón y Valencia con Ruralka

Un recorrido por las sierras interiores de la Comunidad Valenciana, abarcando la zona del Maestrat hasta la Sierra de Gandía, nos demuestra que estas tierras no solo se nutren de sol y playa. ¿Por qué no disfrutarlo?

Luis López Lozano| Fotos: Jaime de Diego

Ruta en moto entre Castellón y Valencia con Ruralka
Ruta en moto entre Castellón y Valencia con Ruralka

Las mañanas primaverales son extraordinariamente saludables en el Maestrat. Es, sin lugar a dudas, la mejor época del año para visitar estos lares, donde el monte y la carretera invitan a rodar sin fin. Pequeños pueblos salpican la ruta a modo de pequeñas enciclopedias de lo que la historia nos deparó siglos atrás con el paso de diferentes culturas... Es el devenir de un pueblo gentil y risueño, adaptado a los tiempos que corren.

Así nos miran a los mandos de la Indian Chieftain. Se trata de un entorno bastante visitada por motoristas, si bien máquinas como esta no se ven tan a menudo. Nos sugieren lugares para disfrutarla y el inicio de esta ruta es precisamente uno de ellos. La carretera que une Chodos con Atzeneta ofrece dos atractivos que no deberás perderte: las curvas que lo conforman y el establecimiento que Ruralka nos propone para darnos un homenaje de relax y buen yantar. El Mangranar se encuentra preparado para decorar la mesa con la cocina local, descansando en sus amplias explanadas o dándote un chapuzón en su enorme piscina.

Disfrutamos de un entorno bastante visitado por motoristas

 

Así pasamos de la CV-171 a la CV-165, donde el trazado se vuelve un poco más angosto y estrecho. Así será hasta la llegada a Onda, donde la Sierra de Alcora nos reserva parajes cubiertos de un verde intenso que, como te digo, solo podrás disfrutar en esta época del año. Todo un regalo para los sentidos.

Sin embargo, en algunas zonas del trazado, el asfalto se vuelve descarnado y tan estrecho que, de curva a curva, resulta conveniente recuperar la vieja costumbre de tocar el claxon; nunca se sabe lo que puede venir tras el giro y esa roca, tan cerca de nuestro costado...

Poco a poco nos acercamos a Onda por la CV-191. Destaca su castillo atrincherado tras una férrea muralla salpicada de torres que sirvieron de vigía para sus moradores. Hoy, como tantos otros, ocupa labores bien distintas a las de sus inicios, dando cobertura a un turismo que llega con cuentagotas a una ciudad digna de ser visitada, especialmente por su casco urbano.

En ciertos tramos el trazado se vuelve más angosto y estrecho

Nos espera a continuación la Sierra de Espadá, donde recuperamos la vista de ese verde intenso que domina el horizonte. Nos da cobertura en esta ocasión la CV-223 para, a la altura de Alcudia de Veo, cambiar hacia Aín y dirigirnos en busca de Segorbe por la CV-200. Asfalto cambiante, en ocasiones muy roto, nos acompañan en este tramo en el que la Chieftain rueda como si nada estuviera pasando... Asiento, posición de conducción y suspensiones se coaligan para que apenas nos fijemos en el firme para negociar las cientos de curvas que nos asaltan, una tras otra, prácticamente sin descanso durante decenas de kilómetros. Desde luego, a esta americana no hay quien la pare. Solo te percatas de las ditancias cuando echas un vistazo a su pantalla TFT... Sí, porque aquí no tenemos señal de nada y la navegación queda en manos de la intuición, nada más allá de lo que se podría denominar "sentido común". Con la pantalla libre de mapas, el cuentakilómetros nos dice que sí, efectivamente, van pasando, tan rápido o pausado, según se mire, como la música de la memoria USB cargada en casa y lanza por su pareja de altavoces encastrados en el interior del carenado.

TIERRAS VALENCIANAS

Poco a poco nos desplazamos hacia el sur cambiando, en esta ocasión, de provincia. Atrás queda Castellón mientras entramos en Valencia por el Parque Natural de la Sierra Calderona. La CV-25 nos sirve de lanzadera para ello mientras nos acercamos a la carretera que une el Levante con la Meseta Central. Desde Lliria podríamos avanzar más rápidamente hacia Cheste y Chiva, pero preferimos seguir perdiendo altura por el Parque Natural del Turia mientras rodamos por la CV-364. Atrás quedaron las curvas, lo que aprovechamos para recuperar el resuello y acercarnos por Buñol, ya superada la A3, en busca del Embalse de Forata, donde nos detenemos para fotografiar su presa desde la que ya se divisa Dos Aguas. Suponemos que entre las curvas de Millares curtió su pilotaje Héctor Barberá mientras buscaba cualquier excusa para llegar a Bicorp, superando el cauce del Júcar.

Ya en Xátiva, donde nos animan a continuar un poco más allá en busca de los parajes de la Sierra de Gandía, los alrededores de Barx nos llevan en volandas por mil curvas... ¡por si no tuviéramos suficientes!, hasta las curvas más elevadas con hermosas vistas al mar. Allí encontramos Cullera y su más que poblado litoral. Es la otra cara del Levante.

 

RURALKA ON ROAD: HOTEL EL MANGRANAR

Un pinar de 100 hectáreas da cobertura a las instalaciones del Hotel El Mangranar. Se trata de una masía castellonense tradicional procedente del siglo XVI, a la que se accede por una estrecha vía que parte de la carretera que conecta Atzeneta con Chodos. El complejo lo conforman un total de cuatro casas rurales, destacando su restaurante, en el que disfrutaremos lo mejor de la cocina local, así como la piscina y zonas de esparcimiento.

RURALKA ON ROAD: HOTEL DEL ÁRBOL

Así, como suena. El árbol que preside este establecimiento es el que otorga su nombre. Cobra especial protagonismo desde las entrañas de sus instalaciones, con el tronco muy presente, hasta más allá del techo. Así, las ramas se dejan ver incluso desde el centro de Xátiva. En el interior, disfrutamos de sus amplias estancias decoradas como mandaban los cánones a finales del siglo XIX, con grifos clásicos, paredes alicatadas, ventanas con cristales decorados...