"Nadie dijo que esto fuera a ser fácil" ha sido el grito del guerra del equipo La Moto2 a lo largo de esta temporada. En cada carrera nos hemos enfrentado a todo tipo de adversidades y la última cita no ha sido una excepción. Después de un prometedor fin de semana en el que los dos principales lastres del prototipo habían sido neutralizados -el sobrecalentamiento del motor y los rebotes en el paso por curva-, en el warm up saltaron las primeras alarmas. El nuevo setting probado había vuelto más agresivas las reacciones de la moto, por lo que el equipo debía ajustarse a la preparación de la segunda sesión de cronometrados. Completada la puesta a punto, la incertidumbre planeó de nuevo en la misma parrilla de salida. A escasos minutos de que el semáforo diera la salida, el freno trasero quedaba inutilizado obligando a Adrián Bonastre a completar las diecinueve vueltas sin hacer uso de él.
Así, desde la trigesimo octava plaza inicial el alicantino ha defendido su posición, minimizando los riesgos y avanzando hasta cruzar la línea de meta con el 28º puesto, en una carrera que ha estado dominada por el actual campeón Jesko Raffin de la escudería Pons Racing. El contratiempo del freno trasero que, sin duda ha condicionado el devenir de la última carrera, ha impedido cumplir uno de los principales objetivos al inicio de la temporada, reducir la diferencia con la vuelta rápida de carrera hasta los 5 segundos. Sin embargo, nunca un 28º ha tenido un sabor tan dulce para el equipo.
Ahora, concluido este desafío el equipo de La Moto2 no puede más que agradecer al piloto Adrián Bonastre y a todo el equipo técnico haber llevado tan lejos este sueño, que nació hace más de tres años de la ilusión de la revista La Moto y la aportación de todos sus lectores. Tampoco queremos olvidar el impulso que ha supuesto para un proyecto tan ambicioso como éste contar con fieles sponsor y el apoyo desinteresado de nuestros colaboradores, ya que juntos hemos logrado que un prototipo de estas características haya podido estar a la altura de un campeonato tan exigente como el FIM CEV Repsol. Muchas gracias a todos.
Adrián Bonastre: “De esta temporada me quedo con el gran trabajo realizado por todo el equipo. Personalmente, ha sido un año atípico para mi en el que he aprendido muchísimo. Ha sido una gran experiencia poder contribuir a desarrollar una moto única en el mundo y sin duda ahora soy un piloto más completo que en la primera carrera, pese a no haber estado en cabeza como en años anteriores".
Pepe Burgaleta (director de equipo): “Hoy ha acabado un proyecto que comenzamos hace ya más de tres años con la ayuda de todos nuestros lectores y del sector de la moto en nuestro país. Entre todos hemos diseñado, construido y competido con una moto totalmente diferente a cualquier otra. Un equipo formado por lectores y con la participación de uno de los mejores pilotos españoles. No tengo más que palabras de agradecimiento para todos vosotros. Un artículo que ha crecido hasta convertirse en algo con vida propia. Y además, a pesar de todos los problemas con los que nos hemos encontrado, hemos salido en cada carrera y hemos mejorado la moto sin tener que tocar nada del diseño original. A Javier, Carlos, Álvaro y David, que además han apechugado en cada carrera, mi especial enhorabuena”.
