Cómo lubricar y proteger tu moto

Todas las partes móviles de una moto requieren lubricación para aumentar su vida útil lo máximo posible, aunando una mayor comodidad de uso en su funcionamiento y la protección necesaria de la propias piezas.

MOTOCICLISMO para WD-40

Cómo lubricar y proteger tu moto
Cómo lubricar y proteger tu moto

Son muchas las partes móviles que componen una moto, y que debido a su exposición a la intemperie, las que quedan a la vista en el exterior de la mecánica, frente a las condiciones climáticas, como puede ser la lluvia o incluso la nieve; así como los agentes que tratan de atenuar esta última como la sal industrial, que en definitiva suponen un ataque en forma de suciedad y hacen inevitable tomar medidas para proteger de la mejor manera posible nuestra máquina. Un lubricante como el eficaz WD-40 aúna el necesario poder de lubricación para que el juego entre las piezas móviles sea lo más fluido. Además de tener la cualidad de expulsar la humedad, y que supone el principio del ataque para la integridad del material metálico que compone dichas piezas.

El modo de hacerlo es bien sencillo, ya que el spray de WD-40 cuenta con una cánula para poder proyectar y así dosificar mejor el lubricante en las zonas de contacto o móviles. Desde el mismo contacto para el arranque del motor, a la cerradura del tapón del depósito de combustible o la vital transmisión secundaria, cuando ésta emplea una cadena de eslabones; para ésta, hay que tener la precaución de que no salpique a un componente tan crítico como es el neumático, y que podemos lograr protegiendo con un trapo o papel la zona exterior a proyectar con el spray. Todos ellos durarán más y ofrecerán un uso más placentero si realizamos el adecuado plan preventivo en forma de lubricación, cuando la presencia de la humedad resulta más acusada de lo normal, como precisamente estamos viviendo durante esta época del año.

El juego de la suspensión trasera, sobre todo si va provista de un sofisticado sistema progresivo mediante bieletas, requiere atender las zonas en contacto de sus piezas móviles para evitar el inicio de desagradables chirridos y que mermarían el funcionamiento del conjunto. A las manetas y palancas de los mandos también podemos darle un soplo de vida con el WD-40 para que los recorridos sigan ofreciendo en su funcionamiento un buen tacto, como cuando estrenamos la moto. En este sentido, los mandos mecánicos mediante cables trenzados también requieren de ese aporte de lubricación para que su movimiento dentro de la camisa del cable ofrezca la menor resistencia posible, así como evitar el principio herrumbre que es la consecuencia de la acumulación de humedad.

Recuerda retirar con un papel el lubricante que por exceso haya podido escapar a la zona a proteger, ya que su efecto adherente acumularía suciedad.