En una colmena solamente puede haber una abeja reina al mismo tiempo. Cuando una cumple con su ciclo, sea por uno u otro motivo, es necesario un reemplazo inmediato. El Mundial de Enduro Women -y la Copa Mundial que le precedió- casi siempre han funcionado así, con Laia Sanz abandonando la colmena en 2016 y Jane Daniels haciendo lo propio hace un año.
Cuando Sanz dejó el enduro para centrarse en el Dakar, hubo una guerra de sucesión en la que Maria Franke y Sanna Karkkainen pescaron un título cada una cuando se decidía a dos carreras en un fin de semana. Así consiguió Daniels el primero en 2019 y lo reeditó en 2021, ganando dos más en 2022 y 2023 ya con múltiples rondas.
En el pasado lustro, Daniels solo dejó escapar el título de 2021, el año del retorno puntual de Sanz a la disciplina. Sin embargo, no terminó subcampeona, sino tercera. Entre ambas se coló una joven manresana, que llevaba ya unos cuantos años progresando más que adecuadamente a nivel mundialista; al tiempo que coleccionaba títulos nacionales como churros. Su nombre era Mireia Badia.
Imbatible en el nacional desde 2016 (suma ya nueve seguidos), ese mismo año debutó en la escena mundialista con una sexta posición, mejorando un puesto al año siguiente para meterse tercera tanto en 2018 como en 2019. Mientras Sanz, Franke y Karkkainen se iban yendo, ella escalaba posiciones hasta ser subcampeona del mundo en la temporada 2020, donde solamente Daniels pudo con ella.
La británica se había convertido en la nueva abeja reina, pero Badia no iba a tirar la toalla y así lo demostró en 2021, cuando estrenó su palmarés para evitar el pleno de victorias de Sanz y repetir subcampeonato, ahora por delante de Daniels, lo que hacía pensar en una lucha de poder a poder en 2022. No fue así: la de Fantic arrasó.
Con un pleno de ocho victorias logró su tercer título y Badia su tercer subcampeonato seguido, con siete segundos y un tercero. Después vendría un 2023 para olvidar, donde solo pudo ser séptima tras lograr tres podios y perderse medio curso por lesión; todo ello mientras Daniels volvía a ganar todas las carreras ante nuevas rivales como Jessica Gardiner o Francesca Nocera.
Por eso, cuando Daniels anunció su ausencia por maternidad, Badia no era tan favorita como lo hubiese sido un año antes. Además, apareció la estadounidense Rachel Gutish, que se puso líder tras una cita inaugural de Portugal que Badia saldó con un tercero y una victoria. No iba a ser ningún paseo y la catalana lo sabía. Estaba prohibido fallar.
Desde esa premisa, Badia elevó el listón y, tras ser primera y segunda un fin de semana después, firmó sendos dobletes en Italia y Gran Bretaña para escaparse en la general y sentenciar el título en la cita final de Francia, pero sin tener que esperar al último día. Por fin, Mireia Badia es campeona del mundo: el Enduro Woman tiene nueva abeja reina.
