Habían pasado casi seis años, pero parecían seis siglos. Casi seis años desde que Dean Harrison aprovechase los problemas de sobrecalentamiento del motor de la BMW de su bestia negra, Peter Hickman, para conseguir un histórico triunfo en el Senior TT, la prueba reina del Tourist Trophy de la Isla de Man, que Kawasaki solo había ganado con Mick Grant en 1975.
‘Deano’, tercero en 2017, ya había dado al palo en 2018 al acabar segundo a dos segundos de ‘Hicky’; y repitió esa posición en 2022 y 2023, las dos ediciones siguientes (2020 y 2021 se suspendieron por el Covid-19). Sin embargo, cada vez estaba más y más lejos de su gran rival, y cada vez tenía más claro que no era su culpa.
Lo tenía claro porque ninguna otra Kawasaki se asomaba ni tan siquiera al top 10, así que estaba más que legitimado para sentir que no estaba peleando en igualdad de condiciones. Por eso, con todo el dolor de su corazón, dijo adiós al DAO Racing para fichar por Honda Racing UK. Necesitaba, como mínimo, demostrarse a sí mismo que él no era el problema.
Y es que Harrison siempre fue un valiente. Tras ganar su primer TT en Lightweight en 2014, no volvió a correr en esa categoría para centrase en las motos grandes. Tardó cuatro años en volver a ganar, esta vez en Supersport, pero tras el mencionado Senior 2019 se había quedado totalmente estancado en tres victorias... mientras se hinchaba a podios.
Ya hay que irse a 2015 para ver la última carrera que acabó fuera del top 5, pero es que sus números entre 2022 y 2024 eran increíbles: cinco segundos puestos, nueve terceros y dos cuartos en 16 carreras. Y así empezó también 2025, con un tercer puesto en Superbike -lejísimos del ganador Davey Todd- y un segundo, mucho más doloroso, en Supersport.
Si la edición de 2024 había sido de aclimatación a la Honda, en la de 2025 tocaba cristalizar el cambio en resultados, pero la derrota ante Michael Dunlop tras llegar líder al giro final traía de vuelta absolutamente todos los fantasmas. Con Todd y Dunlop totalmente enchufados, era inevitable pensar que había dejado escapar una ocasión que podía ser única.
Pero él estaba tranquilo. Por fin tenía las alas que necesitaba para volar, y encima eran doradas. Con ellas, tan solo un día después, se desquitó con una gran victoria en Superstock gracias a una segunda y última vuelta en la que voló a 135.692 mph para imponerse a las BMW de Todd y Dunlop por diez segundos y medio minuto, respectivamente.
Ya ni dolió ser segundo en Supersport ante el intratable MD. Nuevamente, encontró en Superstock un filón para lograr su segunda victoria en cuatro días, elevando a cinco su cuenta total, donde suma ya 35 podios. Hubiese llegado crecido al Senior, pero tras su cancelación, deberá esperar a 2026 para intentar devolverlo a las vitrinas de Honda once años después del último de John McGuinness.







