Más allá de estar presente en los scooters, el cambio automático cada vez es más popular en las motocicletas de mayor potencia, ya que optimiza la conducción al no tener que estar pendientes de accionar el embrague para cambiar de marchas cuando el motor así lo requiere.
En el caso de los scooters, incorporan variadores mecánicos que facilitan su manejo hasta el punto de que cualquier persona que sepa circular puede montarse en uno y comenzar a rodar. Por otro lado, hay otros modelos que disponen de tecnologías que hacen posible el cambio automático, de manera que solo habrá que acelerar y frenar.
Sistema de doble embrague
En este sentido, uno de esos sistemas más reconocidos por el mercado es el que patentó Honda hace más de una década, que consistía en un cambio secuencial con doble embrague. Conocido como DCT o Dual Clutch Transmission, se caracteriza por haber ido optimizando su funcionamiento cada año, incorporándose a un número cada vez mayor de motos.
Este sistema de cambio automático funciona con un doble embrague: uno se encarga de las marchas impares, mientras que el otro hace lo propio con las pares. Y lo más destacado es que permite tanto la opción manual, para los enamorados de la carretera que quieren controlar por completo su máquina, como la automática, que se encarga de realizar los cambios teniendo en cuenta unos parámetros concretos de velocidad.
Ventajas de las motos con cambio automático
Entre los puntos fuertes de circular con una moto que incorpore un cambio de estas características, hay que apuntar como el principal la comodidad que aporta al conductor, que se puede dedicar única y exclusivamente a frenar y acelerar, sin necesidad de pararse a pensar si debe o no debe cambiar de marcha.
Otro de los posibles beneficios es que estas motos pueden llegar a gastar menos combustible, ya que si el sistema está bien calibrado el cambio siempre se produce cuando resulta necesario, evitando dar demasiado gas o sobrerrevolucionar el motor. No obstante, en mecanismos no del todo afinados puede generar el efecto contrario, el de gastar más combustible, al cambiar de marchas más veces de lo necesario y obligarnos a dar acelerones innecesarios, sobre todo a en situaciones de arrancar y deneterse cada pocos metros, como en un atasco. Asimismo, algunos especialistas apuntan que los repuestos de las motocicletas con cambio automático suelen ser más baratos, lo que a la larga se notará en los gastos de mantenimiento.
No obstante, no hay cuórum, pues otros especialistas señalan que la mayor complejidad de ciertos sistemas también puede suponer reparaciones más costosas.
Desventajas del cambio automático
En el campo de los contras de pilotar una moto automática se hallan principalmente dos. El primero de ellos es la sensación de no controlar del mismo modo el vehículo, ya que es la propia moto la que decide cuándo es conveniente cambiar. Esto provoca que se emplee más el freno, dado que no se puede reducir utilizando el propio motor.
Por otro lado, el segundo inconveniente se encuentra en el placer de conducir que enamora a muchos amantes del motociclismo, quienes pierden parte de la diversión cuando no pueden jugar con las velocidades y el cuentarrevoluciones. El simple hecho de no hacer rugir al motor cuando y como quieran es lo que aparta a estos usuarios de los cambios automáticos. A fin de cuentas, el objetivo de este tipo de tecnologías pasa por facilitar la conducción, no por hacerla más emocionante.
