Tensado y engrase de la cadena de moto

Engrasa la cadena cada pocos kilómetros y, sobre todo, cuando se moje por la lluvia o la razón que sea. Una cadena mal lubricada roba potencia, emite un desagradable ruido y se destruye en poco tiempo.

Guillermo Artola.

Tensado y engrase de la cadena de moto
Tensado y engrase de la cadena de moto

La cadena secundaria, originalmente denominada cadena de rodillos (por contraposición a las de placas), es una sucesión de cilindros unidos por placas en forma de ocho que se articula sin esfuerzo y permite transmitir elevadísimas cifras de par de torsión. De unos correctos engrase y tensión depende la vida de un elemento tan expuesto a las inclemencias exteriores y con tan gran responsabilidad.

Una cadena destensada sufre innecesariamente, y si el engrase es deficiente se desgasta a un ritmo exponencialmente superior, lo que puede concluir en períodos de vida útil de siete veces más para una cadena bien cuidada respecto a aquella que no recibe atenciones. Los retenes instalados desde hace unos años en los bulones que unen los eslabones de las cadenas de transmisión de calidad permiten asegurar la presencia de grasa en el interior de los cilindros, lo que ayuda a alargar la vida del producto.

Ahora bien, esta grasa debe acompañarse de una correcta lubricación exterior, o la parte más expuesta de la cadena lo pagará en pocos kilómetros. Es importante sustituir a la vez la cadena y los piñones sobre los que actúa, piñón de ataque y corona trasera, o los dientes usados de éstos, que ya no tienen la forma original, destruirán la nueva cadena en poco tiempo. Hay que recordar que una cadena se va estirando con el uso (esto es lo que hace necesario revisar la tensión, y nunca es igual en todos los puntos), y ese estiramiento conduce a la progresiva separación de la distancia entre los espacios que hay entre los dientes de los engranajes, y una cadena nueva sólo encaja bien en elementos usados si se estira.

Por esa razón es importante buscar el punto en que la cadena se muestra menos destensada a la hora de revisar la tensión, pues hay que asegurarse de que nunca va a trabajar tensa del todo o provocará su rotura o el deterioro de los rodamientos del eje secundario del cambio o de la rueda trasera. Un buen método para asegurarse de una tensión adecuada es comprimir la suspensión trasera lo más cerca posible del tope y comprobar que la cadena no queda tensa del todo.

Por último, nunca se debe circular con una cadena sin remachar en su eslabón de enganche a nada que la cifra de potencia máxima ronde los treinta caballos o más, pues se corre grave riesgo de rotura y por tanto de accidente (una reducción en la que se rompe la cadena es tanto como intentar tomar una curva a alta velocidad en punto muerto, una experiencia estresante).

Es imprescindible colocar el clip del eslabón de enganche que lo tenga con las patas hacia atrás en el sentido de la marcha, o se corre el riesgo de que tropiece al girar y se suelte, y hay que tener cuidado al sustituir elementos de que se adquieren repuestos del mismo paso (dimensiones de la cadena y del espacio entre dientes). Si la cadena se ensucia conviene limpiarla con un elemento poco agresivo antes de engrasar de nuevo.

Imprescindible

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Dificultad

  • Media

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