Yamaha sigue con su plan para ganar el Mundial de Superbike, y para este 2019 ha redoblado esfuerzos de forma literal: junto a los dos pilotos oficiales, el británico Alex Lowes y el holandés Michael van der Mark, estarán otros dos pilotos con apoyo de fábrica: el italiano Marco Melandri y el alemán Sandro Cortese, que forman la pareja del GRT Yamaha, que salta del Mundial de Supersport.
El estatus de equipo semioficial ha quedado más patente que nunca con el anuncio de Yamaha del apoyo al mismo, que ha ido acompañado de la presentación oficial de las motos y los pilotos. De hecho, el patrocinador principal del equipo de fábrica, Pata, también lucirá en las motos del GRT, que comparten el color y diseño decorativo con las máquinas oficiales.
Las máquinas oficiales seguirán estando por cuarta temporada consecutiva bajo el amparo del Crescent Racing y con el nombre de Pata Yamaha WorldSBK Team, que repetirá con la dupla formada por VD Mark y Lowes tras una temporada en la que han sumado tres victorias y 14 podios. VD Mark logró dos triunfos y finalizó en tercera posición, con Lowes estrenando su palmarés con una victoria y acabando sexto.
Por su parte, el GRT Yamaha Supported WorldSBK Team ha dado el salto después de ser el equipo de referencia de Yamaha en Supersport (ganaron el título en 2017 con Lucas Mahias), y para ello se ha confiado a la pareja Melandri-Cortese, que llegan procedentes de distintos sitios: Melandri procede del equipo oficial Ducati, donde logró dos victorias y terminó quinto de la general; mientras que Cortese se llevó el título mundial de Supersport en su primer año en la categoría.
Serán cuatro unidades de la Yamaha YZF-R1 con el propósito de acabar con el dominio de Jonathan Rea y Kawasaki, encomendadas a cuatro pilotos con gran bagaje en el mundo del motociclismo: Lowes es campeón del BSB, VD Mark campeón mundial de Supersport, Melandri campeón mundial de 250cc y Cortese campeón mundial de Moto3 y Supersport.
Una fórmula que actualmente supone una ruptura con el paradigma habitual de las marcas en Superbike, que simplemente cuentan con un equipo oficial y cuyas motos satélite no están gestionadas por las fábricas, sino directamente desarrolladas por los equipos. Una fórmula que supone toda una declaración de intenciones, y de la que ha hablado el Manager de Carreras de Yamaha Motor Europe, Andrea Dosoli:
“Estamos encantados con la forma en la que ha progresado el programa de carreras de Yamaha Motor Europe. Vimos una clara mejoría en 2018, no sólo con nuestra YZF-R1 alcanzando la madurez sino con nuestras operaciones en pista y en la fábrica", asegura Dosoli, que está muy feliz de continuar con el Crescent Racing y con VD Mark y Lowes como pilotos, confiando en poder “dar otro paso en la dirección correcta" y apuntando que “la temporada 2019 será muy estratégica" para ellos, pasando a valorar la ampliación a cuatro motos:
“La llegada del GRT Yamaha significa que ahora tenemos cuatro pilotos en parrilla, lo que nos da una gran oportunidad de acelerar el desarrollo de la moto, pero también es la pieza final en nuestro programa de desarrollo de pilotos", en referencia al programa que empieza con la bLU cRU y que se expande por todo el WorldSBK, poniendo el ejemplo del salto de Supersport a Superbike dentro de Yamaha de Cortese, al que da la bienvenida igual que a Melandri.