A la cuarta fue la vencida para Jorge Prado el pasado 2023, cuando por fin consiguió su sueño de ser campeón mundial de MXGP, la categoría reina del motocross. Aunque lo de ‘su sueño’ es relativo, ya que desde que era un adolescente prodigio dejó muy claro que su objetivo final era cruzar el charco a los estadios estadounidenses del AMA Supercross.
En su escalada hasta MXGP, que recorrió de la mano con KTM, se había acostumbrado a ganar pronto. Dejando atrás el título mundial junior de 65cc que logró en 2011, se proclamó campeón de Europa de 125cc en 2015 y, dos años después, logró sus primeras victorias en el que era su primer año completo en el Mundial de MX2. Al siguiente fue campeón.
Revalidó el título ganando 16 de los 18 grandes premios y no le quedó más remedio que poner rumbo a MXGP en 2020 y, tras un inicio algo titubeante, se impuso en tres grandes premios antes de perderse el final de año por lesión y acabar ‘solamente’ sexto. Mucho peor fue 2021, donde terminó quinto, pero con un solo GP ganado y peores sensaciones.
Cambió el naranja KTM por el rojo de GasGas y recuperó la consistencia para acabar tercero el año pese a conseguir, nuevamente, un solo triunfo global en GP. En unos años marcados por las constantes lesiones de los pilotos top, el gallego se había ido dando cuenta de que era muchísimo más importante coleccionar podios que obsesionarse con las victorias.

Así se explica que lograse el título mundial el pasado 2023 con apenas dos victorias en grandes premios… pero subiendo al podio en 16 de los 19. Tras conseguir el objetivo que le habían marcado, volvió a coger fuerza en su cabeza la idea de irse a Estados Unidos. Así que llegó a un acuerdo intermedio con GasGas para 2024.
Defendería la corona de MXGP al mismo tiempo que probaba el AMA Supercross. Hizo las cuatro primeras rondas del año con buenos resultados y volvió con dos ideas en la cabeza: irse definitivamente en 2025 y hacerlo como campeón mundial. Por supuesto, Prado tenía muy claro que ni Tim Gajser ni Jeff Herlings se lo iban a poner nada fácil.
Empezó como una exhalación ganando los primeros cuatro grandes premios y supo mantenerse estable en las roderas de los malos momentos para meter presión a Gajser, llegando al final en su mejor momento para ganar los tres últimos del año y proclamarse campeón del mundo en territorio español con once victorias globales (llevaba siete en cuatro años) y 16 podios, los últimos ocho seguidos.
Y eso es todo, amigos de MXGP. Para ver a Jorge Prado en 2025 habrá que trasnochar y buscar una moto verde, ya que llevará Kawasaki tras una vida en el grupo KTM. En el AMA Motocross buscará el título, pero para Supercross y Supermotocross necesitará adaptarse. Tras toda una vida dando saltos, lo de ahora es un salto al vacío. Seguro que aterriza de maravilla.