Ya van nueve seguidas. Desde que Álvaro Bautista se plantó en una parrilla del Mundial de Superbike por primera vez el pasado mes de febrero en Phillip Island, nadie ha visto antes que él una bandera a cuadros. Tres en Australia, tres en Tailandia y tres en Aragón.
La peor noticia para sus rivales es que su adaptación a la Ducati Panigale V4 R es cada día mayor: siendo Phillip Island el circuito más propicio para él, es el único en el que Jonathan Rea pudo poner emoción a una de las carreras (la corta) hasta casi el final. En las otras ocho carreras, mucho antes de la conclusión de las mismas, solamente un fallo –ya fuera del propio Bautista o de su Panigale- podría haber evitado la victoria.
Ese fallo aún no ha llegado y el pleno al nueve ya está en su marcador. Como sucede con todas las rachas, algún día tendrá que acabarse. La pregunta que se hace todo el mundo es cuándo y, sobre todo, si el día que la racha acabe será de forma puntual o si volverá la emoción por la victoria al WorldSBK. De momento, lo que se sabe es que el campeonato es muy largo y quedan muchísimos puntos en juego: puede que siga arrasando toda la temporada y gane el título con margen, pero también puede que vengan circuitos peores y necesite cada punto de margen que pueda ganar en aquellos que domina con claridad. He ahí la importancia de no fallar.
En este sentido, Assen se presenta como un escenario muchísimo más decisivo que los tres anteriores en lo que respecta al contexto global de la temporada.
Desde que se vio el nivel de Bautista y su Ducati, Assen ha sido situado en el imaginario de muchas personas como el punto crítico: si la Panigale acelera mejor en las manos de Bautista, pero la Kawasaki ZX-10RR es capaz de dar lo mejor de sí en las zonas reviradas en las manos de Rea, la balanza en Tailandia y Aragón parecía clara. A priori, Assen es otra historia.
Assen es el foco de las expectativas de Rea y Kawasaki, y a la vez la piedra de toque perfecta para Bautista y Ducati. Si el español consigue dominar allí, parecerá claro que el título ya solamente lo podrá perder él. Si, por el contrario, el norirlandés es capaz de revertir la tendencia y parar la pequeña pero constante hemorragia de puntos –su torniquete a base de segundos puestos hace que la distancia no sea escandalosa-, la fe en la posibilidad de defender su trono se cargará de razones.
Porque, además de todo lo que está sucediendo en este 2019, no hay que olvidar que Assen es su Catedral. Allí no solamente ha ganado siete de las ocho carreras que ha corrido desde que llegó a Kawasaki –todas menos la última de 2018-; sino que fue allí donde más veces logró ganar con una Honda que estaba muy lejos de ser una moto ganadora: de sus 15 victorias con la marca del ala dorada, hasta cinco fueron allí.
Es decir, Rea llega a un escenario donde las virtudes de la Kawasaki deberían, al menos, poder compensar las de la Ducati; y en el que ha dominado como en ningún otro sitio, con y sin moto ganadora.
Todo esto actúa como bálsamo moral… y como arma de doble filo. Porque si no logra ganar allí, sabe que la opción del título se le pondría muy cuesta arriba. Eso también lo sabe Álvaro Bautista, que sabe que se encontrará un Rea totalmente crecido, pero que batirle en ese estado sería una victoria enorme que iría mucho más allá de los 62 puntos que se está embolsando por ronda. Sería la penúltima frontera antes del título, ya que aunque luego puedan venir otros trazados propicios para Rea como puede ser Portimao, ninguno ha sido nunca tan ‘suyo’ como Assen.
Además, y como colofón, Bautista aspira este fin de semana a batir dos registros históricos en Assen, y de paso, a la vez podría impedir que Rea coleccione uno más:
Si gana la primera manga, Álvaro Bautista será el primer piloto de la historia del Mundial de Superbike en ganar las diez primeras carreras del año, superando las nueve de Neil Hodgson en 2003, registro que ya igualó al ganar la última carrera de Aragón.
Si gana la primera manga y la carrera Superpole, Bautista igualará el récord absoluto de once victorias consecutivas que estableció Rea el pasado 2018. Y si logra un nuevo triplete, lo superará y será el primer piloto de la historia del Mundial de Superbike en ganar doce carreras seguidas.
Si gana las tres carreras, además, evitará que Jonathan Rea se convierta en el primer piloto de la historia del Mundial de Superbike en ganar 13 carreras en un mismo circuito; un registro que ahora mismo comparte con Carl Fogarty con dos triunfos en el mismo escenario, ambos en Assen.