La receta de convertir una potente superbike en una radical naked es algo habitual entre las marcas que cuentan en su catálogo con este tipo de modelos. Ducati resolvía tal premisa con las versiones más radicales de su gama Monster: S4R y S4RS. Pero la aparición de la Streetfigher supuso todo un revulsivo para este, entonces, incipiente nicho de mercado y que ahora goza de una, no menos, curiosa popularidad. En sus términos, claro.
Esta «luchadora callejera» aplicó más fielmente tal concepto, al tomar como base la entonces saliente 1098 -sustituida esa misma temporada por la aún más poderosa 1198- en la que el bastidor multitubular aumentaba su lanzamiento, además de montar un basculante más largo; con el objetivo de ganar en estabilidad. El propulsor utilizaba los cárteres más modernos de la 1198 pero con los cilindros de la 1098. Ofreciendo unas prestaciones algo más conservadoras que en la deportiva pero que, sin duda, abrieron la veda al radical segmento con sus 155 CV declarados. Estos, «a pecho descubierto», al prescindir del carenado de la SBK como dicta el más puro estilo naked.
Dejando a la vista la buena factura de los componentes que formaban suspensiones y frenos; y que en la, aún más exclusiva, versión S eran objeto de mejora. Además de contar con amortiguador de dirección, tapas en fibra de carbono y el primer control de tracción aplicado a un modelo de este tipo; con un amplio rango de modulación, como es habitual en la marca italiana.
Radical
Si las primeras imágenes disponibles ya impactaron, en vivo se reforzaba tal sensación por lo compacto del volumen. Una vez acoplados en ella, la posición resultaba radical, con el cuerpo tan adelantado que se terminaban cargando los antebrazos pero, eso sí, con una panorámica privilegiada de la carretera y sin rastro de la moto, ya que quedaba debajo nuestro.
Abstenerse novatos. Poco radio de giro y el habitual elevado ruido de motor. Suspensiones tan firmes que evidenciaban cualquier imperfección del asfalto, pero que ofrecían el necesario aplomo para las prestaciones que brindaba el moderno propulsor Testastretta. Este es muy potente pero de entrega lineal y siempre rebosante de empuje gracias al par motor disponible, y frenos muy poderosos pero de fácil dosificación. En definitiva un arma muy eficaz en puertos de montaña y que no tenía ningún reparo en adentrarse en circuito, aunque aquí se evidenciaba una escasa altura de los estribos para estos menesteres.
No busques utilidad en el uso diario y sí exclusividad. Aunque la posterior versión 848 lo puso, sin duda, más fácil.
Características
- Precio: 8.000-16.000€.
- Potencia 155 CV.
- Peso: 167 kg.
Ficha técnica
- Motor: Motor 4T, 2 cilindros en V, refrigeración líquida.
- Cilindrada: 1.099 cc.
- Chasis: multitubular de acero.
- Suspensión del.: horquilla invertida.
- Suspensión tras.: monoamortiguador.
- Freno del.: 2 discos de 330 mm.
- Freno tras.: disco de 245 mm.
- Neumático del.: 120/70-17”.
- Neumático tras.: 190/55-17”.
- Depósito: 16,5 l.
- Altura asiento: 840 mm.
