Nueve meses exactos. Es el tiempo que ha transcurrido desde el 30 de octubre de 2016, en el que Josh Brookes se despidió de la BMW S1000RR, cerrando así su segunda etapa en el Mundial de Superbike –en el que ya estuvo en 2006 y 2007-; y el 30 de julio de 2017, en el que ha vuelto a participar, un año más, en las 8 horas de Suzuka con la GSX-R1000 L7 del Yoshimura Suzuki.
Estos dos hechos, de por sí, no tienen nada de extraordinario. Ni siquiera contemplados de forma conjunta. Son muchos los pilotos que, temporada tras temporada, compaginan las 8 horas de Suzuka con otro campeonato –normalmente en la categoría de Superbike-, y tampoco es inhabitual que lo hagan con una marca distinta.
Lo especial de Brookes es que, en ese periplo de nueve meses, se ha subido en motos de otras cuatro marcas más. Su trabajo principal está en el British Superbike con la Yamaha del Anvil Hire. Precisamente, Yamaha es la marca con la que logró el título del BSB hace dos temporadas, y que está centrado en recuperar; pero, eso sí, mientras ha aprovechado para volver a otra de sus grandes pasiones: el Tourist Trophy de la Isla de Man.
Allí compitió en cuatro carreras con tres marcas distintas, y nunca se bajó del top 11: con la Norton SG6 fue octavo en Superbike y sexto en el Senior TT, pasando a formar parte del selecto club de las 130 mph. Con la Honda del Jackson Racing, undécimo en Supersport. Y, en Lightweight, sexto con la Kawasaki.
A los 34 años, muchos pilotos están pensando en colgar el casco de forma definitiva. No son muchos los que se mantienen en activo, y muy pocos los que siguen compitiendo al más alto nivel, y haciendo grandes resultados. Brookes está en ese grupo, pero es que dentro de ese grupo, es el piloto todoterreno.
Velocidad en circuito, resistencia y road races. Todo lo que se le ponga por delante, mientras tenga un motor y dos ruedas. Tres modalidades con similitudes pero, sobre todo, con notables diferencias. Y en todas ellas el nivel de Brookes siempre es de notable alto con picos de sobresaliente, aunque las 8 horas de Suzuka de este año no hayan salido según lo planeado tras la tempranera caída de su compañero, el japonés Takuya Tsuda.
No pasa nada. Lo bueno de ser un piloto total es que ya está pensando en los próximos proyectos. Sin dejar de lado el British Superbike, donde aunque no está teniendo un año difícil tiene intactas sus opciones de título, su mente ya está de nuevo en la isla.
Concretamente, en el Classic TT. Allí volverá a subirse a una Norton, en esta ocasión a una Norton Rotary de 588cc que ya ha estado probando en Donington. Será una muesca más que añadir a una temporada en la que, literalmente, no coge vacaciones.
Recapitulando: en nueve meses exactos, Josh Brookes ha competido en cuatro campeonatos o pruebas: Mundial de Superbike, British Superbike, TT de la Isla de Man y 8 horas de Suzuka; y lo ha hecho subiéndose a motos de seis marcas distintas: BMW, Yamaha, Norton, Honda, Kawasaki y Suzuki. Definitivamente, Josh Brookes es el piloto total.