A veces, y solo a veces, las tazas de Mr. Wonderful tienen razón. Más allá de lemas de autoayuda edulcorada, lo cierto es que no hay mejor forma de alcanzar un sueño que la de perseguirlo día a día. Y, si tu sueño es alcanzar la cima de tu deporte, el trabajo es una condición sine qua non. La neerlandesa Nancy van de Ven lo sabe.
Son cinco las mujeres cuyos nombres más han sonado a lo largo de la última década en el Campeonato del Mundo de Motocross Femenino: el WMX. Con la italiana Kiara Fontanesi y la neozelandesa Courtney Duncan como grandes referentes, las alternativas han sido tres: la francesa Livia Lancelot, la alemana Larissa Papenmeier y la propia Nancy van de Ven.
Van de Ven debutó en la escena mundialista allá por 2013, cuando Fontanesi estaba comenzando su tiranía. Ya en su primer año fue quinta, puesto que repitió al curso siguiente tras cambiar -a mitad del mismo- la Yamaha 125cc de dos tiempos por la Yamaha YZF250. Esos dos quintos puestos son sus peores resultados en sus diez años en el Mundial.
Estaba lista para dar un paso más y lo dio en 2015, cuando tras lograr sus primeros podios consiguió ganar su primer GP rumbo al tercer puesto final, solo por detrás de Fontanesi y Lancelot. Al año siguiente Fontanesi falló y sus dos perseguidoras subieron un puesto, con Lancelot regresando a lo alto ocho años después y van de Ven haciéndose con el subcampeonato.
2017 fue el único de los últimos ocho años en el que se quedó fuera del top 3 final al terminar cuarta… ¡pero a 2 puntos del título! Fue la más dolorosa de las derrotas: llegó líder a la última carrera y se quedó fuera de la foto al ser superada por Fontanesi, Lancelot y Duncan, que parecía adelantarla por la derecha.
La joven neozelandesa brillaba cada vez con más fuerza y empezó 2018 como un ciclón hasta lesionarse. Eso abrió el abanico y fue Fontanesi quien lo aprovechó para lograr su sexto y último título por apenas 8 puntos sobre la propia van de Ven, que veía cómo se le escapaba el título entre los dedos por segunda temporada consecutiva.
Era su segundo subcampeonato y el primero de una racha de cuatro consecutivos, uno de ellos muy doloroso. Tras un 2019 en el que Duncan se mostró inabordable, en 2020 la de Kawasaki se proclamó campeona con los mismos puntos que Nancy. Después de un 2021 con Duncan como clara ganadora, 2022 empezó con Duncan tocada y un relevo generacional en ciernes.
Con nuevas rivales como sus compatriotas Lynn Valk y Shana van der Vlist -además de la sempiterna Papenmeier-, van de Ven por fin lo ha conseguido. Pese a tener apenas 24 años lleva una década en la élite y, tras cinco subcampeonatos en seis años, por fin llegó el día de levantar los brazos como campeona del mundo. Ahora que está arriba a ver quién la baja.
