La trayectoria de Manuel Poggiali es de las más extrañas que se recuerdan en el motociclismo de competición. A principios de siglo era un joven sanmarinense que se preparaba para comerse el mundo, pero en apenas unos años había desaparecido de la escena mediática y en 2008 corrió su última carrera a nivel mundial… hasta este 2018, donde correrá las 24 horas de Le Mans del Campeonato del Mundo de Resistencia.
Campeón del mundo de 125cc en 2001, donde había debutado sólo dos años antes, no pudo defender su corona y fue subcampeón al año siguiente frente al francés Arnaud Vincent. Pese a ello dio el salto a 250cc y se llevó el título siendo ‘rookie’ frente a rivales como Roberto Rolfo, Toni Elías o Randy De Puniet.
Tampoco en 2004 pudo defender su corona, pero a diferencia de lo que le había sucedido en el octavo de litro, esta vez ni siquiera opuso ninguna resistencia. Una sola victoria, tres podios y un sinfín de ceros le llevaron a acabar el año noveno. Bajó a 125cc y tampoco logró reverdecer viejos laureles. Volvió a subir y, de nuevo, nada.
Decepcionado, Poggiali optó por colgar el casco a finales de la temporada 2006 y, tras un año sabático en el que llegó a ser camarero, volvió en 2008. Ni siquiera acabó la temporada, y ante los suyos anunció su retirada con tan solo 25 años. Atrás quedaban sus dos títulos mundiales, sus 12 victorias, sus 11 poles y sus 35 podios.
Desde entonces, ya nunca más volvió a competir a nivel mundial… hasta este 2018.
Sí que volvió a la competición de alto nivel cinco años después de su retirada. Lo hizo en el Campeonato Italiano de Velocidad, encuadrado en la categoría de Superbike con el Barni Racing y una Ducati Panigale 1199.
Un retorno muy cacareado pero que quedó en eso: en 2013 acabó en un más que discreto 14º puesto tras sumar apenas 44 puntos, pero el podio en la ronda final en Mugello resultaba ilusionante. De nuevo, fue un espejismo y no volvió a subir al podio, finalizando 2014 en la 11ª posición con un cuarto puesto como mejor resultado.
Antes de aquella aventura en el CIV había probado suerte –y con notable éxito- en otro deporte sin nada que ver: el fútbol sala. Le había ido bien, llegando a ser internacional por San Marino. Pero, de uno u otro modo, y pese a que no había logrado certificar lo que su talento prometía, estaba claro que su mundo eran las motos.
Por eso intentó el mencionado retorno al CIV, y por eso después encontró trabajo como instructor de pilotos –entre otros sitios en la popular Ducati Racing Experience-, una labor que acabaría derivando en la de asesor de pista (coach) de jóvenes talentos transalpinos como Bruno Ieraci o Eugenio Generali. Una labor ilusionante pero insuficiente para colmar el gusanillo competitivo de un Poggiali que nunca dejó de montar en moto.
Ahora vuelve. Sin más pretensiones que disfrutar de lo que un día mejor supo hacer, Poggiali estará el 21 y 22 de abril en las 24 horas de Le Mans del Campeonato del Mundo de Resistencia, tal y como informa Alessio Piana en Corsedimoto.
Estará encuadrado en el equipo Special Team Ducati by Z Racing, que el año pasado ya se llevó el triunfo en dicha prueba en la categoría de Supertwin. Pilotará una Ducati Panigale R, pero esta vez será dentro de la exigente categoría de Superstock, con sus compatriotas Fabio Massei y Lionel Ancelin como compañeros.
