La penúltima carrera de la temporada 2021 del Campeonato del Mundo de Superbike fue la confirmación de lo que se venía barruntando un tiempo: el final de la mayor racha activa de títulos en el motociclismo de velocidad. Después de seis temporadas consecutivas logrando el título, Jonathan Rea y Kawasaki cedían el número 1 a Toprak Razgatlioglu y Yamaha.
La temporada se había torcido desde el inicio. La publicación de los límites de revoluciones les hizo tirar por la borda todo el trabajo de pretemporada y, desde ahí, tuvieron que ir a contrapié. Rápidamente se pudo ver que tanto Ducati como Yamaha se encontraban varios pasos por encima en velocidad, tantos que ni la siempre fiable ZX-10RR lo podía compensar en curva.
Ya poco se podía hacer al respecto. Los bueyes eran los que eran y Rea comenzó a arar para ir sembrando el camino hacia el séptimo título, que -igual que los seis anteriores- no iba a estar exento de obstáculos. La diferencia es que esta vez no solo tendría que verse las caras con la potentísima Panigale, sino también con la completísima YZF-R1.
Pronto quedó claro que, tras un lustro con los rivales de rojo, en esta ocasión el peligro vestía de azul. Un rival que, para más inri, habían creado desde Kawasaki cuando decidieron no sacarle a pista en las 8 horas de Suzuka en el día que reconquistaron la mítica prueba nipona… pero perdieron al mayor talento de futuro de la última década en el WorldSBK.

Todo parecía estar en contra. El trinomio formado por Rea, Kawasaki y el Team Provec no había conseguido el rendimiento de otros años y, por el contrario, el formado por Razgatlioglu, Yamaha y el Crescent Racing había formado un paquete competísimo capaz de ser muy rápido de inicio a fin en todos los circuitos.
Aun así, iban pasando las rondas y Rea conseguía agarrarse a la clasificación general, en ocasiones de forma milagrosa. Incluso cometiendo más errores que otros años, motivados por tratar de ir más allá de los límites de la propia moto, fue capaz de llegar a la fase decisiva de la temporada con opciones de conquistar el séptimo título.
Sus opciones en la cita final de Indonesia eran pocas y el clima las redujo todavía más al quitarle una carrera. Contra viento y marea, hizo lo único que podía hacer: exprimir hasta la última gota de sus opciones llevándose la victoria, pero el milagro no se consumó y tuvo que despedirse de su número 1 para volver a su 65 en toda una declaración de intenciones: en 2022 lo volverá a intentar.
Eso fue lo segundo que hizo tras perder toda opción matemática. Antes se fue a felicitar a Razgatlioglu y, horas después, cerró la temporada igualando los 13 triunfos del turco. Si durante seis años fue un magnífico campeón, en 2021 ha demostrado ser intachable también la derrota: luchando con pundonor hasta el último instante en pista y encajándola con honor al bajarse de la moto.