Cualquiera que haya ido a comprar aceite para cambiárselo a la moto o que la haya llevado a un taller para esa misma operación, sabrá que hay dos tipos en las tiendas de recambios: los aceites minerales y sintéticos.
Ambos tienen la función de que el motor esté correctamente lubricado y por lo tanto hay que cuidar cuál se elige para que la máquina funcione de un modo óptimo. Es decir, no hay que escatimar en el precio si un aceite va a resultar mucho mejor para la moto. En este caso se trata de un elemento esencial y, si se trata de ahorrar, hay otras partes en las que se puede prescindir de algún accesorio.
Aceites minerales
Por un lado se encuentran los aceites minerales, llamados así porque se extraen directamente del refinamiento del petróleo, de modo que no cuentan con ningún protector añadido ni ninguna otra fórmula que los conviertan en adecuados para alguna otra “misión” en la moto. Entre las principales ventajas de los aceites minerales se pueden encontrar las siguientes:
- El precio. Generalmente los aceites minerales son bastante más baratos que los sintéticos, puesto que elaborarlos resulta mucho más sencillo. No en vano, se consiguen en el proceso de refinamiento del petróleo en el que se extrae la gasolina, el gasóleo…
- Se usan en motos clásicas. Más que una ventaja, se trata de una realidad. Y es que los modelos más antiguos funcionaban en sus inicios con aceites minerales, con lo que toda su maquinaria está preparada para ellos. Por lo tanto, en las motos clásicas lo más adecuado es utilizarlos, a pesar de que sean menos duraderos y otorguen menos cualidades que los sintéticos.

Aceites sintéticos
En las desventajas de los aceites minerales se encuentran las ventajas de los sintéticos, los cuales, como su nombre indica, se sintetizan en laboratorios, creándolos casi a medida. De hecho, no resulta extraño que algunos fabricantes recomienden uno u otro en concreto porque son los que mejor van a los motores de sus motocicletas. En cuanto a las ventajas de los aceites sintéticos, se podrían resumir en las siguientes:
- Ofrecen más propiedades que los minerales, ya que, como se ha comentado, incluyen aditivos que no solo prolongan la vida del motor, sino que también repercuten positivamente en el rendimiento global de la máquina.
- Son mucho más duraderos que los minerales, doblando en la mayor parte de las ocasiones el tiempo que debe transcurrir antes de cambiarlos. Por ello, su precio suele ser muy superior, claro que hay que tener en cuenta que cuentan con mucho menos mantenimiento, lo que supone un considerable ahorro.
- Es más complicado que se formen los incómodos depósitos que suelen aparecer en el cárter.
¿Qué aceite elegir?
Una vez vistas las ventajas de los aceites minerales y sintéticos, no cabe duda dde que excepto en las motos clásicas, los más adecuados son los segundos, a pesar de que en el momento en que se vaya a cambiar el precio pueda “tirar para atrás”. No solo va a rendir mejor el motor, sino que el próximo cambio se prolongará mucho más en el tiempo. En cualquier caso, la respuesta más correcta es elegir el aceite recomendado por el fabricante para cada moto en concreto.