Yamaha YZF 250 2008

Campeona del Mundo y de España de MX2, la Yamaha YZF 250 2008 desde su nacimiento ha sido una de las motos de referencia en su clase. Opción de segunda mano interesante por su alta fiabilidad, óptimas prestaciones mecánicas y dinámicas así como un buen precio usada, encontrando muchas unidades disponibles.

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Yamaha YZF 250 2008
Yamaha YZF 250 2008

Llegó para quedarse largo tiempo porque el motor de la YZF 250 aún sigue siendo el mismo, en su estructura general, que el actual, teniendo fuerza para enfrentarse a mecánicas más modernas. ¿Motivos? Yamaha ha mantenido en su YZF 250 su filosofía de montura fácil y efectiva que gusta mucho al público de a pie. No destaca en ningún apartado pero en todos obtiene muy buena nota. Y no sólo el motor, pues también ocurre lo mismo con su chasis, muy ágil y equilibrado, así como con las eficaces suspensiones. Cumple con el principio que prima hoy en las moto de cross: parte ciclo ágil y motor suave. Gracias a ello Tony Cairoli ha dado títulos de MX2 a Yamaha con la YZF 250 en 2006. De lo aprendido en esa temporada se adoptaron mejoras para la YZF de 2007 en el apartado termodinámico -conductos de admisión y escape, carburación y encendido-, así como en la parte ciclo sometida a una cura de adelgazamiento extrema -dos kilos menos-. Ese fue el primer año en el que junto al clásico color azul de la carrocería de Yamaha se pudo escoger por el blanco.

En 2008 la YZF también adelgaza en la parte delantera -barras de la horquilla, disco y pinza de freno, tija inferior...-. El motor estrena tapas pintadas en negro mate y la culata en plateado. El modelo 2009 refina detalles de la parte ciclo (basculante, bieletas, ejes…) pero es en 2010 cuando hay un cambio profundo montando un chasis doble viga de aluminio muy estrecho vestido con otra carrocería, más ergonómica y pequeña. El propulsor estrena escape, silencioso, muelles de válvulas... con un mejor rendimiento a bajo régimen.

La YZF siempre ha ofrecido un arranque efectivo, a la primera y, en marcha, unas reacciones suaves en la zona baja de revoluciones, aunque algo más perezosa que sus rivales a la salida de las curvas. No obstante, un ligero toque al embrague lanza de vueltas al motor y alcanza el medio régimen, en el que la YZF se siente cómoda. En alta el rendimiento mecánico es bueno, y entre diez y trece mil vueltas la azul se mantiene en torno a los 35 CV con un par de 2,4 kgm. Cifras buenas, por debajo de las de las rivales, pero que aumentan con las muchas piezas de preparación disponibles, sobre todo con las que ofrece el exquisito kit YRRD de Rinaldi.

La Yamaha juega en el apartado ciclo con muy buenas cartas, de las más ligeras con un peso en seco sobre los 97 kg. Excelente ergonomía, que permite colocarnos sobre ella con facilidad y geometría del bastidor muy equilibrada. Así, la nipona azul brinda una gran seguridad a su piloto, que enseguida rodará rápido sobre ella. Su centro de gravedad alto hace que los cambios de dirección -curvas entrelazadas, por ejemplo- se ejecuten con una facilidad inusitada. La conducción juguetona y divertida le va como anillo al dedo, incluso permite moverla a voluntad en el aire. Las rápidas subidas de vueltas de su motor y la extrema agilidad que brinda su parte ciclo invitan a jugar con ella, con las suspensiones sensibles y eficaces. Eso sí, hay que trabajar bien los reglajes de serie, sobre todo en el amortiguador que solía venir muy cerrado de rebote.

Salvo en el modelo 2006, donde apareció una pequeña partida con defectos en algunas válvulas –Yamaha se hizo cargo en garantía- este motor de la YZF 250 no ha presentado ningún defecto destacado. Algunos usuarios han tenido problemas con las canalizaciones exteriores de aceite del motor que se fisuraban, pero no por defecto de la pieza si no por mal obrar de mantenimiento al apretar en exceso los racores. Siendo escrupuloso con los tiempos de mantenimiento es un motor casi indestructible. Así, por ejemplo, en el concesionario Yamaha Ausió nos recomiendan cambiar pistón cada 30/40 horas, mirar las válvulas en ese tiempo, revisar la biela con unas cien horas y cambiar el aceite del motor cada 4/5 horas. Tras tres cambios de aceite se debe reemplazar el filtro. Otro detalle que nos comenta Francesc Ausió es la importancia de sustituir el aceite de la horquilla y el amortiguador con regularidad, al menos una vez en la temporada, en función del uso. Para que el motor funcione bien hay que carburarlo perfecto pues es muy sensible a los reglajes y se mejora mucho la aceleración en bajos.

Sobre los precios de segunda mano, podéis encontrar YZF 250 del 2006 por menos de dos mil euros, en torno a tres mil para la 2008/2009 y unos 4.000 por la 2010.

2007

  • 7.699 euros
  • Suspensiones sensibles
  • - Par motor

2008

  • 7.699 euros
  • Facilidad de conducción
  • - Rendimiento en bajos

2009

  • 6.299 euros
  • Chasis manejable
  • - Freno delantero

2010

  • 7.999 euros
  • Sensación de ligereza
  • - Pobre alto régimen