BMW 310 GS, prueba y primeras impresiones

Hay modas que vienen para quedarse. ¿Será el segmento de las trail ligeras algo más que un "empujón" pasajero?

BMW 310 GS, prueba y primeras impresiones.
BMW 310 GS, prueba y primeras impresiones.

Hasta hace no mucho, y después de la aceptación que tuvieron las trail durante los años ochenta, quedaron aletargadas hasta nuestros días, en los que el sueño de muchos aficionados a las motos "para todo tipo de terrenos" es llegar a poseer una maxitrail. Seas o no tan apasionado de las grandes trail, lo que no se les puede negar es esa noble y potente dosis de aventura. Esta pequeña pero gran aventurera BMW lo vive con tanto fulgor como las de mayor cilindrada, ya que sus guarismos en prestaciones se encuentran compensados con un peso y precio sin competencia. ¿Qué valor le darías a una moto "SUV"? Pero además, si eres de la nueva hornada y tu carné de conducir te obliga a mantenerte un par de años, como mínimo, rodando con motos de menos de 47 CV ó 35 kW, entonces has encontrado la moto de tus sueños. Así, BMW ha penetrado con decisión tanto en ambientes urbanos como en aventuras de mayor recorrido.

PEQUEÑA GRAN GS

Ardua tarea la que le ha caído, desde su primera aparición en el mercado, a esta pequeña BMW, porque parecerse a la R 1250 GS es un objetivo tal vez excesivamente pretencioso, sobre todo y especialmente por tratarse no de una bicilíndrica, sino de una moto con motor "mono"... Como es lógico, una de las razones más evidentes de su aparición ha sido la contención de gasto, ya que el desarrollo y producción de un monocilíndrico dista bastante del de un twin. ¿Por qué no lanzarse a esta divertida aventura, entonces?

Fábricas de primera línea como Honda ya apostaron por ello con los propulsores de su Varadero 125 o las VTR y CB250, con rendimientos y fiabilidad a prueba de bombas. Sin embargo, la sencillez del motor más básico a veces le gana la partida al, en teoría, más poderoso, si bien en este caso la iniciativa de subir la cilindrada más allá de los 250 cc de rigor, ha dado como resultado un motor potente y muy atractivo en cuanto a rendimiento máximo.

La iniciativa de subir la cilindrada más allá de los 250 cc de rigor, ha dado como resultado un motor potente y muy atractivo

BMW ha querido aprovechar a tope la aparición de su R 310 haciendo extensivo su motor a una trail como la GS que aquí ves. El resultado es una moto muy similar, con energía en la zona alta, buenos medios, bajos "delicados" que requieren del embrague en maniobras a baja velocidad, o incluso de "primerazos" cuyo cambio admite de buen agrado, para mi sorpresa. Sí, la G 310 GS es una buena SUV, con suspensiones de largo recorrido, manillar ancho y alto sin exagerar, y una posición a los mandos que solo echa en falta una pantalla frontal decente, porque la que emplea de origen no aporta nada más que estética. Una pieza como otra cualquiera del conjunto sin otro cometido expreso.

Así, esta BMW está lista para todo, y aunque su llanta delantera de 19 pulgadas busque sacarte de problemas rodando sobre tierra, en realidad te dará ese tacto "largo" sobre irregularidades del firme. En cualquier caso, tampoco significa que la alemana se resista a rápidos cambios de dirección. Los arranques en frío requieren, como buena "mono", esperar a que el motor alcance una temperatura mínima de funcionamiento. Tendrás constancia de ello mediante dos métodos infalibles: plantar la mano sobre la superficie lateral o cerca del motor, o bien seleccionando en el display digital la temperatura del líquido refrigerante. Buen detalle de una instrumentación completa, sí, pero demasiado justa en cuanto a la iluminación de los chivatos; en esto, el de intermitencia es el que peor visibilidad ofrece cuando las condiciones de luz no son precarias.

Esta BMW está lista para todo

Una vez todo en orden, la GS no te sacudirá con molestas "coces" a bajo régimen, aunque de lo que no te vas a librar es de una retención generosa cada vez que cortes gas. Es como si te estuviera pidiendo que cierres lo menos posible, porque siempre irá mejor mientras abres... pero mucho mejor.

El asiento es algo alto pero no es ancho ni resulta duro, tanto para ti como para el pasajero, que se apoyará en el baúl al acelerar. Ahora bien, la dirección se aligera bastante con la carga de un acompañante en el asiento trasero, por lo que las maniobras se complican un tanto. Mientras ruedas acompañado o solo, la frenada apoyándote únicamente en el freno delantero será poco progresiva. La BMW es de las que te envían al subconsciente ese tacto de madera escurriendo sobre una superficie metálica, en lugar de una progresión en el trabajo mientras aprietas de menos a más la maneta. Ya sabes que cuando falta confianza, lo mejor es tirar bien fuerte de ella. Fin del problema. Desde luego no es progresivo, pero sí efectivo. Y siempre que puedas, conviene complementarlo con el pedal derecho para garantizar la detención. De todos modos, la sonrisa nunca te faltará cuando decidas usar el motor desde la zona media del cuentavueltas digital hasta el parpadeo que nos indica la obligatoriedad de insertar una marcha hacia arriba. Empuja con ganas y aunque las vibraciones del monocilíndrico se dejan notar, tampoco llegan a ser tan molestas como para cambiar unas miles de vueltas antes. Con espacio por delante y ganas de disfrutar, el camino quedará abierto y preparado para ello.

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