La actividad de Ducati en lo que se refiere a su modelo de Superbike ha sido frenética en los últimos años. Empezó con el anuncio del fin de la era bicilíndrica –con la Panigale Final Edition como regalo de despedida-, siguió con la llegada de la Panigale V4 y, después, con la [V4 R, la versión de competición](https://www.motociclismo.es/pruebas/articulo/ducati-panigale-v4-r-primeras-impresiones-precio-y-ficha-tecnica.
Ya hay quien dice que es la mejor Superbike de la historia, y lo cierto es que su puesta de largo a nivel internacional no pudo salir mejor: en la ronda inaugural del WorldSBK 2019 en Phillip Island, el español Álvaro Bautista se llevó las dos victorias en las mangas tradicionales con una gran superioridad, un fin de semana coronado con el triunfo en la nueva carrera Superpole.
Un inicio inmejorable que ha demostrado que, más allá del innegable talento de Bautista, la Panigale V4 R está llamada a ser una Superbike de las que marcan época. Y quiere empezar a hacerlo en este mismo 2019, donde se enfrenta a tres desafíos internacionales muy distintos entre sí y que pondrán a prueba la versatilidad de la máquina italiana.
MUNDIAL DE SUPERBIKE
El máximo exponente de las motos de serie. El escenario donde una máquina que puedes encontrar en un concesionario es exprimida al límite de su evolución hasta convertirse en una bestia competitiva, algo que Ducati ha querido llevar al extremo con una creación de la que el propio Bautista señala su parecido con una MotoGP.
De hecho no son pocos los que piensan que la creación de una Superbike enfocada mucho más a la competición que al mercado traiciona de alguna manera el espíritu del campeonato, pero lo cierto es que no es la primera vez que sucede algo así y, sobre todo, que es legal.
Así pues, Ducati ha acatado las reglas y Gigi Dall’Igna ha hecho su magia. De momento todo el mundo habla de la nueva Panigale V4 R en el Mundial de Superbike, y si bien no es una misión sencilla intentar conquistar el título en su primer año, el comienzo no ha podido ser más ilusionante.
Eso sí, por ahora solamente Álvaro Bautista ha logrado exprimir las virtudes de la moto, ya que su compañero en el Aruba.it, el experimentado Chaz Davies, parece estar sufriendo en la adaptación –donde sus problemas físicos tampoco han ayudado-; mientras que, como es lógico al no estar en el equipo oficial, Eugene Laverty (GoEleven) y Michael Ruben Rinaldi (Barni) tendrán un camino más difícil para pelear por estar delante.
BRITISH SUPERBIKE
Si el WorldSBK representa el pináculo de las competiciones de motos de serie, el BSB representa la pureza, la esencia. La prohibición del control de tracción hace que las motos sean más parecidas a las de calle y, por supuesto, que la pericia del piloto sea determinante.
Con todo, para las marcas es un gran escenario para demostrar que su Superbike puede con las rivales sin el dineral que se invierte en el WSBK. Por eso será interesante ver si la Ducati Panigale V4 R irrumpe en el campeonato británico tal y como lo ha hecho en el mundial.
Para ello han escogido una fórmula casi idéntica a la mundialista: un equipo oficial con dos pilotos y dos equipos satélites con un piloto cada uno. El oficial no es otro que el Paul Bird Motorsport –que un año más competirá con el nombre de Be Wiser Ducati-, y que igual que en el Aruba contará con un piloto experimentado en el campeonato como el australiano Josh Brookes y con un recién llegado de MotoGP, como el británico Scott Redding. A ellos se suman Tommy Bridewell en el Oxford Racing Ducati, y el francés Sylvain Barrier con el Brixx Ducati.
ROAD RACES
Dos objetivos trazados ya desde finales del pasado 2018 a los que se acaba de unir otro más: las road races. Si el WSBK y el BSB representan la cima del desarrollo y la pureza de la serie, la presencia en las road races sirve para enseñar cómo funciona la moto de calle… en la misma calle.
De momento sólo hay una confirmación, pero de altísimo nivel: Alastair Seeley competirá con una Ducati Panigale V4 R en la North West 200 2019, la primera road race internacional del calendario. Seeley es el piloto más laureado de la historia de la prueba con 24 victorias, pero su coto privado es la categoría de Supersport.
El año pasado logró tres triunfos, los dos de Supersport y uno en Superstock, pero en Superbike sólo pudo ser quinto y décimo en las carreras ganadas por Glenn Irwin… con Ducati. Ahora Irwin ha cambiado a Kawasaki –tanto en BSB como en la NW200-, y su puesto en el Be Wiser Ducati para la primera road race lo ha ocupado Seeley con el claro objetivo de batir en Superbike al propio Irwin, con el que mantiene un amargo pique en redes sociales.
Habrá que ver si hay alguna Panigale V4 R más en pista y si veremos alguna en el Tourist Trophy de la Isla de Man. Tanto el Superbike TT como el Senior TT son pruebas más largas, por lo que sería un desafío mayor para la mecánica de la nueva Ducati, pero a la vez sería una buena forma de ver cómo se comporta en distancias más largas de cara a un futurible –y ya comentado por Dall’Igna- asalto al Mundial de Resistencia, pero eso ya es más a medio plazo.
Quién sabe si el propio Brookes se animará a estrenar la V4 R en el IOMTT o hasta en el EWC, pero de momento el triple objetivo es ganar WSBK, BSB y NW200, que no es poco. Si logra triunfar en las tres, quizás si pueda ganarse de pleno derecho el calificativo de mejor Superbike de la historia.